POLÍTICA
La Delegación de la Junta en Zamora, un asunto femenino
Leticia García y María Teresa Martín Pozo aspiran al cargo, con una tercera opción: la de Clara San Damián
Eugenio-Jesús de Ávila
Sostengo, pese a no apellidarme Pereira, que en este moribundo mes de agosto y durante todo el verano, hay dos partidos populares en nuestra ciudad y provincia: el que trabaja y el que conspira. Jesús María Prada Saavedra labora tanto que parece ubicuo. Dejó la Gerencia y se pasó a la Diputación, pasó de burocracia a la acción, de la teoría a la práctica. Y el que confabula por hacer con la Delegación de la Junta de Castilla y León. Se trata de una conspiración femenina, porque solo hay mujeres que anhelen ese cargo. La procuradora en Cortes, funcionaria, Leticia García, y la ínclita Mayte Martín Pozo, ex presidenta de la Diputación y portavoz del grupo popular en la Corporación Municipal, que, tras cuatro años en el Hospital de la Encarnación le ha cogido el gusto a esto de la res pública y quiere seguir mandando y ordenando, porque mandar y ordenar son verbos que conjuga a la perfección.
Aquella, la procuradora cuenta con el favor del PP de Zamora, liderado por José María Barrios. Y la ex, se apoya en Martínez-Maíllo, que perdió su sombra con tocata y fuga de Mariano Rajoy, y el ascenso de Casado, y un tanto en Fernández Mañueco. Los populares zamoranos prefieren a Leticia. Los populares zamoranos no quieren a María Teresa. Génova prefiere a García. Pucela a Martín.
No obstante, podría haber una tercera opción, la de la bella Clara San Damián, que se encuentra tan agustito en el Senado, una cámara chollo, absolutamente prescindible para el ciudadano. Si la licenciada en Derecho ganá esta carrera política, Martín Pozo se iría a la Cámara Alta. Pero si hay elecciones en breve, digamos noviembre, nunca se sabe lo que pueda pasar con las listas al Congreso y al Senado por nuestra provincia. San Damián no supondría ningún obstáculo para la Diputación de Zamora. Mujer simpática, abierta al diálogo, no sectaria, pero muy suya. Requejo y los populares en la casa grande de la provincia temen que Pozo sea nombrada delegada de la Junta en Zamora. Nunca se sabe con esta dama de hierro de la Meseta Norte.
Sin duda, la que más ganas le está echando en esta pelea femenina se llama María Teresa y se apellida Martín Pozo, que también cuenta con apoyos mediáticos importantes en la región. Veremos quién acepte el pulso de la ex y sus protectores.
Eugenio-Jesús de Ávila
Sostengo, pese a no apellidarme Pereira, que en este moribundo mes de agosto y durante todo el verano, hay dos partidos populares en nuestra ciudad y provincia: el que trabaja y el que conspira. Jesús María Prada Saavedra labora tanto que parece ubicuo. Dejó la Gerencia y se pasó a la Diputación, pasó de burocracia a la acción, de la teoría a la práctica. Y el que confabula por hacer con la Delegación de la Junta de Castilla y León. Se trata de una conspiración femenina, porque solo hay mujeres que anhelen ese cargo. La procuradora en Cortes, funcionaria, Leticia García, y la ínclita Mayte Martín Pozo, ex presidenta de la Diputación y portavoz del grupo popular en la Corporación Municipal, que, tras cuatro años en el Hospital de la Encarnación le ha cogido el gusto a esto de la res pública y quiere seguir mandando y ordenando, porque mandar y ordenar son verbos que conjuga a la perfección.
Aquella, la procuradora cuenta con el favor del PP de Zamora, liderado por José María Barrios. Y la ex, se apoya en Martínez-Maíllo, que perdió su sombra con tocata y fuga de Mariano Rajoy, y el ascenso de Casado, y un tanto en Fernández Mañueco. Los populares zamoranos prefieren a Leticia. Los populares zamoranos no quieren a María Teresa. Génova prefiere a García. Pucela a Martín.
No obstante, podría haber una tercera opción, la de la bella Clara San Damián, que se encuentra tan agustito en el Senado, una cámara chollo, absolutamente prescindible para el ciudadano. Si la licenciada en Derecho ganá esta carrera política, Martín Pozo se iría a la Cámara Alta. Pero si hay elecciones en breve, digamos noviembre, nunca se sabe lo que pueda pasar con las listas al Congreso y al Senado por nuestra provincia. San Damián no supondría ningún obstáculo para la Diputación de Zamora. Mujer simpática, abierta al diálogo, no sectaria, pero muy suya. Requejo y los populares en la casa grande de la provincia temen que Pozo sea nombrada delegada de la Junta en Zamora. Nunca se sabe con esta dama de hierro de la Meseta Norte.
Sin duda, la que más ganas le está echando en esta pelea femenina se llama María Teresa y se apellida Martín Pozo, que también cuenta con apoyos mediáticos importantes en la región. Veremos quién acepte el pulso de la ex y sus protectores.
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