COSAS MÍAS
Sánchez dice que tiene una deuda con Cataluña... y la pagará
¿Sayago, Aliste, Sanabria, Los Valles de Benavente, Tierra de Campos, Tierra del Vino y del Pan, Toro, La Guareña, Zamora ciudad le deben algo a Cataluña?
¿Sayago, Aliste, Sanabria, Los Valles de Benavente, Tierra de Campos, Tierra del Vino y del Pan, Toro, La Guareña, Zamora ciudad le deben algo a Cataluña? ¿Los zamoranos, los que emigraron y los que nos quedamos a vivir en nuestra tierra estamos en deuda con aquella región del noreste español? No y no. Mil veces escribiría que no.
Esa región sí nos debe mucho, todo, al resto de España, la que dicen sus racistas que les robamos. Nos debe mano de obra, sobre todo andaluza, murciana y extremeña y alguna zamorana, poca, que fue explotada en las fábricas catalanas. Nos debe su industrialización, a cuenta de depauperar el resto de la geografía nacional, salvo la excepción vasca y madrileña. Nos deben sus privilegios.
Pero, según he escuchado, el presidente del Gobierno del Reino de España, Pedro Sánchez, ha dicho en el Senado, cámara de la bicoca, del chollo político, que hay “una deuda con Cataluña que va a pagar”. ¡La madre que me parió! Indignante.
¡Qué un socialista afirme que España, nación de la que las comarcas zamoranas forman parte, está en deuda con aquella tierra bañada por el Mediterráneo; que la región más favorecida por el Estado español, desde la Restauración Borbónica, pasando por la dictablanda de Primo de Rivera, a la II República, hasta la Dictadura de Franco y los gobiernos de González, Aznar, Zapatero, Rajoy y ahora Sánchez; a la que convirtieron en la más rica de España unos y otros, privilegiando su producción textil, con los célebres aranceles de Cánovas del Castillo, para encarecer los productos británicos, más baratos y mejor fabricados en origen, llevando factorías como la SEAT, refinerías de petróleo, la Olimpiada de Barcelona, promocionando el turismo en la Costa Brava, reitero me causa náuseas, me dan ganas de vomitar el alma, hasta la última gota del espíritu! ¿Dónde nos va a llevar este hombre?
Sánchez no gobierna España, le permiten administrar los impuestos de los españoles humildes. Su degradación ante el poder secesionista, partidos racistas, filofascistas en origen, como ERC -no olvide el lector que el fascismo italiano fue una escisión del Partido Socialista Italiano, al considerar Mussolini que se había aburguesado-, o la extrema derecha catalana, liderada en la Generalidad por Torra, y en Waterloo por Puigdemont, resulta patética, como hoy mismo se ha comprobado con esa reunión a enésimas bandas entre los jetas catalanes y los acobardados e inclinados ministros socialistas.
Estos malandrines del secesionismo racista catalán, hijos políticos de Jordi Pujol, el mayor ladrón que conociera la política mundial, autor de frases como “El andaluz es un hombre poco hecho, que vive en estado de ignorancia y de miseria cultural”; estos jetas que viven a cuenta de los impuestos de todos los españoles, como el grueso Junqueras, famélica legión, que considera que “los catalanes tienen más proximidad genética con los franceses que con los españoles; o el mítico, ya fallecido, líder de ERC, Heribert Barrera, que dejó escrito aquello de que “los negros tienen una inteligencia inferior. Se debería esterilizar al débil mental de origen genético”. Esto es Hitler, amigo. Monstruos todos. Totalitarios.
Ante esta gentuza se inclina este gobierno del PSOE. Cierto que, durante otros periodos de esta democracia de medio pelo, otros presidentes de gobierno, anteriormente citados, también “regalaron” más y más privilegios a estos bellacos y bribones políticos, representantes de la peor burguesía ibérica, asesinos de obreros anarquistas en los años del pistolerismo; golpistas siempre, desde 1926 al 1934, y hace un par de años, en 2017; educados en el odio a España.
Pero el sanchismo, ante su debilidad parlamentaria, pactaría con el demonio con tal de mantenerse en el poder. No hay dignidad, ni sentido del honor, ni hombres de Estado, en esta nación la más antigua de Europa, en quiebra moral y política. La económica está al caer. Tiempo al tiempo.
¿De qué se puede hablar con esta gentuza? ¿Permitirá que salgan de las cárceles los golpistas? ¿Concederá un referéndum sobre la independencia, que no contempla la Carta Magna? ¿Realizará más y más inversiones en Cataluña, en detrimento de las regiones más necesitadas del resto de España? ¡De qué coños se puede hablar con los enemigos de esta cándida, pobre y decadente democracia! Quizá de que el Barça gane todas las ligas hasta que logren la independencia.
PSOE y PP saben, pero nunca se atrevieron a lidiar este toro, que un cambio en la actual Ley Electoral fulminaría, para siempre, el chantaje perpetuo de los racistas catalanes y vascos, que amenaza con romper la unidad de la nación, quebrarla y conducirla al cantonalismo de la I República.
Nuestros políticos, todos, se doblegan ante los supremacistas catalanes. Al consentirlo, también los españoles demócratas nos sentimos humillados.
¿Sayago, Aliste, Sanabria, Los Valles de Benavente, Tierra de Campos, Tierra del Vino y del Pan, Toro, La Guareña, Zamora ciudad le deben algo a Cataluña? ¿Los zamoranos, los que emigraron y los que nos quedamos a vivir en nuestra tierra estamos en deuda con aquella región del noreste español? No y no. Mil veces escribiría que no.
Esa región sí nos debe mucho, todo, al resto de España, la que dicen sus racistas que les robamos. Nos debe mano de obra, sobre todo andaluza, murciana y extremeña y alguna zamorana, poca, que fue explotada en las fábricas catalanas. Nos debe su industrialización, a cuenta de depauperar el resto de la geografía nacional, salvo la excepción vasca y madrileña. Nos deben sus privilegios.
Pero, según he escuchado, el presidente del Gobierno del Reino de España, Pedro Sánchez, ha dicho en el Senado, cámara de la bicoca, del chollo político, que hay “una deuda con Cataluña que va a pagar”. ¡La madre que me parió! Indignante.
¡Qué un socialista afirme que España, nación de la que las comarcas zamoranas forman parte, está en deuda con aquella tierra bañada por el Mediterráneo; que la región más favorecida por el Estado español, desde la Restauración Borbónica, pasando por la dictablanda de Primo de Rivera, a la II República, hasta la Dictadura de Franco y los gobiernos de González, Aznar, Zapatero, Rajoy y ahora Sánchez; a la que convirtieron en la más rica de España unos y otros, privilegiando su producción textil, con los célebres aranceles de Cánovas del Castillo, para encarecer los productos británicos, más baratos y mejor fabricados en origen, llevando factorías como la SEAT, refinerías de petróleo, la Olimpiada de Barcelona, promocionando el turismo en la Costa Brava, reitero me causa náuseas, me dan ganas de vomitar el alma, hasta la última gota del espíritu! ¿Dónde nos va a llevar este hombre?
Sánchez no gobierna España, le permiten administrar los impuestos de los españoles humildes. Su degradación ante el poder secesionista, partidos racistas, filofascistas en origen, como ERC -no olvide el lector que el fascismo italiano fue una escisión del Partido Socialista Italiano, al considerar Mussolini que se había aburguesado-, o la extrema derecha catalana, liderada en la Generalidad por Torra, y en Waterloo por Puigdemont, resulta patética, como hoy mismo se ha comprobado con esa reunión a enésimas bandas entre los jetas catalanes y los acobardados e inclinados ministros socialistas.
Estos malandrines del secesionismo racista catalán, hijos políticos de Jordi Pujol, el mayor ladrón que conociera la política mundial, autor de frases como “El andaluz es un hombre poco hecho, que vive en estado de ignorancia y de miseria cultural”; estos jetas que viven a cuenta de los impuestos de todos los españoles, como el grueso Junqueras, famélica legión, que considera que “los catalanes tienen más proximidad genética con los franceses que con los españoles; o el mítico, ya fallecido, líder de ERC, Heribert Barrera, que dejó escrito aquello de que “los negros tienen una inteligencia inferior. Se debería esterilizar al débil mental de origen genético”. Esto es Hitler, amigo. Monstruos todos. Totalitarios.
Ante esta gentuza se inclina este gobierno del PSOE. Cierto que, durante otros periodos de esta democracia de medio pelo, otros presidentes de gobierno, anteriormente citados, también “regalaron” más y más privilegios a estos bellacos y bribones políticos, representantes de la peor burguesía ibérica, asesinos de obreros anarquistas en los años del pistolerismo; golpistas siempre, desde 1926 al 1934, y hace un par de años, en 2017; educados en el odio a España.
Pero el sanchismo, ante su debilidad parlamentaria, pactaría con el demonio con tal de mantenerse en el poder. No hay dignidad, ni sentido del honor, ni hombres de Estado, en esta nación la más antigua de Europa, en quiebra moral y política. La económica está al caer. Tiempo al tiempo.
¿De qué se puede hablar con esta gentuza? ¿Permitirá que salgan de las cárceles los golpistas? ¿Concederá un referéndum sobre la independencia, que no contempla la Carta Magna? ¿Realizará más y más inversiones en Cataluña, en detrimento de las regiones más necesitadas del resto de España? ¡De qué coños se puede hablar con los enemigos de esta cándida, pobre y decadente democracia! Quizá de que el Barça gane todas las ligas hasta que logren la independencia.
PSOE y PP saben, pero nunca se atrevieron a lidiar este toro, que un cambio en la actual Ley Electoral fulminaría, para siempre, el chantaje perpetuo de los racistas catalanes y vascos, que amenaza con romper la unidad de la nación, quebrarla y conducirla al cantonalismo de la I República.
Nuestros políticos, todos, se doblegan ante los supremacistas catalanes. Al consentirlo, también los españoles demócratas nos sentimos humillados.
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