Martes, 16 de Diciembre de 2025

Eugenio de Ávila 1
Lunes, 30 de Diciembre de 2019
REINO DE LEÓN

Zamora tendrá lo que los zamoranos nos merezcamos

Miseria económica, cultural y política

[Img #33244]

Como se sabe, soy jacobino. Ahora bien, en el  actual estado de cachondeo autonómico, secesionista y de taifas, corruptas o enclenques,  considero que las tres provincias del Reino de León poseen razones de sobra, desde las históricas hasta las económicas y demográficas, para constituirse en una comunidad autónoma diferenciada de Castilla.

Sugiero a los economistas, leoneses o castellanos, que realicen un análisis comparativo que esclarezca cómo les ha ido a los ciudadanos de las  tres provincias leonesas desde que se nos dio la autonomía hasta la fecha, respecto al eje Valladolid-Burgos. Después exijo al PSOE y al PP, tanto monta, monta tanto, que expliquen a los zamoranos y a nuestros hermanos del norte y del sur las razones de esas descomunales diferencias entre unos y otros, iniciadas desde que Europa quiso que las regiones y provincias españolas se equipararán, que los desniveles económicos y demográficos entre Valladolid y Zamora se aminorasen, que se pareciesen, verbigracia, a los de principios de la anterior centuria. Y también pregunto a los dirigentes de esta autonomía por qué, cuando Felipe González, en principio, y después Aznar, que hablaba catalán en la intimidad; el tal Zapatero, que Marx confunda; el dúo estático y felón, Mariano&Soraya, y el actual presidente bonito, Pedro Sánchez, privilegiaron a vascos y catalanes en detrimento, en perjuicio, de los ciudadanos de Castilla y León, guardaron silencio y comulgaron con hostias de apatía y felonía.

Recuerdo que  la colosal cantidad de dinero que llegó de Europa se repartió, según criterio de los ejecutivos autonómicos, siempre del PP, menos el interregno socialista, a su libre albedrío, dejando la sustancia en Pucela y Burgos, la primera ciudad que traicionó a los comuneros, y ofreciendo limosnas a las provincias leonesas, las que de verdad necesitaban esa ayuda europea. Aquí, populares y socialistas zamoranos dieron la callada por respuesta. Nadie protestó. Lucas, sobre todo, el gran felón de J. Antolín Martín, que, hasta las últimas elecciones, vivió  a cuerpo de rey en el Senado, se encargó de inyectar al eje del mal castellano dosis extraordinarias de pasta procedente de Europa. Después Herrera hizo el resto. Ahora Mañueco continuará con esa injusta tarea.

No me extraña que ahora el PP y el PSOE de Zamora estén en desacuerdo con el alcalde de León y su declaración de autonomía para el viejo reino. No les interesa. A nuestros socialistas que su líder, Pedro Sánchez, negocie con golpistas les trae sin cuidado. ¡Qué más da! Lo importante es seguir viviendo de la bicoca política. Y a los populares, que tanto daño han hecho a  Zamora, León y Salamanca desde los ejecutivos autonómicos, les gusta más que Mañueco, otro traidor del leonesismo, gobierne, desde Valladolid, nuestra pobre provincia.

Quizá los procuradores populares y socialistas apuesten, porque así lo desean, por una Zamora más deshabitada, toda ella un desierto demográfico; con menos industria y que la poca que existe desaparezca; que sigamos siendo la provincia española con menor capacidad productiva, la de las pensiones más bajas, la más envejecida, para dedicarla a nuestra gran industria: residencias para mayores. Zamora, la ciudad pretérito; Zamora, la provincia páramo, la reina de la apatía, monarca de la cobardía, tendrá lo que se merece: miseria económica, cultural y política.

Zamora, como han demostrado los datos del último estudio demográfico, se desangra, pierde población, los viejos se mueren y los jóvenes huyen; pero también esta autonomía languidece, entra en retroceso, enferma, se muere, sin que sus dirigentes reclamen daños y perjuicios a los jerarcas del PSOE y del PP. Entre los hunos y los otros, vividores  todos de la política, hemos permitido que nuestra gente viva peor que vascos, con sus cupos y foralismo medieval,  y catalanes. Los zamoranos nos cruzamos de brazos desde que el felipismo desinvirtió en nuestra tierra, y los leoneses y castellanos, por inercia o por cobardía, recibimos ahora retraso económico y desiertos demográficos. Tenemos, insisto, lo que un pueblo pasivo, inerte, indiferente  y cobarde se ha merecido.

Eugenio-Jesús de Ávila

Comentarios (1) Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.29

  • Manuel S. D.

    Manuel S. D. | Lunes, 30 de Diciembre de 2019 a las 23:23:39 horas

    Suscribo totalmente lo dicho en tu articulo.

    Accede para responder

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.