Qué hacer con tantos espacios en Zamora

Con motivo de esa polémica suscitada por la nueva ubicación de los “caballitos”, en terrenos privados, encharcados tras las lluvias de esta semana, se me ha ocurrido proponer a este Ayuntamiento o al que administre la Casa de las Panadera a partir del 2023, que, por lo que intuyo, si nada cambia, volverá a ser de Izquierda Unida, con o sin mayoría absoluta, comprar al propietario esa hacienda para crear unos jardines diferentes, distintos, extraordinarios, orgullo de nuestra ciudad, al lado mismo del río Duradero del poeta. Además, se potenciaría la humildad del templo románico de Santiago de los caballeros. Toda esa zona me parece un erial. Incluso también se podría realizar un espacio permanente para torneos medievales u otro tipo de espectáculos.

Y ya que he sacado ese asunto de terrenos que nunca se podrán edificar, inundables, de sin ninguna utilidad pues, me traslado a la otra punta de la ciudad, hacia lo que se bautizó como Vista Alegre, todo un eufemismo, porque allí a metros cuadros, muchísimos, entre unos edificios y otros, que construyera en su día UFC, una de las tres mayores empresas del sector en Castilla y León. Intuyo que esas parcelas, tomadas ahora, más tras la primavera, por matorrales, vegetación que crece conforme a los cánones de la naturaleza, son propiedad de esa constructora. No creo que se edifiquen más viviendas en la zona, pues ahora mismo ni Zamora, ni España, salvo las ciudades importantes, viven momentos de crecimiento económico. El boom de la vivienda concluyó. Por lo tanto, el Ayuntamiento podría negociar una compra, a la baja, por supuesto, con la propiedad, para ajardinar los terrenos no edificados y plantar árboles, dignificando la barriada y dándole, además, un glamour del que ahora carece.

Y también, el Ayuntamiento, en próximos mandatos,  podría construir allí un pabellón multiusos, acto para conciertos, mítines políticos y partidos de baloncesto, balonmano y todos aquellos deportes que se celebren en sala, a cubierto. El Ángel Nieto, construido hace más de 40 años, aunque se han ejecutado reformas internas importantes, que le han dado otra imagen, se halla colapsado y tiene escasa capacidad para albergar competiciones importantes. Tampoco me olvido del campo de La Josa como espacio idóneo para ese pabellón multiusos.

Concluyo: Zamora necesita unos jardines, parque botánico,  que marquen época en espacios que ahora permanecen sin utilizar, que se convierten en gigantescos charcos cuando llueve y en una selva de matorrales, insectos y roedores en primavera y estío. Los zamoranos amamos el aroma de las flores, néctar para las laboriosas abejitas, y árboles, de distintas especies, para crear un verdadero bosque, en el que los niños aprendan a diferenciar y apreciar su importancia para la vida de los seres humanos.

Eugenio-Jesús de Ávila