Polémica entre Alcaldía y el PSOE por las cuitas del viaducto medieval

Eugenio-Jesús de Ávila

No se lo creerá, pero me encanta, me satisface, casi llego al orgasmo intelectual cuando asisto, desde la barrera, nunca en el albero, que el toro de la política da cornadas que te parten la femoral de la utopía, a las críticas entre Izquierda Unida y el PSOE por mor del puente medieval, una de las joyas de nuestra historia, a la altura de la Catedral, tan maltratado por la res pública, tan olvidado de los zamoranos, tan insultado con reformitas como la que ejecutó con la calzada y aceras, sin bordillos,  Antonio Vázquez.

Me satisface que se debate sobre el viaducto. Porque conducirá, más pronto que tarde, a que se reforme, se estudie su estado y, si es posible, y los burócratas de Patrimonio lo permiten, se recuperen sus dos bellísimas torres, derribadas, por el capricho político, en 1905. Si así fuese, esta infraestructura medieval se convertiría en uno de los viaductos más hermosos de España, atracción para el turismo, protagonista de carteles de la ciudad de Zamora para vender en el exterior.

Urge, ante todo, que el ejecutivo autonómico decida que el puente sea BIC (Bien de Interés Cultural) y después conseguir, con un buen proyecto, sin chapuzas, dinero del Ministerio de Fomento, el 1,5% cultural, para atacar su renacimiento. Este puente, como la muralla, como el problema de los solares abandonados en el casco histórico, son problemas que deben resolverse en este mandato municipal. Guarido, un regidor que también le gusta nuestra historia, puede ir ya pidiendo pasta al Estado para invertir en esos temas que he nombrado, y dejarse de discusiones bizantinas con el PSOE.

Ahora bien, el primer político que exigió al ejecutivo de Herrera que nombrase el puente medieval como BIC tiene nombre y apellidos: José Ignacio Martín Benito. Este procurador socialista se ha convertido en el personaje que ha mostrado mayor interés por el patrimonio monumental de Zamora y su provincia. Ha dado la cara, con argumentos sólidos, pero no se la han partido, ni creo que ofrezca la otra mejilla, por nuestra historia. Ahora, además, el PSOE cuenta en el Ayuntamiento con otra personalidad que también se interesa por el arte, la cultura, el patrimonio: David Gago. Yo lo celebro.

Solo pido que esta izquierda nuestra se dedique más a entenderse, a fijarse objetivos comunes, a definir criterios y a enfatizar prioridades, y se olvide de felonías y diatribas. Zamora es historia, Zamora es patrimonio, Zamora será turismo o no será. O los partidos zamoranos se agrupan para recorrer, unidos, el mismo camino, o nuestra ciudad se convertirá en un museo vacío, sin gente, sin nada.

Y cierro: me encanta que nuestros políticos de izquierdas, o también los que no lo son, debatan, incluso hasta el enojo, sobre  el patrimonio monumental de nuestra tierra.