Miércoles, 24 de Diciembre de 2025

Redacción
Sábado, 23 de Mayo de 2020
ENTREVISTA

"En una época tan difícil, he experimentado una gran alegría por vivirla en familia"

Óscar de Prada López

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Hoy está con nosotros Diego Blanco Albarova (Zaragoza, 1976), investigador cultural, escritor, guionista y productor de TV. Su afición juvenil como ferviente lector de John Ronald Reuel (J.R.R.) Tolkien le llevó a escribir tiempo atrás un libro, en el que desvela el mensaje oculto de su obra cumbre “El Señor de los Anillos”, mundialmente conocida.

 

Pregunta: Ejerce su labor en la productora “Número 52”, nacida en 2016. Desde su creación, ¿cuál ha sido su producción audiovisual: documentales, cortos, películas…?

 

Respuesta: Hasta ahora, hemos hecho dos documentales (“Un camino inesperado” y “Madre”) y la serie de televisión “Por muchas razones”. El primero de ellos fue galardonado en 2019 con el Gabriel Award –otorgado por la Asociación de Prensa Católica de EEUU y Canadá– y con el premio Mirabile Dictu del Pontificio Consejo para la Cultura del Vaticano. Asimismo, “Madre” ha recibido una mención honorífica al mejor documental en los Gabriel Award 2020.

 

P: La publicación de su libro “Un camino inesperado” en 2018 habrá supuesto una gran satisfacción personal para usted. ¿Ha ocurrido algo inesperado en torno a su publicación?

 

R: Todo lo relacionado -desde el hecho de escribir un libro, pasando porque lo publiquen y se venda y luego la gente lo lea- es muy inesperado. Pasaba por una situación personal difícil en ese momento y un hermano de mi comunidad, buen amigo además, me mandó -por amor a la Iglesia y por obediencia- escribirlo. Uno de mis hijos tenía entonces un problema de discapacidad, había sido despedido recientemente, nos habíamos mudado... Entre tantos problemas familiares y laborales, yo le preguntaba al Señor: “¿Dónde está el ciento por uno?” Me encontraba en el paro, con un follón grande… Una situación francamente dura. Llegó este hermano, me dijo ‘Oye, escribe esas tonterías de “El Señor de los Anillos” de las que sabes tanto’; bueno, me puse por obediencia y a partir de ahí el Señor le dio la vuelta a todo esto. Estar en casa ese tiempo fue bueno para mi hijo, de hecho se curó. La editorial que yo quería… también llegó. El Señor ha hecho algo providencial con todo esto.

 

P: Mucha gente, en las conferencias impartidas durante la promoción de ese libro, se sorprendía de no haber advertido el mensaje cristiano en “El Señor de los Anillos”. ¿Diría que estaba oculto a simple vista?

 

R: Así es. El contenido estaba escondido, como cuando lees por ejemplo el libro del Apocalipsis y tiene una clave, unos símbolos, unos colores… Si conoces esa clave, conoces el significado. Lo que pasa es que en la primera etapa, ésa en que no es necesario entenderlo sino irlo leyendo para darle significado, “El Señor de los Anillos” es magistral. Al carecer de significado, es magistral. Pero es perderte en la capa superficial. Su contenido es tan profundo y tan bonito y responde tanto a la necesidad de Tolkien de anunciar el Evangelio, transmitiendo su propia fe, que él mismo reconoció en una carta que esa obra es fundamentalmente religiosa y católica. Sería una pena no ver su libro con esta dimensión. Una vez tienes la clave, lo entiendes muy bien. Yo con “Un camino inesperado” pretendo dar sólo unas pinceladas; algunos me han dicho que podría haber escrito más pero con tales trazos busco que la gente saque sus propias conclusiones.

 

P: La obra de J.R.R. Tolkien es muy extensa, no sólo abarcable a “El Señor de los Anillos”. ¿Ha pensado en desvelar con todo lujo de detalles las enseñanzas cristianas contenidas en otros títulos del canon, como por ejemplo El Silmarillion?

 

R: Cuando me hacen esta pregunta, siempre respondo lo mismo: “Yo encantado, dispuesto a hacerlo; ahora bien, necesito un sueldo” (Risas). Básicamente como el de Nescafé, para poder vivir encerrado en el despacho y dedicarme a ello durante 20 años. Cuando tenga eso, porque es extensísimo el material y abarcaría toda una vida… ojalá, yo encantado.

 

P: Si hoy mencionas “El Señor de los Anillos”, no hay nadie que no haya oído hablar de la trilogía cinematográfica de ESDLA dirigida por Peter Jackson. ¿Cuál cree que es la mejor forma de enseñar los valores y la espiritualidad del autor, a través del celuloide o de la palabra impresa?

 

R: Las películas son un resumen, el zumo del libro por así decirlo, la clave o la pulpa. Es cierto que prestan un servicio, Peter Jackson ha acercado la literatura fantástica de Tolkien al mundo. Ha podido hacer las cosas mejor o peor. Lo que pasa es que es como ver “La Pasión” de Mel Gibson sin leer el Evangelio; igual te puede tocar el corazón, te ayuda… pero no es palabra de Dios. Tampoco voy a decirte que Tolkien sea palabra de Dios (risas) pero es verdad que el espíritu de lo que se transmite cambia. Aunque las películas tienen la capacidad de tocarte más la fibra, de emocionarte más o lo que sea.

 

P: Suele pasar que se prefiera la obra literaria a la adaptación cinematográfica por requerir la primera una mayor atención, a la hora de seguir su desarrollo.

 

R: La capacidad que tiene un libro no es la que tiene una película, en efecto. Son artes y disciplinas muy diferentes, cada una con sus ventajas y sus inconvenientes. Yo nunca sustituiría un libro con una película, jamás, pero también puedo decir que hay cosas más fácilmente expresables en un formato audiovisual que en el formato escrito. Cada cosa tiene su gracia.

 

P: El año pasado se estrenó un biopic sobre dicho autor, interpretado por Nicholas Hoult y con Lily Collins como Edith Bratt –amor y esposa de J.R.R., que le inspirara el personaje de Lúthien. ¿Qué le pareció la película?

 

R: Una película sobre Tolkien que no haga referencia a su profunda fe es como si hicieras una película de Napoleón y no hablaras de su genio militar, de sus guerras, de sus derrotas. En una de sus cartas, Tolkien advertía que había pocos hechos significativos en su vida y que el único dato significativo para definirse como escritor era ser cristiano, católico, apostólico y romano. No puedes obviar eso.

 

P: Su documental “Un camino inesperado – Desvelando la parábola de El Señor de los Anillos” está disponible actualmente en abierto por Youtube para cualquier persona que esté interesada. ¿Lo ofrece así durante la cuarentena o ya de forma permanente?

 

R: Se queda así durante este tiempo de cuarentena, hasta junio y poco más. Dado que es propiedad de la EWTN [Eternal World Television Network, cadena estadounidense de programación y temática católica], les pedí permiso para emitirlo en abierto durante el confinamiento. Después lo pondrán periódicamente en su canal. También está disponible a la venta en DVD.

 

P: El documental comparte título con su libro. ¿Lo complementa o es independiente en contenido, de forma que no guardan relación?

 

R: Lo hice con la idea de hacerlo complementario. Hay ideas que cuento en el documental y no figuran en el libro y viceversa. El documental ofrece la oportunidad de conocer lugares preciosos como la casa de C.S. Lewis, el oratorio de Birmingham o la tumba de J.R.R. Tolkien. Sí hay cosillas que destaco más como haber podido entrevistar al secretario personal de Lewis, Walter Hooper. Está hecho para completar la lectura. Yo desearía sacar, junto a cada libro, un documental y ello sería lo ideal porque así podría realizar un complemento en imágenes. Por ejemplo, crear para el último libro una ruta de esos cuentos por los paisajes europeos en los que se ambientan.

 

P: Tras su primer libro, “Un camino inesperado. Desvelando la parábola de El Señor de los Anillos”, el segundo –“Érase una vez el Evangelio en los cuentos”– está disponible en Amazon desde el pasado mes de febrero. ¿De dónde le vino la idea para escribir ese segundo título y qué dificultades encontraste en su camino?

 

R: En las presentaciones de “Un camino inesperado” siempre hacía referencia a los cuentos de hadas, en parte, para explicar por qué Tolkien defendía que la fantasía es un modo de contar la realidad casi superior a los datos empíricos o a la razón. Con la fantasía, tienes la capacidad de conocer la realidad mejor. Ésa era la idea que J.R.R. defendía y de ahí que yo también hable de los cuentos, por estar en la base de todo. El propio autor dio una conferencia sobre el tema y comentaba por qué la fantasía es así. George MacDonald [escritor escocés del siglo XIX] decía que la fantasía libera a la verdad de las cadenas de los argumentos, toda una guía para autores como Chesterton. O los propios Lewis y Tolkien. Y éste último hizo una referencia, afirmando que los cuentos contienen un eco del Evangelio y haciendo referencia al final feliz –su misión más elevada.

 

El caso es que dedicaba un rato a este asunto en mis conferencias y la gente siempre se quedaba con ganas de más. Y esto, unido al hecho de advertir que los cuentos están manipulados o cambiados ahora por la élite cultural predominante, me impulsó a extraer de ellos ese eco del Evangelio y darlo a conocer.

 

P: ¿Cómo ha sido su recepción?

 

R: Está gustando mucho, es más corto y sencillo. Tampoco he querido hacerlo muy extenso, me he dejado 10 o 15 títulos en el tintero para que fuera más accesible a todo el mundo y que los padres pudieran contárselos a los niños. He recibido fotos y vídeos de familias que los están leyendo a sus hijos, explicando la catequesis del relato antes de dormir. Hay que entender que los cuentos forjan el carácter interior y nos ayudan a ser lo que somos.

 

P: Algunos relatos son intemporales, se transmiten desde tiempos antiquísimos pero diríase que sus enseñanzas han mutado con tal de adaptarse a las nuevas generaciones.

 

R: Los cuentos derivan de la mitología, son tan antiguos como el hombre. Ya están muy dulcificados, con moraleja incluida como las versiones de Perrault. Los calvinistas buscaban las raíces religiosas de esos relatos. Hay muchos cuentos de los Grimm que no son particularmente conocidos. Nadie duda al leer “Las mil y una noches” que los cuentos de tradición árabe están influidos por las enseñanzas del Islam pero no ve tan claro que los cuentos occidentales estén impregnados del cristianismo. Tú lees los cuentos arquetípicos (“La Cenicienta”, “La Bella Durmiente”, “La Bella y la Bestia”, “Los tres cerditos”…) y aun con diferentes tradiciones comparten una raíz. Es un trabajo apasionante, la verdad.

 

P: Recientemente ha lanzado en la plataforma de Atresmedia “Por muchas razones”, una serie juvenil. Sin ánimo de hacer spoilers, ¿cómo definiría esta producción para quien no haya oído hablar de ella o crea que es una reinvención de “Por 13 razones”?

 

R: Frente a series de HBO o Netflix, la definiría como un David contra Goliath (Risas). Muy pequeñito pero con una honda temible, capaz de tumbar al gigante filisteo. En este sentido, esta serie es pequeñita y ha contado probablemente con la mejor campaña de publicidad de la Historia. Cuando salieron los primeros spots en Atresseries, muchas páginas especializadas sacaron una opinión muy precipitada de la misma: ‘Aquí está la versión española low cost de “Por 13 razones”’. Conseguimos engañar a todo el mundo, nadie se dio cuenta de qué iba. ¡Hasta aparecimos en la revista Hola! (Risas) Y a cada mención, yo más contento porque me daba cuenta que estaban picando. Tal era nuestro objetivo para que se encontraran con el anuncio explícito del Evangelio, desde el primer capítulo, de sopetón.

 

P: ¿Cómo ha sido la acogida por parte del público?

 

R: Hemos registrado 300 millones de impactos [visionados] y uno de cada tres jóvenes –de 14 a 17 años – en España la conoce. Millones de personas la han visto, la siguen viendo al estar disponible en Internet. Y lo más interesante es que se cuentan por millones los que la han terminado, gracias a su formato de web-serie en breves capítulos. Elegimos ese formato para los jóvenes, con mucho cuidado. Está teniendo mucho éxito y dando mucho fruto. Incluso nos han llegado testimonios de personas a las que ha ayudado, lo que es una alegría muy tarde. Incluso tendríamos que pedir perdón por engañar un poquito a estos medios que nos calificaban de serie barata, copia, etcétera. Se ha visto en toda Latinoamérica, se está traduciendo al japonés…

 

P: ¿Cuánto tiempo le llevó concebirla y crearla?

 

R: Esto viene de cuando ayudaba a la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) en Bilbao. Habían contado conmigo en años anteriores para organizar la Noche Joven de unas Jornadas Católicos y Vida Pública, un momento con actividades y entretenimiento, y me llamaron para encargármelo de nuevo. Entonces, venía de haber pasado el verano en muchos campamentos por toda España. Había tenido tiempo de hablar con los chavales sobre series, películas, libros, productos que consumieran, etcétera en mi labor como investigador. Y me impresionó, cuando hablábamos de series y títulos como “Por 13 razones” o “Juego de Tronos”, cuán confundidos estaban con respecto al sufrimiento.

Ellos entendían, por ejemplo, que el suicidio era una solución a ese sufrimiento. Ante esta realidad, uno puede buscar muchas soluciones –ir al psiquiatra, emborracharse, drogarse, jugar al fútbol, cualquier cosa- pero una de ellas es suicidarse. Una conclusión terrible. Estuve luchando contra eso todo el verano. Y cuando me llamaron los de ACdP, uní ambos asuntos y ¡click! No sé cómo me lo suscitó el Señor pero el hecho es que surgió la idea de esta serie. Donde uno que ha muerto deja cintas grabadas, contando por qué lo ha hecho pero –a diferencia de la protagonista de “Por 13 razones” – lo ha hecho por ti.

Otra de las razones por las que vimos la necesidad de esta serie es que, si hoy preguntas a un joven católico por qué ha muerto Jesucristo, te dirá: “Porque lo han matado los romanos”. O cualquier otra cosa. Probablemente no te lo sepa explicar, no sabe por qué. Todo esto inspiró la serie en mi cabeza. Creo que es algo que Dios ha querido para ayudar a los jóvenes a entender el amor que Dios les tiene, por ellos y por todos.

 

P: ¿Veremos de nuevo a los personajes en una segunda temporada o no hay planes para una secuela?

 

R: Yo sería la persona más feliz del mundo de hacerla pero para eso hay que rezar un poco. Si es mucho, mejor. Pero se puede dar. Yo creo en los milagros.

 

P: ¿Cuál es el verdadero nombre del protagonista, Jota?

 

R: Eso lo desvelaremos en la segunda temporada (Risas).

 

P: Con respecto al tema mediático por excelencia, el Covid-19, ¿cómo le ha afectado a la productora el estado de alarma?

 

R: A nivel laboral, se ha paralizado todo el rodaje y con ello un par de proyectos en la productora audiovisual. Luego, gracias a Dios, se puede escribir en cualquier lugar y tiempo. Estoy escribiendo mucho en casa porque en septiembre lanzaré una novela propia, dirigida a jóvenes y de corte fantástico. La primera de una heptalogía, titulada “El club del fuego secreto”. Va unido a un proyecto prometedor que estamos planteando en Madrid, el camino del Anillo y el museo de los cuentos; por ahora está parado, previsiblemente se inaugurará en octubre.

 

P: Y a nivel personal, ¿cómo la está viviendo?

 

R: En cuanto a la situación personal, uno de mis hijos ha estado delicado de salud. Pero estos días de encierro han sido providenciales para mi familia, hemos estado unidos y nos hemos sentido a gusto, muy contentos. En una época tan difícil, donde tantos sufren o han caído víctimas del virus, yo he experimentado una gran comunión y una gran alegría por estar en casa junto a mi familia.

El Día de Zamora

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