CULTURA TORO
David Rivas: "Mi objetivo es ser feliz y disfrutar con lo que hago, y así también poder hacer felices a los demás"
Entrevista con el director toresano, tras hacerse con un Premio Goldsmith por "Los últimos días de Troya"
Se trata del tercer premio en la categoría de libre creación, lo que supone un reconocimiento a la trayectoria imparable de este músico local, que cada vez se está volviendo más internacional.
El compositor toresano David Rivas Domínguez ha regresado, hace tan solo unos días, con un premio Jerry Goldsmith por su obra "Los últimos días de Troya". Se trata del tercer premio en la categoría de libre creación, lo que supone un reconocimiento a la trayectoria imparable de este músico local, que cada vez se está volviendo más internacional. Y es que estos prestigiosos premios, considerados los Oscar de la música para el sector audiovisual, se han consolidado internacionalmente tras haber adquirido un merecido renombre entre creadores y aficionados, y su finalidad es la de reconocer el trabajo de los músicos en el sector audiovisual. Los galardones se conceden en nueve categorías, música en formato larga duración, corto, videojuego, documental, televisión, publicidad/promoción, canción, artes escenicas y libre creación, además con un décimo premio para el mejor compositor de cada edición.
- Regresa a Toro, su casa, con un premio Jerry Goldsmith, supongo que feliz y muy orgulloso...
- La verdad es que sí. Los premios al final son, por supuesto reconocimientos a un trabajo de horas en solitario, que luego toman vida cuando vas a las agrupaciones, y, qué bobada, cuando te presentas a concursos, no nos engañemos, quieres llevarte algo. Pero a lo mejor hay que buscar el objetivo, que no es sólo ése, sino que los concursos suelen ser mediáticos, te hacen valorarte a ti mismo... En este caso, que además es internacional, imagínate... Cuando me pasaron la nominación, flipando..., y ya no digo nada traerme uno de los tres premios de la categoría, pues me siento superorgulloso porque quiere decir que lo que estás haciendo está gustando a otros, y al final son satisfacciones que, además, puedes compartir con gente, amigos, compañeros, vecinos, y al final ese triunfo sabe mejor. Que yo es una cosa que tengo clara, estás en los sitios por la gente, no hay que descuidar a la gente y hay que compartir las cosas con los demás. Tú puedes hacer bien una cosa, pero al final necesitamos de otros; yo puedo tener mil obras en un cajón... , pero dependes de la gente, desde el director que te programa, la agrupación, que si ensayando encima se lo pasa bien y le gusta, mejor, el público que lo acoja... Tú cuando haces una cosa tienes que estar a gusto con lo que has escrito y que te haya servido para dar rienda suelta a tu creatividad y disfrutar en el proceso, pero luego ya depende de otros; tú puedes estar satisfecho y de repente no se interpreta nada, y otra cosa de la que no lo estás tanto, que se interprete mucho... Ahí entran los gustos personales, el público, y la cabeza tiene que estar preparada para eso, para el rechazo más absoluto, el éxito más grande o cosas intermedias. Yo lo veo así, por lo que compartirlo con la gente es otro premio.
- Quizá también es importante conocer a otras personas del mundo de la música...
- Por supuesto, porque es verdad que ahora con las redes sociales, bien aplicadas, y con las nuevas tecnologías tenemos acceso a cosas que hace veinte o treinta años no teníamos, porque nosotros cuando éramos chavales no teníamos el acceso a la información que se tiene ahora, pero aún así no conoces todo, y aunque los que se mueven o han hecho cosas están ahí, hay otros muchos con muchísimo talento que, por la razón que sea, todavía no los has descubierto. Y esto te sirve siempre también para renovarte, conocer a otra gente, y siempre es importante fijarte, en el buen sentido de la palabra, en lo que hacen otros.
- ¿Le ha dedicado a alguien este galardón?
- Sí que lo dediqué. Por un lado, evidentemente, a familia y amigos. A familia porque, en concreto mis padres, siempre que pueden aún lo hacen, pero en otras épocas me llevaban, me traian, creyeron en mí... Esto que hace unos años se podía ver como un loco que escribía música y quería vivir de esto, ya no digo de la composición, que es difícil, sino de la música en general. Siempre me han apoyado, desde que tuve clara esta pasión, así que creo que se lo merecen porque siempre suelo tener reconocimientos hacia ellos, pero esto en concreto me apetece. Igual que a amigos que te apoyan, el cariño de gente de casa, de los vecinos, del pueblo, de Toro y de Zamora, pero también gente que te sigue por redes por tu actividad musical, y a algunos, muchos de ellos, nunca los he visto en persona, pero se siente el cariño y es de agradecer que la gente se fije en tu trabajo. Pero sí particularmente he querido hacer un pequeño, no sé si llamarlo homenaje, pero sí mi pequeño recuerdo, que para mí es muy grande, y seguro que ella lo ha recibido así, a Ángeles de la Sota, por la que tuve un recuerdo especial porque sé que se alegraría infinito y, además por ser estos premios, que ella siempre ha estado muy metida en el mundo del cine, de la música más cinematográfica. Y siempre se alegraba de todo lo que me iba pasando, hablábamos, disfrutábamos de los proyectos y yo le hacía partícipe siempre, aunque ella vivía en Galicia, por teléfono o cuando venía aquí a Toro, y desgraciadamente la hemos perdido, pero creo que ha sido tan grande ese aura que ha tenido que, aunque no esté físicamente, Ángeles estará siempre en la gente que la apreciábamos y la queríamos. Y es mi particular homenaje, este premio en concreto, primero porque está un poco reciente su fallecimiento, y luego porque el tipo de premio que es, vinculado al cine, le haría mucha ilusión.
- ¿Qué supone para usted este premio, tanto personal como profesionalmente?
- Personalmente, estoy en una nube, siento mucha satisfacción. En tu trabajo hay esos escalones que vas subiendo, que sabes que tienes que ir uno a uno. Y bien es verdad que el trabajo da sus frutos, pero seamos realistas, porque hay gente que trabaja mucho y no tiene esa repercusión, y no por eso es menos profesional ni trabaja menos. Tengo que ser agradecido porque es verdad que en mi caso, horas y trabajo hay muchísimo, pero luego, esa parte en la que dependes de otros está saliendo bien, en el sentido de que la gente valora tu trabajo y le está gustando. Y estos años voy subiendo peldaños, y es verdad que ahora, a lo mejor, he podido saltar tres de golpe, lo que es una satisfacción personal que te hace aprender, mejorar, y ver ciertos objetivos que te has planteado, o ilusiones, o sueños, más cerca. A nivel profesional, mi experiencia me dice que estas cosas siempre te traen otras cosas, contactos, posibles trabajos, posibles estancias en sitios, como certámenes, festivales... y al final es muy importante estar en los sitios, independientemente de que no estés nominado o no ganes nada, porque este mundo depende del contacto con las personas, y los compositores parece que estamos en una burbuja, en nuestra casa, encerrados, locos, con el pelo largo, sin pasar por la ducha seis días, fumando... En fin, bromas aparte, yo tengo comprobado que cuando vas a los sitios estableces el contacto y la gente te ve persona, que es lo que eres, así que si tú sabes convivir con toda esa gente todo es más fácil, y estas cosas al final, a mí me ha pasado, todo lo que he tenido este año de estar de obras obligadas en certámenes es gracias a que has estado antes en otro sitio, o te han premiado en otro sitio o han contado contigo en otro sitio; allí conoces gente, que te ve normal y corriente, que haces bien un trabajo y gusta, y salen otras cosas. Estoy convencido de que este premio, por su dimensión, aunque es pronto para decirlo, traerá cosas importantes, y, de hecho, me he venido de Úbeda ya con teléfonos y contactos y gente interesada en cosas, así que, mejor síntoma que ése, ninguno.
- ¿Cómo ha sido el proceso hasta llegar al premio?
- Son unos premios que el año que viene harán su edición décimo quinta. No son en el tiempo como pueden ser unos Oscar, ni mucho menos, ni con esa repercusión, pero sí es verdad que en España son los premios de música audiovisual y de artes escénicas más importantes. Está todo muy bien organizado desde el principio por parte de Film Music Festival, que es como se llama la asociación que los organiza, y están muy bien considerados siendo "bebés" todavía porque llevan aún pocas ediciones. La Asociación, en su día, pensó que podía estar muy bien tratar de valorar más el trabajo de esos músicos que aportan significado a una película, un corto, una obra de teatro, una promoción o un concierto en un auditorio, que son los que a veces menos plazos tienen para trabajar. Por eso decidieron crear varias categorías, y en los últimos años han ido sumando algunas, y así, este año se ha incluido el premio a las artes escénicas. La categoría en la que yo he participado es la de libre creación. En cuanto al proceso, tú puedes presentar un trabajo, con el requisito de que tenga algo de lenguaje cinematográfico. La presentación de candidaturas es internacional, y este año entre todas las categorías se han presentado unos ochocientos trabajos, y por cada categoría se seleccionan diez, de entre los que se otorgan tres premios. En mi categoría se presentaron algo más de doscientos treinta trabajos de varios países, y entre los nominados había obras de Suiza, de Francia, de Estados Unidos, de Irlanda, de Reino Unido y de España. El director del festival comentó que entre todas las categorías se habían presentado trabajos de cerca de cuarenta países. Cuando reciben todas las candidaturas necesitan mucho tiempo para valorar todas y decidir qué diez obras eligen. Para mí, presentarme ya era genial, así que cuando me vi entre los nominados, para mí eso ya era el premio, pasar un fin de semana en Úbeda, donde este año se ha celebrado la gala, que la van rotando por ciudades vinculadas a festivales de cine, conocer gente, disfrutar... y cuál es mi sorpresa cuando llega la gala y me conceden el tercer premio... Es un sueño, sobre todo porque vas con otras expectativas, yo creo que a estas cosas hay que ir siempre con los pies en el suelo y para disfrutar y aprender. Así que es una satisfacción enorme que te hace seguir motivándote. Y estamos hablando de que han conseguido premio, por ejemplo, series muy mediáticas, como "La casa de papel", cortos con actores superfamosos, la obra de teatro premiada está protagonizada por Concha Velasco... Y en España hay mucho talento, he descubierto gente que no conocía en este campo que son brutales, es muy importante haber podido vivir esta experiencia porque, sobre todo, es apredizaje.
- ¿Ha estado nominado junto a otros autores que son referencia para usted o a los que admira?
- En concreto había un par de ellos que, por supuesto, los admiro y los tengo como referentes. El autor de Irlanda me parece que hace un trabajo increíble, y el de Estados Unidos también. Y los autores españoles llevan en esto mucho tiempo, pero el que más me hizo ilusión que estuviese fue Óscar Navarro porque ha sido mi maestro, ahora también amigo, quien ya tiene varias nominaciones a estos premios y dos galardones en otras ediciones, así que estar nominado junto a él ha sido un honor, y además significa también que la gente ve que tu trabajo puede estar acorde al de gente que idolatras y que tienes como referente, y eso que yo, aunque viviera ocho vidas nunca llegaré a ser como es Óscar Navarro y como trabaja. Pero es gente profesional que no te conoce y sólo te valora por tu trabajo, así que es síntoma de que vas por el buen camino. Yo no he engañado nunca a nadie pensando que puedo hacer música de un nivel al que hoy por hoy no llegaría, sino que he seguido siempre unos pasos, un objetivo, tiene que haber una parte creativa y una técnica que tienes que seguir mejorando, y eso lo tengo claro. Yo tenía claro que el título que quería era la licenciatura para ser profesor de instituto, que es algo que me encanta y con lo que disfruto, pero en España parece que si no tienes un título en algo no puedes ser profesional, y creo que ya tenemos que cambiar esa forma de ver las cosas... Éste es mi proyecto, yo me he querido ir formando extraacadémicamente, y probando y cultivando la parte creativa, y con ello pretendo dotar a bandas de música original de un cierto nivel, irlo mejorando, y mostrar un estilo que guste y que sea reconocible, porque yo sé lo que puedo hacer y lo que no, y es un proyecto que me está dando muchas satisfacciones y que es una muestra de que se pueden hacer cosas con amor a lo que haces, pasión, respeto. Estoy convencido de que todas las personas pueden aportar algo en esta vida, y el error es tratar a las personas por categorías en función del título que tengan, de qué familia sean, de dónde vengan...
- Cada compositor, como el resto de artistas, tiene un estilo que lo define, ¿no es así?
- Por supuesto. Yo a veces he escuchado comentarios del tipo "se nota que es de David" con tono despectivo, y, sin embargo, a mí me alivia que sea así, porque si pareciese de otro se podría pensar que hago una copia. Una de las cosas que me dice la gente y que me halaga más es lo de "se nota que es tuya", y es que eso significa que poco a poco estás creando ese sello particular que es el tuyo, ni mejor ni peor, el tuyo, y es el público el que tiene que decidir si lo consume o no, o si le gusta o no, porque el público es el juez más soberano. Se nos olvida que toda la música no se puede meter en el mismo saco porque la música también es funcional, es arte y tiene un componente de belleza y de expresión, pero también a veces es funcional, y no es lo mismo la música de fiesta, que la música culta, o la que está pensada para acompañar un anuncio, o una banda sonora de una película..., es que hay tanta variedad, y todo es respetable. Y tener tu propio sello es bonito porque sigues tu camino para, mejor o peor, hacer algo tuyo, original. Tú tienes que manejarte con tus recursos, cada uno valemos para una cosa y tenemos unas herramientas, que se pueden ir completando con otras nuevas; tú tienes tu sello, que lo vas ampliando, pero siempre en tu línea, y yo creo que eso es algo vital y que no haces conscientemente. Lo importante es que generes un proyecto, y antes hay que poner negro sobre blanco... En mi caso, qué quiero con la música, a qué opto, qué es lo que me apasiona y qué creo que puedo hacer mejor o me gusta más, o ambas cosas. Pero siempre hay que ser realista. Por ejemplo, yo, en mi faceta como instrumentista, una cosa es que sepa tocar el saxofón y otra cosa es que yo fuese a poder vivir de este instrumento; como director, nunca me he considerado director porque dirijo mucho, pero dirijo mi música, es verdad que los años con La Rondalla de Toro me sirvieron de mucha experiencia, así como otras agrupaciones, pero ya no quiero dirigir obras de otros que, a lo mejor, no tienen el resultado que el compositor quiso y tú no estás cualificado al cien por cien para hacerlo. Pero qué es lo que me gusta y creo que se me da un poco mejor, componer, pues dentro de mis niveles genero ese proyecto. Y cuando tienes claro el proyecto, hay que aprender, pero siguiendo tu proyecto.
- Siendo músico, y pudiendo optar a comunicarse de diversas formas, musicalmente hablando, ¿por qué se ha decidido por la composición?
- Es verdad que el piano me permite expresar mucho, comunicar mucho, cosas que a veces no te atreves, o no puedes, o no quieres decir con palabras, y el piano es mi evasión y me permite sacar lo que llevo dentro. Pero no soy pianista, es mi herramienta para componer. En cuanto al saxofón, ya no lo toco, aunque puedo matar el gusanillo tocando en alguna procesión o con alguna agrupación algún día al año de forma puntual. Pero al final yo creo que lo que me hace más feliz y con lo que más expreso y más llego a la gente, que también es una forma de llegar a ti mismo, es la composición. Y la elegí por eso, porque es mío, me encuentro más cómodo, aunque hay mucho trabajo detrás, y tanto en la dirección como en la interpretación no me encuentro tan cómodo y no disfruto tanto.
- ¿Siempre le gustó la composición o hay un momento en el que decide formarse para componer?
- De niño, la música me obsesionó desde el primer momento. Es verdad que cuando tenía cinco años mi padre me quiso llevar con el maestro Jesús de la Sota, y basta que un padre diga "so" para que tú digas "arre". Pero al año siguiente yo le supliqué que me llevara, y bendita la hora. Entonces, yo de pequeño chapurreaba con los típicos órganos Casio y juntaba notas, a veces intuitivamente, y cuando ya empecé las clases siempre noté que había algo ahí, pero no sabía muy bien si era pianista, si quería ser intérprete, y luego las bandas tienen unos instrumentos maravillosos, y España es un país de bandas, y es familia, así que a la banda vas porque es el sitio donde puedes desarrollar lo que estás aprendiendo, y ahí ves que la música es tu mundo. Pero esto de juntar notas, las primeras marchas de Semana Santa hechas a mano, porque no existían estos programas que ahora te dejan todo tan impecable..., yo creo que estaba ahí el germen, pero tú no eres consciente. Y ya en la adolescencia, cuando empiezo a hacer estos primeros pasodobles o alguna marcha, o la obra homenaje a Jesús de la Sota cuando se jubiló, y ves que necesitas hacerlo, sin apenas conocimientos. Y ya cuando ves que haces cosas un poquito más serias, yo creo que "Legados" marca un antes y un después en mi carrera, y ves que tienes que seguir por ahí, es cuando decido dar el paso de formarme mucho más para poder evolucionar, contactar ya con Óscar Navarro... En fin, no hay un día en el que diga que quiero ser compositor, sino que lo voy siendo sin darme cuenta. Y cuando maduras un poco y llegas a cierta edad, y haces ciertas obras, te das cuenta de que lo has sido antes, pero que te tienes que formar mucho más y que lo deseas con todas tus fuerzas. Yo creo que eso es lo que me ha pasado a mí, que posiblemente sea un caso muy similar al de la mayoría de personas que desarrollan un arte, escribir, pintar, hacer una escultura... Es un poco el día a día, yo creo, de cualquier persona que desarrolla una faceta artística.
- Y la pregunta típica y obligada... ¿el compositor nace o se hace?
- Aquí puedo caer en que haya gente que piense que los artistas somos un poco arrogantes, pero estoy convencido de que tiene que nacer. Es como el cariño, el cariño tiene que salir de dentro, porque si no, al final se nota que no es sincero. El ser humano es cabeza y corazón, y hay que saberlos combinar. Yo, por ejemplo, recursos un poco más avanzados tengo desde los últimos ocho años, pero reconozco que tengo algo dentro que, a veces, con cuatro acordes al piano puedo emocionar. Si te emocionas tú primero es muy fácil que emociones a los demás, y para esto creo que tienes que llevar algo, que no digo que sea ni mejor ni peor, y, ¡ojo!, que no nos malinterprete nadie porque no hablamos de genios, ni mucho menos, pero sí algo que te salga de las entrañas, tanto para lo bueno como para lo malo. Por eso, uno de los mayores piropos que me pueden decir es que mi música transmite, emociona.
- ¿Y no es mejor para un artista ser capaz de emocionar que el hecho de que se reconozca que tiene una técnica muy buena?
- Por supuesto. Porque puedes ver un cuadro que a lo mejor no es tan perfecto técnicamente, pero te ha embelesado. Es lo que busca el creador. Y estoy muy de acuerdo con el hecho de que, si tienes algo dentro, te formes y lo aproveches para poder llegar a más cosas, porque si ya tienes lo dificil, que es poder crear algo que emocione o que diga algo, fórmate para que ese algo llegue a más. Pero es más importante tener eso que lo técnico, porque lo técnico se aprende, pero estas cosas son innatas, aunque luego haya que desarrollarlas. Creo que tu proyecto es el que es, la gente ya lo conoce de sobra, y no engañas a nadie, con tus virtudes y tus defectos, y yo creo que hay que ser fiel y, sobre todo, amar y respetar lo que se hace, y respetar a los demás y tener la mente abierta para sumar de todo.
- ¿Cuál es su objetivo vital a través de la música?
- Mi objetivo es ser feliz. No quiero hacerme famoso ni que me pongan una estatua en nigún sitio, porque esas cosas te honran, son motivo de orgullo, pero no son lo más importante. Quiero acabar con una frase que me parece importante, hay una filosofía de vida que valoro mucho, que es cuando la gente te pregunta "¿cuál es tu objetivo en la vida?", y llega uno y dice que quiere ser el autor español de música para banda más interpretado de España, y el otro quiere tener una empresa y ser el Amancio Ortega del siglo que viene, y cosas así... Yo creo que hay que resumir todo en una frase, que es "ser feliz", porque la vida se vive una vez y, evidentemente, no es un camino de rosas y hay momentos mejores y peores, pero si haces las cosas para ser feliz, lo que venga o lo que tenga que venir es para darte felicidad y disfrutar, y eso también hace que des felicidad a los demás, y luego lo demás vendrá. Es verdad que a veces hay que renunciar a cosas, pero hay que tener los criterios claros para no renunciar a todas, y sobre todo a las importantes, porque, en mi caso, esto está durando unos años, pero quién te dice que el año que viene dejen de interpretarte y de llamarte y no hagas nada... Los amigos y la familia seguirán estando ahí, lo que no estaría ya es la música o tantas bandas. Por eso, al final, creo que hay que saber articular bien lo personal y lo profesional y, sobre todo, marcarte objetivos para encontrar la felicidad. Y cada uno la encuentra a su manera... ¿dónde están los parámetros de lo importante o lo no importante, la felicidad y la infelicidad? Es lo que se nos olvida a veces, que cada uno tiene sus prioridades, sus objetivos, y tiene sus vehículos para tratar de conseguir la felicidad, y todos son respetables, y nadie es más que nadie por hacer algo más mediático o algo más íntimo.
El compositor toresano David Rivas Domínguez ha regresado, hace tan solo unos días, con un premio Jerry Goldsmith por su obra "Los últimos días de Troya". Se trata del tercer premio en la categoría de libre creación, lo que supone un reconocimiento a la trayectoria imparable de este músico local, que cada vez se está volviendo más internacional. Y es que estos prestigiosos premios, considerados los Oscar de la música para el sector audiovisual, se han consolidado internacionalmente tras haber adquirido un merecido renombre entre creadores y aficionados, y su finalidad es la de reconocer el trabajo de los músicos en el sector audiovisual. Los galardones se conceden en nueve categorías, música en formato larga duración, corto, videojuego, documental, televisión, publicidad/promoción, canción, artes escenicas y libre creación, además con un décimo premio para el mejor compositor de cada edición.
- Regresa a Toro, su casa, con un premio Jerry Goldsmith, supongo que feliz y muy orgulloso...
- La verdad es que sí. Los premios al final son, por supuesto reconocimientos a un trabajo de horas en solitario, que luego toman vida cuando vas a las agrupaciones, y, qué bobada, cuando te presentas a concursos, no nos engañemos, quieres llevarte algo. Pero a lo mejor hay que buscar el objetivo, que no es sólo ése, sino que los concursos suelen ser mediáticos, te hacen valorarte a ti mismo... En este caso, que además es internacional, imagínate... Cuando me pasaron la nominación, flipando..., y ya no digo nada traerme uno de los tres premios de la categoría, pues me siento superorgulloso porque quiere decir que lo que estás haciendo está gustando a otros, y al final son satisfacciones que, además, puedes compartir con gente, amigos, compañeros, vecinos, y al final ese triunfo sabe mejor. Que yo es una cosa que tengo clara, estás en los sitios por la gente, no hay que descuidar a la gente y hay que compartir las cosas con los demás. Tú puedes hacer bien una cosa, pero al final necesitamos de otros; yo puedo tener mil obras en un cajón... , pero dependes de la gente, desde el director que te programa, la agrupación, que si ensayando encima se lo pasa bien y le gusta, mejor, el público que lo acoja... Tú cuando haces una cosa tienes que estar a gusto con lo que has escrito y que te haya servido para dar rienda suelta a tu creatividad y disfrutar en el proceso, pero luego ya depende de otros; tú puedes estar satisfecho y de repente no se interpreta nada, y otra cosa de la que no lo estás tanto, que se interprete mucho... Ahí entran los gustos personales, el público, y la cabeza tiene que estar preparada para eso, para el rechazo más absoluto, el éxito más grande o cosas intermedias. Yo lo veo así, por lo que compartirlo con la gente es otro premio.
- Quizá también es importante conocer a otras personas del mundo de la música...
- Por supuesto, porque es verdad que ahora con las redes sociales, bien aplicadas, y con las nuevas tecnologías tenemos acceso a cosas que hace veinte o treinta años no teníamos, porque nosotros cuando éramos chavales no teníamos el acceso a la información que se tiene ahora, pero aún así no conoces todo, y aunque los que se mueven o han hecho cosas están ahí, hay otros muchos con muchísimo talento que, por la razón que sea, todavía no los has descubierto. Y esto te sirve siempre también para renovarte, conocer a otra gente, y siempre es importante fijarte, en el buen sentido de la palabra, en lo que hacen otros.
- ¿Le ha dedicado a alguien este galardón?
- Sí que lo dediqué. Por un lado, evidentemente, a familia y amigos. A familia porque, en concreto mis padres, siempre que pueden aún lo hacen, pero en otras épocas me llevaban, me traian, creyeron en mí... Esto que hace unos años se podía ver como un loco que escribía música y quería vivir de esto, ya no digo de la composición, que es difícil, sino de la música en general. Siempre me han apoyado, desde que tuve clara esta pasión, así que creo que se lo merecen porque siempre suelo tener reconocimientos hacia ellos, pero esto en concreto me apetece. Igual que a amigos que te apoyan, el cariño de gente de casa, de los vecinos, del pueblo, de Toro y de Zamora, pero también gente que te sigue por redes por tu actividad musical, y a algunos, muchos de ellos, nunca los he visto en persona, pero se siente el cariño y es de agradecer que la gente se fije en tu trabajo. Pero sí particularmente he querido hacer un pequeño, no sé si llamarlo homenaje, pero sí mi pequeño recuerdo, que para mí es muy grande, y seguro que ella lo ha recibido así, a Ángeles de la Sota, por la que tuve un recuerdo especial porque sé que se alegraría infinito y, además por ser estos premios, que ella siempre ha estado muy metida en el mundo del cine, de la música más cinematográfica. Y siempre se alegraba de todo lo que me iba pasando, hablábamos, disfrutábamos de los proyectos y yo le hacía partícipe siempre, aunque ella vivía en Galicia, por teléfono o cuando venía aquí a Toro, y desgraciadamente la hemos perdido, pero creo que ha sido tan grande ese aura que ha tenido que, aunque no esté físicamente, Ángeles estará siempre en la gente que la apreciábamos y la queríamos. Y es mi particular homenaje, este premio en concreto, primero porque está un poco reciente su fallecimiento, y luego porque el tipo de premio que es, vinculado al cine, le haría mucha ilusión.
- ¿Qué supone para usted este premio, tanto personal como profesionalmente?
- Personalmente, estoy en una nube, siento mucha satisfacción. En tu trabajo hay esos escalones que vas subiendo, que sabes que tienes que ir uno a uno. Y bien es verdad que el trabajo da sus frutos, pero seamos realistas, porque hay gente que trabaja mucho y no tiene esa repercusión, y no por eso es menos profesional ni trabaja menos. Tengo que ser agradecido porque es verdad que en mi caso, horas y trabajo hay muchísimo, pero luego, esa parte en la que dependes de otros está saliendo bien, en el sentido de que la gente valora tu trabajo y le está gustando. Y estos años voy subiendo peldaños, y es verdad que ahora, a lo mejor, he podido saltar tres de golpe, lo que es una satisfacción personal que te hace aprender, mejorar, y ver ciertos objetivos que te has planteado, o ilusiones, o sueños, más cerca. A nivel profesional, mi experiencia me dice que estas cosas siempre te traen otras cosas, contactos, posibles trabajos, posibles estancias en sitios, como certámenes, festivales... y al final es muy importante estar en los sitios, independientemente de que no estés nominado o no ganes nada, porque este mundo depende del contacto con las personas, y los compositores parece que estamos en una burbuja, en nuestra casa, encerrados, locos, con el pelo largo, sin pasar por la ducha seis días, fumando... En fin, bromas aparte, yo tengo comprobado que cuando vas a los sitios estableces el contacto y la gente te ve persona, que es lo que eres, así que si tú sabes convivir con toda esa gente todo es más fácil, y estas cosas al final, a mí me ha pasado, todo lo que he tenido este año de estar de obras obligadas en certámenes es gracias a que has estado antes en otro sitio, o te han premiado en otro sitio o han contado contigo en otro sitio; allí conoces gente, que te ve normal y corriente, que haces bien un trabajo y gusta, y salen otras cosas. Estoy convencido de que este premio, por su dimensión, aunque es pronto para decirlo, traerá cosas importantes, y, de hecho, me he venido de Úbeda ya con teléfonos y contactos y gente interesada en cosas, así que, mejor síntoma que ése, ninguno.
- ¿Cómo ha sido el proceso hasta llegar al premio?
- Son unos premios que el año que viene harán su edición décimo quinta. No son en el tiempo como pueden ser unos Oscar, ni mucho menos, ni con esa repercusión, pero sí es verdad que en España son los premios de música audiovisual y de artes escénicas más importantes. Está todo muy bien organizado desde el principio por parte de Film Music Festival, que es como se llama la asociación que los organiza, y están muy bien considerados siendo "bebés" todavía porque llevan aún pocas ediciones. La Asociación, en su día, pensó que podía estar muy bien tratar de valorar más el trabajo de esos músicos que aportan significado a una película, un corto, una obra de teatro, una promoción o un concierto en un auditorio, que son los que a veces menos plazos tienen para trabajar. Por eso decidieron crear varias categorías, y en los últimos años han ido sumando algunas, y así, este año se ha incluido el premio a las artes escénicas. La categoría en la que yo he participado es la de libre creación. En cuanto al proceso, tú puedes presentar un trabajo, con el requisito de que tenga algo de lenguaje cinematográfico. La presentación de candidaturas es internacional, y este año entre todas las categorías se han presentado unos ochocientos trabajos, y por cada categoría se seleccionan diez, de entre los que se otorgan tres premios. En mi categoría se presentaron algo más de doscientos treinta trabajos de varios países, y entre los nominados había obras de Suiza, de Francia, de Estados Unidos, de Irlanda, de Reino Unido y de España. El director del festival comentó que entre todas las categorías se habían presentado trabajos de cerca de cuarenta países. Cuando reciben todas las candidaturas necesitan mucho tiempo para valorar todas y decidir qué diez obras eligen. Para mí, presentarme ya era genial, así que cuando me vi entre los nominados, para mí eso ya era el premio, pasar un fin de semana en Úbeda, donde este año se ha celebrado la gala, que la van rotando por ciudades vinculadas a festivales de cine, conocer gente, disfrutar... y cuál es mi sorpresa cuando llega la gala y me conceden el tercer premio... Es un sueño, sobre todo porque vas con otras expectativas, yo creo que a estas cosas hay que ir siempre con los pies en el suelo y para disfrutar y aprender. Así que es una satisfacción enorme que te hace seguir motivándote. Y estamos hablando de que han conseguido premio, por ejemplo, series muy mediáticas, como "La casa de papel", cortos con actores superfamosos, la obra de teatro premiada está protagonizada por Concha Velasco... Y en España hay mucho talento, he descubierto gente que no conocía en este campo que son brutales, es muy importante haber podido vivir esta experiencia porque, sobre todo, es apredizaje.
- ¿Ha estado nominado junto a otros autores que son referencia para usted o a los que admira?
- En concreto había un par de ellos que, por supuesto, los admiro y los tengo como referentes. El autor de Irlanda me parece que hace un trabajo increíble, y el de Estados Unidos también. Y los autores españoles llevan en esto mucho tiempo, pero el que más me hizo ilusión que estuviese fue Óscar Navarro porque ha sido mi maestro, ahora también amigo, quien ya tiene varias nominaciones a estos premios y dos galardones en otras ediciones, así que estar nominado junto a él ha sido un honor, y además significa también que la gente ve que tu trabajo puede estar acorde al de gente que idolatras y que tienes como referente, y eso que yo, aunque viviera ocho vidas nunca llegaré a ser como es Óscar Navarro y como trabaja. Pero es gente profesional que no te conoce y sólo te valora por tu trabajo, así que es síntoma de que vas por el buen camino. Yo no he engañado nunca a nadie pensando que puedo hacer música de un nivel al que hoy por hoy no llegaría, sino que he seguido siempre unos pasos, un objetivo, tiene que haber una parte creativa y una técnica que tienes que seguir mejorando, y eso lo tengo claro. Yo tenía claro que el título que quería era la licenciatura para ser profesor de instituto, que es algo que me encanta y con lo que disfruto, pero en España parece que si no tienes un título en algo no puedes ser profesional, y creo que ya tenemos que cambiar esa forma de ver las cosas... Éste es mi proyecto, yo me he querido ir formando extraacadémicamente, y probando y cultivando la parte creativa, y con ello pretendo dotar a bandas de música original de un cierto nivel, irlo mejorando, y mostrar un estilo que guste y que sea reconocible, porque yo sé lo que puedo hacer y lo que no, y es un proyecto que me está dando muchas satisfacciones y que es una muestra de que se pueden hacer cosas con amor a lo que haces, pasión, respeto. Estoy convencido de que todas las personas pueden aportar algo en esta vida, y el error es tratar a las personas por categorías en función del título que tengan, de qué familia sean, de dónde vengan...
- Cada compositor, como el resto de artistas, tiene un estilo que lo define, ¿no es así?
- Por supuesto. Yo a veces he escuchado comentarios del tipo "se nota que es de David" con tono despectivo, y, sin embargo, a mí me alivia que sea así, porque si pareciese de otro se podría pensar que hago una copia. Una de las cosas que me dice la gente y que me halaga más es lo de "se nota que es tuya", y es que eso significa que poco a poco estás creando ese sello particular que es el tuyo, ni mejor ni peor, el tuyo, y es el público el que tiene que decidir si lo consume o no, o si le gusta o no, porque el público es el juez más soberano. Se nos olvida que toda la música no se puede meter en el mismo saco porque la música también es funcional, es arte y tiene un componente de belleza y de expresión, pero también a veces es funcional, y no es lo mismo la música de fiesta, que la música culta, o la que está pensada para acompañar un anuncio, o una banda sonora de una película..., es que hay tanta variedad, y todo es respetable. Y tener tu propio sello es bonito porque sigues tu camino para, mejor o peor, hacer algo tuyo, original. Tú tienes que manejarte con tus recursos, cada uno valemos para una cosa y tenemos unas herramientas, que se pueden ir completando con otras nuevas; tú tienes tu sello, que lo vas ampliando, pero siempre en tu línea, y yo creo que eso es algo vital y que no haces conscientemente. Lo importante es que generes un proyecto, y antes hay que poner negro sobre blanco... En mi caso, qué quiero con la música, a qué opto, qué es lo que me apasiona y qué creo que puedo hacer mejor o me gusta más, o ambas cosas. Pero siempre hay que ser realista. Por ejemplo, yo, en mi faceta como instrumentista, una cosa es que sepa tocar el saxofón y otra cosa es que yo fuese a poder vivir de este instrumento; como director, nunca me he considerado director porque dirijo mucho, pero dirijo mi música, es verdad que los años con La Rondalla de Toro me sirvieron de mucha experiencia, así como otras agrupaciones, pero ya no quiero dirigir obras de otros que, a lo mejor, no tienen el resultado que el compositor quiso y tú no estás cualificado al cien por cien para hacerlo. Pero qué es lo que me gusta y creo que se me da un poco mejor, componer, pues dentro de mis niveles genero ese proyecto. Y cuando tienes claro el proyecto, hay que aprender, pero siguiendo tu proyecto.
- Siendo músico, y pudiendo optar a comunicarse de diversas formas, musicalmente hablando, ¿por qué se ha decidido por la composición?
- Es verdad que el piano me permite expresar mucho, comunicar mucho, cosas que a veces no te atreves, o no puedes, o no quieres decir con palabras, y el piano es mi evasión y me permite sacar lo que llevo dentro. Pero no soy pianista, es mi herramienta para componer. En cuanto al saxofón, ya no lo toco, aunque puedo matar el gusanillo tocando en alguna procesión o con alguna agrupación algún día al año de forma puntual. Pero al final yo creo que lo que me hace más feliz y con lo que más expreso y más llego a la gente, que también es una forma de llegar a ti mismo, es la composición. Y la elegí por eso, porque es mío, me encuentro más cómodo, aunque hay mucho trabajo detrás, y tanto en la dirección como en la interpretación no me encuentro tan cómodo y no disfruto tanto.
- ¿Siempre le gustó la composición o hay un momento en el que decide formarse para componer?
- De niño, la música me obsesionó desde el primer momento. Es verdad que cuando tenía cinco años mi padre me quiso llevar con el maestro Jesús de la Sota, y basta que un padre diga "so" para que tú digas "arre". Pero al año siguiente yo le supliqué que me llevara, y bendita la hora. Entonces, yo de pequeño chapurreaba con los típicos órganos Casio y juntaba notas, a veces intuitivamente, y cuando ya empecé las clases siempre noté que había algo ahí, pero no sabía muy bien si era pianista, si quería ser intérprete, y luego las bandas tienen unos instrumentos maravillosos, y España es un país de bandas, y es familia, así que a la banda vas porque es el sitio donde puedes desarrollar lo que estás aprendiendo, y ahí ves que la música es tu mundo. Pero esto de juntar notas, las primeras marchas de Semana Santa hechas a mano, porque no existían estos programas que ahora te dejan todo tan impecable..., yo creo que estaba ahí el germen, pero tú no eres consciente. Y ya en la adolescencia, cuando empiezo a hacer estos primeros pasodobles o alguna marcha, o la obra homenaje a Jesús de la Sota cuando se jubiló, y ves que necesitas hacerlo, sin apenas conocimientos. Y ya cuando ves que haces cosas un poquito más serias, yo creo que "Legados" marca un antes y un después en mi carrera, y ves que tienes que seguir por ahí, es cuando decido dar el paso de formarme mucho más para poder evolucionar, contactar ya con Óscar Navarro... En fin, no hay un día en el que diga que quiero ser compositor, sino que lo voy siendo sin darme cuenta. Y cuando maduras un poco y llegas a cierta edad, y haces ciertas obras, te das cuenta de que lo has sido antes, pero que te tienes que formar mucho más y que lo deseas con todas tus fuerzas. Yo creo que eso es lo que me ha pasado a mí, que posiblemente sea un caso muy similar al de la mayoría de personas que desarrollan un arte, escribir, pintar, hacer una escultura... Es un poco el día a día, yo creo, de cualquier persona que desarrolla una faceta artística.
- Y la pregunta típica y obligada... ¿el compositor nace o se hace?
- Aquí puedo caer en que haya gente que piense que los artistas somos un poco arrogantes, pero estoy convencido de que tiene que nacer. Es como el cariño, el cariño tiene que salir de dentro, porque si no, al final se nota que no es sincero. El ser humano es cabeza y corazón, y hay que saberlos combinar. Yo, por ejemplo, recursos un poco más avanzados tengo desde los últimos ocho años, pero reconozco que tengo algo dentro que, a veces, con cuatro acordes al piano puedo emocionar. Si te emocionas tú primero es muy fácil que emociones a los demás, y para esto creo que tienes que llevar algo, que no digo que sea ni mejor ni peor, y, ¡ojo!, que no nos malinterprete nadie porque no hablamos de genios, ni mucho menos, pero sí algo que te salga de las entrañas, tanto para lo bueno como para lo malo. Por eso, uno de los mayores piropos que me pueden decir es que mi música transmite, emociona.
- ¿Y no es mejor para un artista ser capaz de emocionar que el hecho de que se reconozca que tiene una técnica muy buena?
- Por supuesto. Porque puedes ver un cuadro que a lo mejor no es tan perfecto técnicamente, pero te ha embelesado. Es lo que busca el creador. Y estoy muy de acuerdo con el hecho de que, si tienes algo dentro, te formes y lo aproveches para poder llegar a más cosas, porque si ya tienes lo dificil, que es poder crear algo que emocione o que diga algo, fórmate para que ese algo llegue a más. Pero es más importante tener eso que lo técnico, porque lo técnico se aprende, pero estas cosas son innatas, aunque luego haya que desarrollarlas. Creo que tu proyecto es el que es, la gente ya lo conoce de sobra, y no engañas a nadie, con tus virtudes y tus defectos, y yo creo que hay que ser fiel y, sobre todo, amar y respetar lo que se hace, y respetar a los demás y tener la mente abierta para sumar de todo.
- ¿Cuál es su objetivo vital a través de la música?
- Mi objetivo es ser feliz. No quiero hacerme famoso ni que me pongan una estatua en nigún sitio, porque esas cosas te honran, son motivo de orgullo, pero no son lo más importante. Quiero acabar con una frase que me parece importante, hay una filosofía de vida que valoro mucho, que es cuando la gente te pregunta "¿cuál es tu objetivo en la vida?", y llega uno y dice que quiere ser el autor español de música para banda más interpretado de España, y el otro quiere tener una empresa y ser el Amancio Ortega del siglo que viene, y cosas así... Yo creo que hay que resumir todo en una frase, que es "ser feliz", porque la vida se vive una vez y, evidentemente, no es un camino de rosas y hay momentos mejores y peores, pero si haces las cosas para ser feliz, lo que venga o lo que tenga que venir es para darte felicidad y disfrutar, y eso también hace que des felicidad a los demás, y luego lo demás vendrá. Es verdad que a veces hay que renunciar a cosas, pero hay que tener los criterios claros para no renunciar a todas, y sobre todo a las importantes, porque, en mi caso, esto está durando unos años, pero quién te dice que el año que viene dejen de interpretarte y de llamarte y no hagas nada... Los amigos y la familia seguirán estando ahí, lo que no estaría ya es la música o tantas bandas. Por eso, al final, creo que hay que saber articular bien lo personal y lo profesional y, sobre todo, marcarte objetivos para encontrar la felicidad. Y cada uno la encuentra a su manera... ¿dónde están los parámetros de lo importante o lo no importante, la felicidad y la infelicidad? Es lo que se nos olvida a veces, que cada uno tiene sus prioridades, sus objetivos, y tiene sus vehículos para tratar de conseguir la felicidad, y todos son respetables, y nadie es más que nadie por hacer algo más mediático o algo más íntimo.
Pedro | Domingo, 08 de Diciembre de 2019 a las 16:12:02 horas
Bonitas palabras, David, sinceridad, aprecio, emoción pero sobre todo sencillez.
Felicidades y mi enhorabuena
Accede para votar (0) (0) Accede para responder