SOCIEDAD
Cáritas afirma que la pobreza severa se ha incrementado durante estos meses
Antonio Jesús Martín de Lera, director de Cáritas Diocesana, presenta la Jornada de Caridas y el balance de actuaciones del año 2019
Antonio Jesús Martín de Lera, delegado episcopal de Cáritas, ofreció una rueda de prensa con dos informaciones esenciales: la presentación de la Jornada del Día de Caridad, que siempre se celebra unido al Corpus Christi, fiesta que pasará muy desapercibida, pero la caridad sigue presente, y la presentación de actividades del año 2019.
Martín de Lera afirmó que venir hablar ahora del año anterior después de la pandemia vírica, suena “lejanísimo”. No obstante, es “un gesto de transparencia de presentación de la realidad y que nos muestra la situación real en la que vivimos”.
La primera parte de la rueda de prensa fue protagonizada por la campaña, bautizada como “El poder de cada persona”, porque “cada gesto cuenta”. En este sentido Cáritas quiere destacar como cada gesto de cada persona en este mundo “cuenta para bien o para mal y como cada persona tiene el poder de enfrentarse a la realidad. De ahí, en palabras de Antonio Jesús Martín de Lera, que este año el Día de Caridad tiene un sentido “diferente y especial, porque la pandemia mundial nos obliga a disponer de nuestra vida de una forma inimaginable hace tan solo unos pocos meses, como todos sabemos, desde los hábitos cotidianos, la forma de relacionarlos, la gestión de las emociones nos han desbordado. La enfermedad y la muerte de muchas personas, de seres queridos, del aislamiento han dejado paso a la inseguridad económica y laboral, a la falta de recursos básicos, a la pérdida de empleo, a los ERTE. Nos damos cuenta que emerge una sociedad mucho más vulnerable y con una hoja de ruta de incertidumbres, con escasas certezas”.
Cáritas manifiesta también su sentimiento y cercanía a todas las personas que han sido víctimas de la enfermedad y que han muerto, “como no puede ser de otra forma desde una óptica creyente, poniéndonos en manos de Dios, porque Él da sentido al sufrimiento”.
Reconoció el director de Cáritas que “han surgido miles de gestos solidarios, de amor gratuito, que nace de forma espontánea, libre, sin esperar nada a cambio. Personas de todas las creencias, oficios, lugares, que se han movilizado al servicio de una Humanidad amenazada y herida. La experiencia vital nos ha hecho reaccionar ante el sufrimiento y el dolor compartido y nos ha hecho rescatar nuestro sentido de identidad y pertenencia a aquello que otras veces se nos olvida y nos arrastra al egoísmo y la individualidad hoy nos ha posicionado en lo comunitario, en priorizar el bien común que nos identifica como personas, la protección y la defensa de la vida”.
Tras esta introducción, introdujo la experiencia de Cáritas, en una sociedad que se ha vuelto incluso más frágil de lo que ya era: “En medio de estas circunstancias, el miedo no nos puede paralizar. Tenemos que salir, que llegar a los que nos necesitan. De ahí, el lema de la campaña, de que el gesto cuenta. Los retos que tenemos por delante no podemos abordarlos solos, como individuos, como organizaciones, de forma unilateral. Necesitamos nuevos escenarios de vida para todos y generar nuevos espacios de encuentros, algo que Cáritas venía advirtiendo desde hace mucho tiempo. Necesitamos una sociedad que cambie el modelo de vida, una sociedad inclusiva, que no quede al margen”.
Cáritas propone que “todos pensemos y reflexionemos y que nos demos cuenta de que tenemos que tomar partido y comprometernos en medio de esta sociedad, que hay que buscar un modelo distinto de sociedad, que tenemos que replantearnos la forma de vivir. El mundo tiene que cambiar, pero nosotros también. Y que crezca la compasión, cuidar a la gente y acercarnos a las personas que han caído, personas heridas con miles de problemas de todo tipo, personas que necesitan un acompañamiento”.
A principios de junio, Cáritas publicó unos datos sobre el impacto de las familias, acompañadas por Cáritas, en medio de la crisis: “Se pone de manifiesto que la pobreza severa en estos meses se ha incrementado, llegando a afectar a más de un millón de personas de aquellas que Cáritas atiende. La pobreza severa es aquella persona con menos de 370 euros y menos de 776 para dos adultos y dos menores. Cáritas ha detectado el gran problema de la merma de ingresos en general de toda la familia. Nos demandan lo más básico, quieren que les demos de comer. También hay problemas serios de vivienda. 450.000 personas que no han recibido ningún ingreso en estos meses. Hogares más frágiles que no pueden hacer frente a los gastos más básicos. Un 70% acuden a pedir ayudas a instituciones del tercer sector, como Cáritas; un 54% a las instituciones públicas, que han estado cerradas. Recurren a la familia, en casos de extrema necesidad. Son datos muy generales. En el ámbito de la conciliación laboral y familiar, decir que son muchas las familias que no pueden compatibilizar ambas cuestiones. Ha aumentado el bajo rendimiento escolar, porque no cuentan con Internet, ni habilidades para realizar trámites administrativos por esta vía. Muchas familias no tienen acceso a medios tecnológicos, como se ha demostrado por nuestra experiencia”.
Después dio paso a la memoria en la que Cáritas atendió a más de 2.000 personas, con más de 6.000 intervenciones, que demandan ayuda para comer, que necesitan alimentos. Reconoció que en el mundo rural ha habido menos necesidad.
En concreto, 2.019 personas recibieron la atención de Cáritas durante este tiempo, invirtiendo más de 10.000 euros, en concreto, 10.374.159, con recursos procedentes de donantes, con más de seis mil; la Junta, con más de dos mil, más las propias aportaciones de Cáritas, más de mil.
Antonio Jesús Martín de Lera, delegado episcopal de Cáritas, ofreció una rueda de prensa con dos informaciones esenciales: la presentación de la Jornada del Día de Caridad, que siempre se celebra unido al Corpus Christi, fiesta que pasará muy desapercibida, pero la caridad sigue presente, y la presentación de actividades del año 2019.
Martín de Lera afirmó que venir hablar ahora del año anterior después de la pandemia vírica, suena “lejanísimo”. No obstante, es “un gesto de transparencia de presentación de la realidad y que nos muestra la situación real en la que vivimos”.
La primera parte de la rueda de prensa fue protagonizada por la campaña, bautizada como “El poder de cada persona”, porque “cada gesto cuenta”. En este sentido Cáritas quiere destacar como cada gesto de cada persona en este mundo “cuenta para bien o para mal y como cada persona tiene el poder de enfrentarse a la realidad. De ahí, en palabras de Antonio Jesús Martín de Lera, que este año el Día de Caridad tiene un sentido “diferente y especial, porque la pandemia mundial nos obliga a disponer de nuestra vida de una forma inimaginable hace tan solo unos pocos meses, como todos sabemos, desde los hábitos cotidianos, la forma de relacionarlos, la gestión de las emociones nos han desbordado. La enfermedad y la muerte de muchas personas, de seres queridos, del aislamiento han dejado paso a la inseguridad económica y laboral, a la falta de recursos básicos, a la pérdida de empleo, a los ERTE. Nos damos cuenta que emerge una sociedad mucho más vulnerable y con una hoja de ruta de incertidumbres, con escasas certezas”.
Cáritas manifiesta también su sentimiento y cercanía a todas las personas que han sido víctimas de la enfermedad y que han muerto, “como no puede ser de otra forma desde una óptica creyente, poniéndonos en manos de Dios, porque Él da sentido al sufrimiento”.
Reconoció el director de Cáritas que “han surgido miles de gestos solidarios, de amor gratuito, que nace de forma espontánea, libre, sin esperar nada a cambio. Personas de todas las creencias, oficios, lugares, que se han movilizado al servicio de una Humanidad amenazada y herida. La experiencia vital nos ha hecho reaccionar ante el sufrimiento y el dolor compartido y nos ha hecho rescatar nuestro sentido de identidad y pertenencia a aquello que otras veces se nos olvida y nos arrastra al egoísmo y la individualidad hoy nos ha posicionado en lo comunitario, en priorizar el bien común que nos identifica como personas, la protección y la defensa de la vida”.
Tras esta introducción, introdujo la experiencia de Cáritas, en una sociedad que se ha vuelto incluso más frágil de lo que ya era: “En medio de estas circunstancias, el miedo no nos puede paralizar. Tenemos que salir, que llegar a los que nos necesitan. De ahí, el lema de la campaña, de que el gesto cuenta. Los retos que tenemos por delante no podemos abordarlos solos, como individuos, como organizaciones, de forma unilateral. Necesitamos nuevos escenarios de vida para todos y generar nuevos espacios de encuentros, algo que Cáritas venía advirtiendo desde hace mucho tiempo. Necesitamos una sociedad que cambie el modelo de vida, una sociedad inclusiva, que no quede al margen”.
Cáritas propone que “todos pensemos y reflexionemos y que nos demos cuenta de que tenemos que tomar partido y comprometernos en medio de esta sociedad, que hay que buscar un modelo distinto de sociedad, que tenemos que replantearnos la forma de vivir. El mundo tiene que cambiar, pero nosotros también. Y que crezca la compasión, cuidar a la gente y acercarnos a las personas que han caído, personas heridas con miles de problemas de todo tipo, personas que necesitan un acompañamiento”.
A principios de junio, Cáritas publicó unos datos sobre el impacto de las familias, acompañadas por Cáritas, en medio de la crisis: “Se pone de manifiesto que la pobreza severa en estos meses se ha incrementado, llegando a afectar a más de un millón de personas de aquellas que Cáritas atiende. La pobreza severa es aquella persona con menos de 370 euros y menos de 776 para dos adultos y dos menores. Cáritas ha detectado el gran problema de la merma de ingresos en general de toda la familia. Nos demandan lo más básico, quieren que les demos de comer. También hay problemas serios de vivienda. 450.000 personas que no han recibido ningún ingreso en estos meses. Hogares más frágiles que no pueden hacer frente a los gastos más básicos. Un 70% acuden a pedir ayudas a instituciones del tercer sector, como Cáritas; un 54% a las instituciones públicas, que han estado cerradas. Recurren a la familia, en casos de extrema necesidad. Son datos muy generales. En el ámbito de la conciliación laboral y familiar, decir que son muchas las familias que no pueden compatibilizar ambas cuestiones. Ha aumentado el bajo rendimiento escolar, porque no cuentan con Internet, ni habilidades para realizar trámites administrativos por esta vía. Muchas familias no tienen acceso a medios tecnológicos, como se ha demostrado por nuestra experiencia”.
Después dio paso a la memoria en la que Cáritas atendió a más de 2.000 personas, con más de 6.000 intervenciones, que demandan ayuda para comer, que necesitan alimentos. Reconoció que en el mundo rural ha habido menos necesidad.
En concreto, 2.019 personas recibieron la atención de Cáritas durante este tiempo, invirtiendo más de 10.000 euros, en concreto, 10.374.159, con recursos procedentes de donantes, con más de seis mil; la Junta, con más de dos mil, más las propias aportaciones de Cáritas, más de mil.



























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