CINE Y TELEVISIÓN
E.T. vuelve a la Tierra por Navidad
El extraterrestre del dedo luminoso regresa en un anuncio de telefonía y televisión por cable    
   
	    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        
    
    
    Después de 37 años, E.T. vuelve a visitar a su amigo, Elliott, por las vacaciones de Acción de Gracias y Navidad. Durante su estancia, E.T. descubre que Elliott ahora tiene una familia propia y que la tecnología ha cambiado completamente en la Tierra desde su última visita.
	
	
        
        
        			        			        			        
        
                
        
        El regreso de E.T., la gran creación de Spielberg de los años 80, un reclamo muy nostálgico, ha sido utilizado por la compañía Comcast, propietaria de Universal Pictures, para un anuncio de su servicio de telefonía y televisión por cable, Xfinity. 
 
Durante 4 minutos de duración del anuncio, olvidándonos de que no es más que un reclamo para "vender", regresamos, con Elliott (el actor Henry Thomas) y E.T., a un mundo en el que, 37 años después, Elliot ya es un padre de familia que vive con su propios hijos en un barrio residencial, aunque aún se escucha la misma melodía de John Williams y las bicis siguen pudiendo volar... ¿Por qué no?
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                                                                            	
                                        
                            
    
    
	
    
El regreso de E.T., la gran creación de Spielberg de los años 80, un reclamo muy nostálgico, ha sido utilizado por la compañía Comcast, propietaria de Universal Pictures, para un anuncio de su servicio de telefonía y televisión por cable, Xfinity.
Durante 4 minutos de duración del anuncio, olvidándonos de que no es más que un reclamo para "vender", regresamos, con Elliott (el actor Henry Thomas) y E.T., a un mundo en el que, 37 años después, Elliot ya es un padre de familia que vive con su propios hijos en un barrio residencial, aunque aún se escucha la misma melodía de John Williams y las bicis siguen pudiendo volar... ¿Por qué no?




















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