Eugenio de Ávila
Jueves, 09 de Abril de 2020
PASIÓN POR ZAMORA

Vera Cruz, vero amore

Pedro LadoireNo sé vivir si no escribo ni amo. Quizá no sea un maestro de la redacción, ni haya aprendido a querer como me quisieron, pero, cuando no traduzco los sentimientos de mi cerebro en palabras, ni existe una dama que pudiera amar, no existo, no soy yo, me desconozco, aparece otro en mi interior.

Los cofrades de la Vera Cruz, entre ellos mi nieta, esta tarde tampoco escriben ni pueden amar a su cofradía. No fue el coronavirus la causa de que se hubiera suspendido el desfile. La lluvia mojó este Jueves Santo, uno de los tres que relucen más que el sol. No fue así.

La cruz es condena a muerte. La cruz no es amor. La cruz es dolor intenso.  La cruz es martirio. Hay cruces que portas en los hombros del alma, cuando te sientes solo, cuando te desprecian, cuando te condenan al desamor. Durante nuestras vidas, portamos numerosas cruces. Las lleva el rico y el pobre, el inteligente y el lerdo, el bello y el grotesco, el creyente y el ateo, el laborioso y el gandul.

Mi cruz se construye con el árbol que da madera para crear el amor. Mi cruz es pasión por una mujer, por su aroma a hembra, por su talento renacentista, por su genio femenino. Mi vera cruz es ella, a la que me crucificaron con clavos de caricias, besos, ternura. Mi cruz de Pasión no pesa. MI cruz de amor se lleva sin cirineo hasta el Gólgota de la cópula de carne y alma.

Mi lecho es un Getsemaní de buena hierba, que cultivo para que yazca ella con lo que me queda de mi cuerpo. Esa mujer es mi ángel, que se me aparece cuando requiero un cáliz de ambrosia, de sensibilidad y delicadeza.

Yo no gozo con el flagelo. Huyo del cristianismo cruento, de penitencia y castigo. Solo comprendería un cristianismo hedonista, hermanado al amor sexual y sensual, al placer que funde huesos y espíritus, que te eleva por encima de la mortalidad.

Mi vera cruz eres tú, que amas; tú, que sientes; tú que procuras el bien al prójimo, sin pedir nada a cambio; tú, que ofreces tu mano al que cayó en el fango del olvido, del odio, del desamor; tú, que ayudaste a amar, a querer, a gozar, cuerpo a cuerpo, pubis a pubis, talento a talento.  

Vera Cruz. Vero amore.

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