NOCTURNOS
Cara a cara e ingle a ingle
No sé por qué me amaron mujeres tan hermosas. Así, de frente, sin circunloquios. Ahora, cuando voy camino de la nada, cuando mi vida erótica entró en sosiego, cuando amo a una sola mujer, me pregunto por la novela sensual, sexual, amorosa de mi vida. Yo no busqué, me encontré con señoritas y señoras sin pretenderlo. Tampoco sé me amaron más que yo amé. No sé pesar el amor, ni medirlo. El alma crece y mengua, engorda y adelgaza, en virtud de si ama o sufre.
Cuando te confinas, porque te lo obliga la autoridad política, dedicas un tiempo a pensar en lo que te daba miedo reflexionar. Hurgas en el pasado, cenotafio de la memoria, para saber qué paso en tu mundo erótico. Escribo según mi entender. Quizá otras personas prefieran jugar al parchís, al tute o colocarse ante la televisión para gastar su tiempo. Yo, no. Elijo analizar mi vida, juzgarme, aunque me suelo condenar. Soy un juez inflexible conmigo mismo.
Confieso que tuve querencia por los amores prohibidos. No los busqué. Incluso intenté resistir tentaciones castigadas por nuestra puritana sociedad. Me pasé media vida casado. Me faltó el rodaje de la juventud. Ni mi mente ni sensualidad se hallaban preparadas para el matrimonio. No exigí más que amor…porque lo daba, porque me abría en canal cuando una mujer penetraba en mi alma. Nunca supe amar a medias, porque tocaba, ni tener pareja como compañía para ir a tomar unos vinos, pasear, ir al cine o al teatro.
Y si me enamoro de una mujer y ella solo pretende una amistad, huyo. No sé sufrir por amor. No quiero. Me niego. A mi edad no se supera sentirse despreciado. Lloras glóbulos rojos. Se te escapa la vida por el agujero que te abrió el amor. Y se te seca el alma y se te evapora el tuétano de los huesos.
Ahora estoy en Estado de Amar, porque así me lo pide mi cerebro, mi cuerpo, mi esencia. Estoy ahorrando besos, caricias y amor para entregártelo en pequeñas dosis cuando nos permitan amarnos cara a cara, seso a sexo, ingle a ingle.
Eugenio-Jesús de Ávila
No sé por qué me amaron mujeres tan hermosas. Así, de frente, sin circunloquios. Ahora, cuando voy camino de la nada, cuando mi vida erótica entró en sosiego, cuando amo a una sola mujer, me pregunto por la novela sensual, sexual, amorosa de mi vida. Yo no busqué, me encontré con señoritas y señoras sin pretenderlo. Tampoco sé me amaron más que yo amé. No sé pesar el amor, ni medirlo. El alma crece y mengua, engorda y adelgaza, en virtud de si ama o sufre.
Cuando te confinas, porque te lo obliga la autoridad política, dedicas un tiempo a pensar en lo que te daba miedo reflexionar. Hurgas en el pasado, cenotafio de la memoria, para saber qué paso en tu mundo erótico. Escribo según mi entender. Quizá otras personas prefieran jugar al parchís, al tute o colocarse ante la televisión para gastar su tiempo. Yo, no. Elijo analizar mi vida, juzgarme, aunque me suelo condenar. Soy un juez inflexible conmigo mismo.
Confieso que tuve querencia por los amores prohibidos. No los busqué. Incluso intenté resistir tentaciones castigadas por nuestra puritana sociedad. Me pasé media vida casado. Me faltó el rodaje de la juventud. Ni mi mente ni sensualidad se hallaban preparadas para el matrimonio. No exigí más que amor…porque lo daba, porque me abría en canal cuando una mujer penetraba en mi alma. Nunca supe amar a medias, porque tocaba, ni tener pareja como compañía para ir a tomar unos vinos, pasear, ir al cine o al teatro.
Y si me enamoro de una mujer y ella solo pretende una amistad, huyo. No sé sufrir por amor. No quiero. Me niego. A mi edad no se supera sentirse despreciado. Lloras glóbulos rojos. Se te escapa la vida por el agujero que te abrió el amor. Y se te seca el alma y se te evapora el tuétano de los huesos.
Ahora estoy en Estado de Amar, porque así me lo pide mi cerebro, mi cuerpo, mi esencia. Estoy ahorrando besos, caricias y amor para entregártelo en pequeñas dosis cuando nos permitan amarnos cara a cara, seso a sexo, ingle a ingle.
Eugenio-Jesús de Ávila
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.28