Miércoles, 05 de Noviembre de 2025

Eugenio de Ávila
Sábado, 20 de Abril de 2019
DENUNCIAS

La lluvia no impidió el "botellón" de Viernes Santo

Aun con notable descenso de participantes

[Img #26901]Manuel Herrero Alonso: texto y fotografías

 

Al filo de las diez de la noche comenzaban las primeras gotas a caer sobre la ciudad. No causaba sorpresa, porque a través de las aplicaciones móviles, tan consultadas especialmente en estos días, lluvia en semana Santa se anunciaba. Esa inclemencia meteorológica, que avanzaban las previsiones, hizo desistir a muchos de su intención de visitar la ciudad, sabiendo que ello impediría salir algunas procesiones, otras se acortarían y llegado el caso de que llegaran a la calle, no lucirían en su plenitud, aparte de que bajo un paraguas no es muy agradable esperar la llegada de un desfile.

                Influencia el tiempo en toda la semana santa, en los desfiles y también en el botellón de viernes santo. Un clásico ya, a pesar de sus cortos años de vida, que comenzó en una semana de pasión, en  San Martín, sencillamente porque era una época en la que se celebraba botellones veraniegos que nadie reprendía y allí se hacía cada fin de semana. El parque, es amplio, salvo una senda que lo cruza, está alejado de caminos principales de mucho paso de gente, no tiene mucha luz y lo más importante, queda bastante cerca de la Plaza mayor, con lo cual llegando las cinco de la mañana, queda a un paso ir a ver salir la procesión.

                 Este año, y a pesar dela lluvia, también hubo botellón. Quien antes de la seis de la madrugada, momento en que empezaron los servicios de limpieza a retirar la suciedad de la calles o de las ocho de la mañana momento en que llegaron los servicios de jardinería a hacer lo propio en el césped del parque, pudieron comprobar cómo se encontraba de bolsas, botes, botellas y otras suciedades la zona. Aunque con menos suciedad que otros años, pero no porque hayan sido más limpios, que ojalá, sino como demostraban las acumulaciones alrededor de los árboles, porque hubo menos participantes y estos buscaron refugio.

                No es el primer año, como bien saben los cofrades del Yacente y de Jesús Nazareno, que llueve y con rabiosa intensidad, pero esta vez sí que restó personas, mucha ellas de fuera, que se juntan en San Martín, para beber y conversar de pie durante varias horas. Otro botellón más, en viernes santo pudiera ser el último, o no depende de que la autoridad lo permita. Las consecuencias de su celebración son principalmente económicas, para empezar se valló el parque de arriba  para impedir que en él se cometan actos vandálicos, que   tiene un coste, lo mismo que para la obra de Coomente , que también necesito ser protegida  por si acaso. Se instalaron  servicios portátiles, para evitar los orines en el mismo césped, que cuesta cuesta un dinero y la brigada de limpieza, también se lleva unos cuartos. Pero lo peor es que Zamora tenga que ser conocida por la suciedad en un botellón. 

 

 

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.52

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.