Manos de Madre

Como ya es tradición en la ciudad de Toro, durante la festividad de la Inmaculada Concepción las Cofradías Virgen de la Soledad y Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla han celebrado el Besamanos a la Virgen de la Soledad en la sede de estas hermandades, la iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina. Así, desde las 11.00 hasta las 19.00 horas la bella y delicada imagen de la Soledad permaneció expuesta en el altar mayor del templo, donde todos los toresanos que así lo desearon pudieron admirar su rostro a su misma altura y besar sus manos, que ofreció, como madre que es, a todos los que a ella se acercaron.

El acto central se celebró a las 18.00 horas, con el rezo del Ángelus y de una oración por los difuntos, especialmente por los de ambas cofradías, dirigidos por el párroco local José Alberto Sutil. Además, el presidente de la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla, Crescencio Álvarez, dirigió unas palabras a los fieles asistentes, en las que ofreció una breve reseña sobre la advocación y devoción a la Inmaculada Concepción, así como un esbozo de la creación de estas dos cofradías toresanas, y recordó que "hoy, 517 años después, transformada la advocación inicial por la de Nuestra Señora de las Angustias en su Soledad, tus cofrades devotos y toda la ciudad, acuden a esta tu casa a depositar sus ósculos, plegarias y peticiones". Y para finalizar, añadió que "quién mejor que ella para abrir y disponer los corazones para que esta Navidad no tenga las características de ser sólo una fiesta más, o mejor, la fiesta de las fiestas, donde hay de todo, pero donde se siente muchas veces un vacío, precisamente por no haber dispuesto el corazón para hacer ahí el Adviento, la llegada, la recepción y la acogida para el recién nacido", y es que "María es un signo anticipado: de limpieza, de belleza, de santidad, de perfección, de plenitud, de vida nueva, de victoria pascual".

A continuación, la Asociación Musical "La Mayor", bajo la dirección de José Manuel Chillón, interpretó el Himno de la Virgen de la Soledad, compuesto por el propio Chillón. Para concluir el acto, la presidenta de la Cofradía Virgen de la Soledad, Flor Fernández, se dirigió a los presentes para agradecer su asistencia, "tanto de las diferentes cofradías, como de autoridades, efectivos de Protección Civil y, sobre todo, de los toresanos", y dedicó un agradecimiento especial "a la Cofradía de Jesús y Ánimas por su ayuda".

Por último, como señaló Fernández, "llegó llegó el momento más importante y más emotivo para la Cofradía Virgen de la Soledad, que fue un momento muy especial y significativo", y que consistió en el regalo, por parte de los Abades de 2018 de la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla, de un llamador nuevo para el paso de la Soledad, "un llamador digno de ella, para que pueda lucirlo cuando salga procesionando por las calles de Toro y junto a todos los hermanos de la cofradía", motivo por el que aseguró, tras su entrega a la Junta Directiva de la Cofradía Virgen de la Soledad, que "sólo puedo deciros gracias, gracias y mil gracias por este regalo, que sabemos que lo hacéis con toda vuestra devoción".

Concluido el acto, los toresanos continuaron pasando a besar las manos de la Virgen, demostrando así "el cariño que le tienen a la Virgen de la Soledad".

Por su parte, el presidente de la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla, Crescencio Álvarez, reconoció que "me siento satisfecho por la respuesta de los toresanos y estoy contento con el resultado", y resaltó que a lo largo del día la asistencia de fieles "fue un goteo casi constante y hubo bastante gente durante el acto, que quedó muy digno", y es que, en su opinión, "es muy bueno que la gente se sienta implicada". Además, subrayó que "estamos muy contentos y muy agradecidos al Coro "La Mayor", que participó de forma desinteresada", y añadió que "es un detallazo por parte de los Abades de 2018 el regalar el llamador para la Virgen".

* Fotos: momentos del Besamanos (fotos Marisol Cámara)