COVID 19: La olimpiada de la muerte

El nacimiento de un gobierno de coalición PSOE+Unidas Podemos supuso para los poderosos de España y sus devotos, algo así como, la llegada del Anticristo.

Temen los españoles potentados que se produzca un reparto de la riqueza de arriba abajo (por supuesto que de abajo a arriba se está produciendo día a día).

A estos se une su fiel infantería, los Novios de las Cacerolas, que no soportan que lo que consideran suyo (España) sea gestionada por otros.

En consecuencia desde el minuto cero la emprenden contra los social comunistas con todo lo que pescan (que es poco) .

Que si el Ministro Sr. Ábalos se ve a escondidas con la Vicepresidenta de Venezuela  en la T4 (la T4 no es la discoteca de moda sino una terminal del aeropuerto de Madrid); que si la ex Ministra Doña Dolores Delgado puede ser Fiscal General, y el consabido tema de los independentistas catalanes. (Claro que el gobierno sólo lleva desde el 10 de enero en este mundo).

Pero hete aquí que, tal vez por ser creyentes, les viene Dios a ver con nada menos que una pandemia.

Al principio el susto no se lo quita nadie, y como no sabían qué hacer se acoplan a lo que pide el gobierno, que  a su vez tampoco sabe, pero precisamente por eso recurre a especialistas de todo tipo contra este tipo de plagas.

Por razones que no son al caso pero que tienen fácil explicación (como ya hemos citado en otros escritos), en España se multiplican las muertes de manera tal que enseguida pasamos a ser los primeros en el macabro ranking de países afectados, utilizando como marcador el número de muertos por millón.

A partir de ahí, la derecha política (los Novios de la Banca) y la derecha social (los Novios de las Cacerolas) utilizan el siguiente razonamiento contra el Gobierno anti español.

Somos el país con más muertos porque el Gobierno bolivariano lo ha hecho mal. Tan mal que incluso podemos considerarlo como culpable de tanta muerte (esto último dicho con más o menos delicadez; delicadeza que va desde lo de gobierno asesino, Sánchez sepulturero, al homicidio por imprudencia como denuncia ante los juzgados).

No es que estos   ejemplares españoles se alegren de que haya tantos muertos en su patria. Es más les duele tanto que sus líderes van de luto, portando ellos sobrias corbatas negras y ellas banderas de España con un lazo negro, amén de haber colocado las banderas a media asta, allí donde gobiernan .

Pero sin alegrarse de que tanta gente haya muerto, si utilizan el elevado número de fallecidos para sustentar sus tesis.

Pues bien, conviene recordar, y esa es la razón de este texto, que este partido no ha acabado.

Esta pandemia, como su nombre indica, afecta a toda la Humanidad, y los resultados en número de muertos por país, no se podrán comparar hasta que se descubra una vacuna que termine con esta pesadilla.

Así las cosas, lo mismo que mis compatriotas anti reparto de la riqueza, sufren mucho con cada muerto, he dado, aunque con el mismo dolor, en hacer un seguimiento de fallecidos en el mundo por covid 19 (dando por buenos los resultados que da como oficiales cada país).

Y en verdad, en verdad les digo, que España está demostrando que lo ha hecho, y lo está haciendo, perfectamente.

Para confirmarlo les invito a hacer un seguimiento diario de una manera muy sencilla. Cojan el número de muertos en España hasta la fecha, añádanle 2 ceros y dividan por el numero acumulado de muertos en el mundo, y obtendrán así el porcentaje de fallecidos  de nuestro país respecto al total mundial.

Repitan la operación cada día, o cuando se acuerden, y comprobarán que España aporta cada día menos muertos al  porcentaje macabro de la pandemia.

Y es que mis entrañables compatriotas  del “Santiago y cierra España”, quieren cerrar el partido porque han marcado en el minuto uno. Sin darse cuenta de que no ha acabado, ni mucho menos.

Ahora bien, se preguntará usted, y si estamos en un partido ¿qué equipos se enfrentan? 

 Pues únicamente dos. Los del bando capitalista, que anteponen la economía a la vida de sus compatriotas, y por lo tanto están contra los confinamientos porque según ellos les quitan libertad (¿les suena?).

Y en el otro bando están los gobiernos solidarios, que temen más que sus ciudadanos pierdan la vida a que pierdan la libertad, porque la libertad sin vida no existe por mucho que creas en Dios.

Resumiendo. Las olimpiadas de la muerte no han acabado, y por lo tanto no se pueden usar las cifras actuales contra el gobierno de España.

En consecuencia se debe dejar que luche contra la pandemia al   gobierno democráticamente elegido y legítimo, que encima está anteponiendo nuestra vida y el reparto de la riqueza, a cualquier otro criterio presuntamente economicista.

Después, cuando acabe este macabro  partido, es decir cuando haya una vacuna, vemos las cifras y hablamos.

¿O qué queremos, un Gobierno a lo Trump, que de momento pasa de los mil y pico muertos día tras día y sin parar, en EEUU?