PERSPECTIVAS
La izquierda nunca ha estado unida; la derecha, tampoco
Eugenio-Jesús de Ávila
La izquierda nunca estuvo unida: bolcheviques y mencheviques, purgas de Stalin, PSOE entre Largo, Prieto y Besteiro; González y Guerra; CNT, PCE, y, no ha demasiado tiempo, Pedro Sánchez-Susana Díaz; Podemos, que es un recién nacido, Pablo Iglesias, Carolina Bescansa, Errejón. Lea a Gustavo Bueno y su análisis de las diferentes izquierdas. No hace daño leer, aunque se te caigan las pestañas cuando el intelectual deje al aire las vergüenzas de las religiones paganas. El cristianismo también tuvo sus crisis. El Islam, desde la muerte de Mahoma. La fe es ideas y dioses conlleva batallas, a muerte, entre los que detentan la ortodoxia y los que forman parte de la heterodoxia.
Hurguemos en nuestra ciudad: Una cosa es la Izquierda Unida de Francisco Guarido y otra la de Podemos. El alcalde no ha dedicado ni un solo momento a las fuerzas moradas. Podemos, que votó en masa a IU en la primavera de 2015, ahora no volverá a elegir la opción que lidera el actual inquilino de la Casa de las Panaderas. Ahora Decide, que se presenta a los comicios locales, encuentra su núcleo más potente en personalidades que lo fueron casi todo en el PSOE, verbigracia: Manuel Fuentes. En el año 2015, el candidato a la Alcaldía por el PSOE, José Luis Gómez, “desertó” cuando la batalla se había perdido. ¿Algún ejemplo más?
Tras el inciso local, regreso al ámbito patrio. Podemos salió del 15-M. Pablo Iglesias, que es un tío muy listo, un erudito en márketing, recogió el caudal de aquella revolución joven, civil e incruenta para encauzarlo hacia el sistema. Ahora, la formación morada ya forma parte del régimen, que no es ni democrático ni dictatorial: es. Y poco más. Para ser democracia, debería haber una división tajante de los tres poderes y una Ley Electoral que valore por igual los votos de todos los españoles.
Podemos se potenció desde el PP de Soraya, a través de las televisiones que tutelaba, como la Sexta y la Cuatro y todo el grupo Prisa, para adelgazar al PSOE en un momento crítico de la formación socialista. La jugada les salió bien al dúo popular, porque los desencantados con gobiernos socialistas de Zapatero, con la corrupción andaluza, prefirieron la opción de Iglesias.
Podemos nunca apoyara al PSOE, salvo para destruirlo. Propio de un bolchevique que cabalga en las contradicciones centenarias leninistas, lógico en un marxiano que analiza la sociedad del siglo XXI como si España fuera la Rusia de 1917. Nuestra nación cuenta con una clase media extraordinaria. La clase obrera se ha aburguesado, el Estado se ha convertido en el gran empresario, administrado por partidos políticos que solo encuentran soluciones a las crisis económicas en políticas fiscales descomunales, casi confiscatorias.
Las propuestas sociales de Podemos, maximalistas, si son asumidas por Pedro Sánchez conllevarán fuertes subidas fiscales. ¿Quén pagará la factura? Los de siempre: la clase media. ¿Tolerará Europa que el ejecutivo de Sánchez gaste más de lo que ingresa? A saber. Los políticos europeos también son humanos y…políticos. Desconfianza absoluta, pues.
La derecha tampoco estuvo unida. Franco unió, por cojones, a falangistas burgueses, tradicionalistas, monárquicos y cristianos. Manuel Hedilla, sucesor de José Antonio, fascista puros, fue condenado a muerte y posteriormente indultado . Al inicio de la democracia, UCD iba por su sitio, AP, por donde quería Fraga y los democratacristianos rezaban. Ahora, cuando Rajoy purgó al PP de ideología, surgió la excrecencia de la derecha, Vox, la reserva espiritual de los conservadores patrios. Ciudadanos no es derecha, ni izquierdas, sino todo lo contrario. Su enemigo es el PP, al que fagocitará en breve. En Zamora, por ejemplo. Nadie vota a los perdedores.
Como digo, la izquierda nunca ha estado unida, porque hay muchas: ortodoxas, heterodoxas, de la III Internacional, troskistas, ácratas…; y la derecha, tampoco. Ahí, a la diestra, no hay pureza ni herejía, si me permite, solo intereses.
“Mientras no tengan ustedes fuerza para disolver el parlamento burgués y cualquiera otra institución reaccionaria, están obligados a trabajar en el interior de dichas instituciones, precisamente porque hay todavía en ellas obreros idiotizados por el clero y por la vida en los rincones más perdidos del campo. De lo contrario, corren el riesgo de convertirse en simples charlatanes”.
(El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo, V.I.Lenin).
La izquierda nunca estuvo unida: bolcheviques y mencheviques, purgas de Stalin, PSOE entre Largo, Prieto y Besteiro; González y Guerra; CNT, PCE, y, no ha demasiado tiempo, Pedro Sánchez-Susana Díaz; Podemos, que es un recién nacido, Pablo Iglesias, Carolina Bescansa, Errejón. Lea a Gustavo Bueno y su análisis de las diferentes izquierdas. No hace daño leer, aunque se te caigan las pestañas cuando el intelectual deje al aire las vergüenzas de las religiones paganas. El cristianismo también tuvo sus crisis. El Islam, desde la muerte de Mahoma. La fe es ideas y dioses conlleva batallas, a muerte, entre los que detentan la ortodoxia y los que forman parte de la heterodoxia.
Hurguemos en nuestra ciudad: Una cosa es la Izquierda Unida de Francisco Guarido y otra la de Podemos. El alcalde no ha dedicado ni un solo momento a las fuerzas moradas. Podemos, que votó en masa a IU en la primavera de 2015, ahora no volverá a elegir la opción que lidera el actual inquilino de la Casa de las Panaderas. Ahora Decide, que se presenta a los comicios locales, encuentra su núcleo más potente en personalidades que lo fueron casi todo en el PSOE, verbigracia: Manuel Fuentes. En el año 2015, el candidato a la Alcaldía por el PSOE, José Luis Gómez, “desertó” cuando la batalla se había perdido. ¿Algún ejemplo más?
Tras el inciso local, regreso al ámbito patrio. Podemos salió del 15-M. Pablo Iglesias, que es un tío muy listo, un erudito en márketing, recogió el caudal de aquella revolución joven, civil e incruenta para encauzarlo hacia el sistema. Ahora, la formación morada ya forma parte del régimen, que no es ni democrático ni dictatorial: es. Y poco más. Para ser democracia, debería haber una división tajante de los tres poderes y una Ley Electoral que valore por igual los votos de todos los españoles.
Podemos se potenció desde el PP de Soraya, a través de las televisiones que tutelaba, como la Sexta y la Cuatro y todo el grupo Prisa, para adelgazar al PSOE en un momento crítico de la formación socialista. La jugada les salió bien al dúo popular, porque los desencantados con gobiernos socialistas de Zapatero, con la corrupción andaluza, prefirieron la opción de Iglesias.
Podemos nunca apoyara al PSOE, salvo para destruirlo. Propio de un bolchevique que cabalga en las contradicciones centenarias leninistas, lógico en un marxiano que analiza la sociedad del siglo XXI como si España fuera la Rusia de 1917. Nuestra nación cuenta con una clase media extraordinaria. La clase obrera se ha aburguesado, el Estado se ha convertido en el gran empresario, administrado por partidos políticos que solo encuentran soluciones a las crisis económicas en políticas fiscales descomunales, casi confiscatorias.
Las propuestas sociales de Podemos, maximalistas, si son asumidas por Pedro Sánchez conllevarán fuertes subidas fiscales. ¿Quén pagará la factura? Los de siempre: la clase media. ¿Tolerará Europa que el ejecutivo de Sánchez gaste más de lo que ingresa? A saber. Los políticos europeos también son humanos y…políticos. Desconfianza absoluta, pues.
La derecha tampoco estuvo unida. Franco unió, por cojones, a falangistas burgueses, tradicionalistas, monárquicos y cristianos. Manuel Hedilla, sucesor de José Antonio, fascista puros, fue condenado a muerte y posteriormente indultado . Al inicio de la democracia, UCD iba por su sitio, AP, por donde quería Fraga y los democratacristianos rezaban. Ahora, cuando Rajoy purgó al PP de ideología, surgió la excrecencia de la derecha, Vox, la reserva espiritual de los conservadores patrios. Ciudadanos no es derecha, ni izquierdas, sino todo lo contrario. Su enemigo es el PP, al que fagocitará en breve. En Zamora, por ejemplo. Nadie vota a los perdedores.
Como digo, la izquierda nunca ha estado unida, porque hay muchas: ortodoxas, heterodoxas, de la III Internacional, troskistas, ácratas…; y la derecha, tampoco. Ahí, a la diestra, no hay pureza ni herejía, si me permite, solo intereses.
“Mientras no tengan ustedes fuerza para disolver el parlamento burgués y cualquiera otra institución reaccionaria, están obligados a trabajar en el interior de dichas instituciones, precisamente porque hay todavía en ellas obreros idiotizados por el clero y por la vida en los rincones más perdidos del campo. De lo contrario, corren el riesgo de convertirse en simples charlatanes”.
(El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo, V.I.Lenin).
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