Tristeza en San Lázaro

San Lázaro fue la parroquia de mi familia materna y le guardo el cariño de la sangre. Sé que no es una iglesia románica, pero también sabe ponerse chula todos los Lunes Santos, a la postura del sol, cuando pinta de blanco y negro el interior del templo y la Puerta de la Feria. Tercera Caída para un barrio que cayó muchas veces en el olvido, en el abandono político. Barrio del que se fueron muchos zamoranos para buscarse la vida allende nuestras fronteras provinciales. Pero todavía tiene el sabor de su acracia urbanística, a pueblo de agricultores. Hoy, como toda Zamora, gente anciana ocupa sus casas, recorre sus laberínticas calles, habla de puerta en puerta. Hoy, cuando la noche se despide del día, la tristeza, vestida de lluvia, empapada en coronavirus, recuerdo a los hermanos de blanco y negro de la Tercera Caída. En el año que viene, 2021, celebraremos, si la peste amarilla y las borrascas nos lo permiten, una Cuarta Caída, la más hermosa. ¡Lázaro: levántate y anda!