Despoblación y oposición política

La España despoblada acudió a la cita con el presidente del gobierno. Solo Soria y Guadalajara estuvieron representadas. Pedro Sánchez desconoce los habitantes que tiene la provincia castellana: 88.000. El ejecutivo socialista se olvidó de Zamora. Se la obió. Nos olvidaron. Normal. Los asesores del presidente bonito no le informaron de que, en el occidente español, casi luso, existe una geografía que ya presenta características de desierto demográfico. ¿Culpa de Moncloa de tal ignorancia? En parte. Más bien un servidor señalaría a los dirigentes socialistas zamoranos, como verdaderos reos de la incultura demográfica del presidente, porque debieron contactar con los jefes de Madrid para informarles que aquí se va la gente joven, que somos la provincia más envejecida de España y la que menos actividad económica registra.

Zamora tiene la fortuna de contar con Viriatos y con una ciudadana, íntegra y combativa, como Ana Morillo, que estudia, analiza y clama sobre la despoblación en nuestra provincia. El PSOE zamorano debería solicitarle información, porque así informaría a sus jerarcas de la capital de España del estado demográfico de esta tierra. Está bien que se haga oposición en la Diputación, Ayuntamiento de la capital y Junta de Castilla y León, pero también el poder máximo de la nación, el gobierno, aunque sea en funciones, tiene que conocer el estado de la cuestión en Zamora, máxime cuando Pedro Sánchez busca una fotografía para la prensa, como hombre preocupado por la despoblación. Teruel y Soria existen. Zamora, también.

Aunque mi idea pueda ser considerada una entelequia, escribo que el PSOE de esta provincia, en este caso de despoblación y carencia de inversiones del gobierno de Sánchez, debería actuar como oposición. Sí, ya sé que, desde que amenazó Alfonso Guerra a su parroquia, el que se mueve no sale en la fotografía. El sistema sirve a la jerarquía de todos los partidos. Así se condiciona a los cargos representativos. Como el pueblo no elige, sino que rubrica la decisión de la nomenclatura de la formación política, el político sabe a quién tiene que obedecer, siempre que anhele morir en el cargo, ya sea en el Senado, Congreso de los Diputados o Cortes de Castilla y León.

Zamora necesita una oposición frontal contra todos los gobiernos, los administre el PP o el PSOE. Los políticos zamoranos no tienen que obedecer a sus caudillos, sino al pueblo, atender a las necesidades de la provincia, luchar sacar a esta tierra del desierto demográfico y la miseria económica. Nuestras instituciones, ayuntamientos y Diputación, se encuentran obligadas a exigir a Madrid lo que se nos quitó ha tiempo. Y me trae sin cuidado gobiernen montescos o capuletos. Todos nuestros partidos políticos, si quieren representar a los zamoranos, deben denunciar y criticar todas las decisiones que adopten los respectivos gobiernos que dañen y perjudiquen a Zamora y a los zamoranos. No hay siglas. Solo verdad política y servicio a nuestra gente. Lo dicho. El PSOE, Ciudadanos y PP de Zamora, si lo determina la mala gobernanza, deben ejercer la oposición a sus propios jefes. Hay que ser más zamoranos y menos socialista, centrista y conservador. Zamora es lo más importante.