Renovación de cargos en la Cofradía de Jesús y Ánimas

La jornada festiva dio comienzo con el oficio religioso en la iglesia del Convento de Santa Clara, Eucaristía que este año se celebraba en el Monasterio por última vez, dado que en pocas semanas las hermanas Claras de Toro serán trasladadas al Convento de Zamora. Finalizada la misa, los asistentes se dirigieron a la sede de la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla, la iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina. En el atrio del templo, ante la capilla de Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad, se procedió al acto de cesión de insignias, rito propio de la Cofradía por el que los nuevos Abades y Escribanos toman la insignia de manos de los antiguos.

Terminado este acto, se procedió al relevo en la presidencia, de modo que el presidente saliente, José Manuel de la Fuente, cedió su insignia al nuevo presidente, Crescencio Álvarez Vinagre, quien presentó al resto de miembros de su junta administrativa, Francisco Javier Ruiz, Juan Carlos Torrecilla, Ana Mateos, José Luis Ledo, Julián Redondo, Fernando Caballero, Ignacio Mateos y Mario García, a quienes dio las gracias por acompañarle y compartir con él las labores de la junta directiva. Además, como recuerdo emotivo a las hermanas Claras de Toro, hermanas de honor de la Cofradía, los integrantes de la directiva tuvieron junto a ellos, durante esta presentación, una fotografía de las religiosas. Álvarez también agradeció la confianza de los miembros de la Cofradía y de "las personas que me han animado y apoyado", aunque su agradecimiento más especial fue para el anterior presidente, José Manuel de la Fuente, "por su trabajo al frente de la Cofradía durante estos años, por el alto lugar en el que la deja", y añadió que "amigo, sabes que has sido, eres y serás un pilar fundamental de esta Cofradía".

Además, aseguró que "mi compromiso es con todo lo que esta Cofradía representa", y resaltó que "estará siempre abierta a todos, tratando de ser lo más accesible y cercana posible". Destacó también que la "prioridad" de la nueva directiva es "la promoción y defensa de todas aquellas iniciativas de cualquier tipo, vengan de donde vengan, que puedan suponer un avance". Y es que, como matizó, su pretensión es "apoyar, fortalecer y elevar aún más" a la Cofradía, que "se encuentra en un prestigioso momento", lo que "debemos al tesón y esfuerzo aportado por sus distintas juntas directivas". Para conseguirlo, incidió en que "tenemos que solicitar la colaboración de todos", puesto que "es necesario apostar por la continuidad, manteniendo en lo fundamental las mismas inquietudes, los mismos esquemas de funcionamiento y, a ser posible, contar con las mismas personas". Para concluir su intervención, Álvarez subrayó que "espero estar a la altura de la carga que se me encomienda, y deseo que tengamos la suficiente habilidad y capacidad para continuar con el mismo desarrollo que se ha mantenido hasta ahora", para finalizar precisando que "la Cofradía es de todos y, por tanto, debemos trabajar todos por su buen nombre y prestigio".

Ofrenda floral a la Virgen de la Soledad

Acto seguido, y como primer acto como presidente, Crescencio Álvarez dio paso al último acto de la mañana, la ofrenda floral a la Virgen de la Soledad, que se realizó en el interior de la iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina. La junta directiva de la Cofradía Virgen de la Soledad se dispuso a colocar a los pies de la bella imagen de la Soledad las flores que, primero los Abades en ejercicio y después todos los cofrades y vecinos de Toro, quisieron entregar, como detalle en el Día de la Madre, a la Virgen.