DENUNCIAS
Olivares, un paseo impracticable
Un parque, con caminos por los que no se puede ni pisar
El material compacto de que están compuestos no permite filtraciones para que el agua desaparezca, perdiéndose en las capas inferiores del terreno.
Aunque los días son fríos, alguna tarde asoma el sol para invitarnos a dejar las cuatro paredes de casa. Privilegiados como somos, teniendo un río como el Duero, en la misma ciudad, los caminos ribereños resultan ideales para el paseo. Lástima que no estén adecuados para ello. Disculpando las zonas que la última crecida cubrió con sus aguas y que quedan a la espera de que, desde el Ayuntamiento, tengan a bien reparar, para que puedan ser transitables. Hay otros caminos donde ninguna avenida de aguas ha afectado, pero por los que sencillamente no se puede pasar.
Son los paseos de Olivares. Simplemente, la lluvia formo sus charcos. El compacto material de que están compuestos no permite filtraciones para que el agua desaparezca, perdiéndose en las capas inferiores del terreno. Tampoco es posible, en estos días, que no se puede decir que caliente demasiado, que se produzca evaporación suficiente para eliminar el líquido y, como quien hizo el proyecto de parque no tuvo en cuenta que en Zamora también llueve, olvidó proporcionarle cierta pendiente u otro sistema de eliminación de aguas, para que la lluvia corriera sin quedarse estancada en determinados lugares. El resultado, barro, mucho barro, por donde no se puede pasar. Alternativa, no hay. O pisar por el césped, que no resulta muy recomendable, o buscarse otro lugar para estirar las piernas.
Lo descrito, no es consecuencia de una lluvia reciente. Hace semanas que no ha vuelto a caer una gota y, sin embargo, los charcos siguen ahí. Es el resultado de tres cosas: el mal estado de los caminos, para empezar, de la desidia de quien tiene que proceder a su conservación, porque siempre algo se puede hacer y, lo peor, de los operarios de jardines, que mueven vehículos pesados para realizar sus labores, deteriorando el firme. Los camiones y furgones hunden sus ruedas en los caminos, dando lugar a surcos que acumulan agua y sobre los que no es posible caminar. No cabe duda de que realizan su trabajo, pero, para arreglar una cosa, estropean otra.
Aunque los días son fríos, alguna tarde asoma el sol para invitarnos a dejar las cuatro paredes de casa. Privilegiados como somos, teniendo un río como el Duero, en la misma ciudad, los caminos ribereños resultan ideales para el paseo. Lástima que no estén adecuados para ello. Disculpando las zonas que la última crecida cubrió con sus aguas y que quedan a la espera de que, desde el Ayuntamiento, tengan a bien reparar, para que puedan ser transitables. Hay otros caminos donde ninguna avenida de aguas ha afectado, pero por los que sencillamente no se puede pasar.
Son los paseos de Olivares. Simplemente, la lluvia formo sus charcos. El compacto material de que están compuestos no permite filtraciones para que el agua desaparezca, perdiéndose en las capas inferiores del terreno. Tampoco es posible, en estos días, que no se puede decir que caliente demasiado, que se produzca evaporación suficiente para eliminar el líquido y, como quien hizo el proyecto de parque no tuvo en cuenta que en Zamora también llueve, olvidó proporcionarle cierta pendiente u otro sistema de eliminación de aguas, para que la lluvia corriera sin quedarse estancada en determinados lugares. El resultado, barro, mucho barro, por donde no se puede pasar. Alternativa, no hay. O pisar por el césped, que no resulta muy recomendable, o buscarse otro lugar para estirar las piernas.
Lo descrito, no es consecuencia de una lluvia reciente. Hace semanas que no ha vuelto a caer una gota y, sin embargo, los charcos siguen ahí. Es el resultado de tres cosas: el mal estado de los caminos, para empezar, de la desidia de quien tiene que proceder a su conservación, porque siempre algo se puede hacer y, lo peor, de los operarios de jardines, que mueven vehículos pesados para realizar sus labores, deteriorando el firme. Los camiones y furgones hunden sus ruedas en los caminos, dando lugar a surcos que acumulan agua y sobre los que no es posible caminar. No cabe duda de que realizan su trabajo, pero, para arreglar una cosa, estropean otra.


































Jose | Miércoles, 08 de Enero de 2020 a las 14:43:28 horas
Pues nada a comprarles barcas a los jardineros para que no pisen los caminos,lo primero del temporal es retirar todos los árboles caídos luego ya adecentar los caminos que se deterioren para llevar a cabo esa labor.el caso es protestar por todo si pasas por el camino de al lado el que pega al río esta todo destrozado por la bicicleta,que dejen de ir por hay también y vallan a la Plaza Mayor que hasta que descarten los adoquines tienen para rato y a los barrenderos que vallan por la carretera no siendo que desgasten las aceras
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