Viernes, 19 de Diciembre de 2025

Kebedo
Domingo, 22 de Diciembre de 2019
PREGUNTA

¿Qué clase de clase política es esta?

[Img #32890]Estamos acabando el año, llevamos dos procesos electorales desde Abril y vamos camino de un tercero –parece ser que no votamos bien en las dos ocasiones anteriores- , tenemos un gobierno “en funciones” desde hace año y medio que está “funcionando” aún con los presupuestos de Montoro-Rajoy, que para no querer ni verlos se los están comiendo con patatas.

El PSOE, nos guste o no, ha sacado mayoría en los dos intentos y en el segundo, nos guste o no, apenas ha perdido fuelle cuando muchos vaticinaban desastre. Sin embargo, el desastre fue para Podemos y, mucho más, para Ciudadanos que acabó con la dimisión de su líder Rivera.

El PP, que en las elecciones de Abril quedó defenestrado y Casado poco menos que en la calle, han resucitado, tanto el uno como el otro, no por sus aciertos, desgraciadamente, sino por las meteduras de pata de sus rivales, Sánchez incluido, que no supo jugar bien sus bazas.

Podemos, que pudo ser aliado del PSOE en las elecciones de Abril, quiso abarcar por las malas lo que no había conseguido por las buenas y evitó, por segunda vez, la formación de un gobierno progresista que, según sus propias palabras, orearan un poco la política española. ¡Menuda manera de orear!.

Con éstos mimbres no hubo forma de hace un gobierno de coalición, ni por la derecha, ni por la izquierda del partidos socialista, y mira que estaba fácil la asociación entre el PSOE Y Cs. Bien es verdad que, si Casado te dice desde un principio que no quiere verte ni en pintura, es bastante complicado intentar un entendimiento. Y si Rivera, con la iluminación que le llegó –y le cegó- creyéndose que iba a desbancar a los mismísimos leones del congreso, te dice que eres un apestado y que contigo no va ni al bar, pues eso, que no fueron ni al bar, ni de merienda, ni de nada.

Todo esto es lo que me espeta mi vecina Marisol cada vez que me encuentra. Marisol dice, además,  que Sánchez no hizo el esfuerzo suficiente para negociar con uno y con el otro, a pesar de esas negativas tan tajantes. También opina que Sánchez pudo endiosarse y quiso provocar las segundas elecciones con la intención de sacar aún más escaños, y le salieron dos de menos. No sé.

Y aquí estamos, a las puertas de las Navidades, sin resolver el asunto y lo que es peor, con pocos visos de que se resuelva. Porque, dice mi vecina, -¡cómo es posible que los políticos actuales estén comportándose como verdaderos energúmenos, que no sean capaces de ponerse de acuerdo y que hayan pasado nueve meses sin parto!-.

Y tiene razón. Pero lo peor de todo es la cantidad de sandeces que tenemos que aguantar de éstos revientaescaños que parece que están haciendo el concurso del disparate. Sin ir más lejos, el alcalde de Madrid, señor Almeida ha pasado en un tiempo récord de querer fulminar todo el proyecto de Madrid Central, ideado por Carmena, a autoproclamarse el alcalde más ecologista del mundo y declarar a la capital como la más verde de la historia. Todo muy lógico. Hace un par de días, la señora Ayuso, ha dicho que para qué va a sacar adelante unos presupuestos si, en el próximo gobierno, es posible que tengamos a un etarra como ministro. ¿Está bien de la cabeza ésta mujer?. Ni que decir tiene la barbaridad que soltó Cayetana cuando dijo que la situación actual, refiriéndose a la posible dependencia de los nacionalistas catalanes, es peor que cuando los hijos de puta de los etarras asesinaban un día sí y otro también. Se puede ser dura, si es que ese es su estilo, pero no estúpida.  Y ni que decir tiene las lindezas de Ortega-Smith o de la pareja de badulaques, diseñadores y promotores de lofts ilegales, los Espinosa de los Monasterios que cada vez que abren la boca es para faltarle al respeto a alguien, bien por su procedencia, por el color de su piel, por su condición sexual o, simplemente, por ser mujer. -Sigo alucinando-, apostilla Marisol, –con lo que tienen que aguantar las féminas en las familias de esos cavernícolas, no las entiendo-. Ni yo tampoco.

Y por el otro lado los independentistas, que yo creo que aún no se han dado cuenta de que si Torra convoca elecciones en su tierra o vamos todos a las terceras, pueden perder mucho más de lo que tienen y pueden destripar la oportunidad de conseguir ahora algo, si es que tienen algo que conseguir, que esa es otra. Claro, también es verdad que, como dice mi vecina, si los independentistas, cuando ven pasar un canario volando, le hacen la ola porque piensan que es uno de los suyos, ¡qué vas a esperar!.

Y, a todo esto, Sánchez ¿qué, otra vez campeón de Europa?. No nos dice cómo van las negociaciones –y los repartos- con Iglesias, no nos dice cómo van las reuniones con Esquerra; tampoco sé si nos lo tiene que decir pero, estoy seguro de que si, de vez en cuando, diera algún comunicado con las cosas que están negociando,  se evitaría muchos improperios y todos sabríamos “de qué va la vaina”. Insisto, no sé si debe dar explicaciones de lo que se negocia pero, con todo lo que criticó a Rajoy por ser “el rey del plasma”, ahora debería ir tomando nota e ir contándonos lo que pasa. -Y no estoy muy segura de si me iba a gustar lo que nos contase-, remata Marisol.

Los independentistas está ahora muy creciditos con el varapalo que le ha dado el tribunal europeo al supremo español con el asunto Junqueras y Puigdemont. Aunque, en realidad, no deberían estar tan eufóricos porque el tribunal europeo lo único que ha dicho es que debería habérsele permitido a ambos ir a recoger sus actas de eurodiputados, y nada más. Ni se ha metido con los juicios celebrados aquí, ni con las sentencias dictadas, ni con otra cosa que pudiera modificar en modo alguno el tenor de lo juzgado y sentenciado. Pero ya hemos dicho lo del canario, como es amarillo, es independentista.

Y así podríamos seguir con Iceta, por ejemplo, que está descosido y cualquier día romperá la camisa, aunque nunca sabremos realmente de qué lado está porque depende mucho del viento que le sople por la mañana. Podríamos hablar de García Egea, Don Teodoro “el de los titos”, que cada vez que habla sube el pan porque no dice más que obviedades, que no aporta nada y es un vacío lingüístico y político.  Y de un montón de seres inútiles, a los que no hemos elegido porque nos han venido impuestos en una lista de agradecimiento de favores, que han ido, tanto al Congreso como al Senado, a vivir de la sopa boba, a pulsar el botón que le indique su partido correspondiente sin saber siquiera si lo que votan es bueno para España, simplemente saben que se lo ha ordenado el jefe.

Así que, la pregunta que se hace mi vecina es -¿Qué clase de clase política tenemos en España?- no valen ni para hacer sopa.

Me viene a la memoria la magnífica presencia, saber estar y la educación de las que ha hecho gala Agustín Javier Zamarrón, que ha sido presidente del Congreso, en las dos últimas tomas de posesión, por ser el diputado de más edad, y que nos ha dado a todos una lección de cómo hay que comportarse en una cámara cuando estás representando a un país y a unos electores y que no estás ahí para hacer el zángano y a comportarte como una verdulera, en el peor sentido de la acepción y con todo mi respeto para esas trabajadoras. Ese señor es una envidia.

Kebedo.  

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