SANIDAD
¿Cómo se quita una garrapata?
Consejos de Sacyl, tras detectarse en Salamanca un caso fiebre de Crimea Congo por picadura de una garrapata
La fiebre de Crimea Congo tiene una mortalidad del 30 % sin tratamiento.

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (CCHF) es una enfermedad potencialmente mortal provocada por un virus perteneciente al género Nairovirus que es transmitido a través de la picadura de varias especies de garrapatas del género Hyalomma, en especial la especie Hyalomma marginatum.
Esta especie está adaptada a climas secos e incluso desérticos y se caracteriza por buscar de forma activa a los potenciales hospedadores. Las fases inmaduras de la garrapata suelen parasitar micromamíferos y aves y las fases adultas a mamíferos de gran tamaño como ciervos, caballos, vacas, ovejas, jabalíes o camellos.
Por supuesto, el ser humano también puede ser parasitado. La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es endémica en África, Asia, Europa del Este y el medio Oriente. Al parecer, en España el virus entró en la Península Ibérica en garrapatas transportadas por aves migratorias.
De hecho, desde el año 2010 ha sido corroborada la presencia del virus en garrapatas del género Hyalomma capturadas en las comunidades autónomas de Extremadura, Castilla y León, Castilla- La Mancha, Andalucía y Madrid por lo que presenta una amplia extensión.

Si observa una garrapata fijada a su cuerpo, no se alarme, pero debe retirarse lo antes posible con una pinza de punta fina, siguiendo los siguientes pasos:
1. Con una pinza de punta fina se agarra a la garrapata por su extremo anterior, lo más próxima a la piel de la persona atacada.
2. Se ejerce una tracción progresiva y constante en la misma dirección de su implantación, pero en sentido contrario. Sin retorcerla u oprimir el cuerpo de la garrapata, para evitar romperla, lo que dejaría una parte clavada, o exprimirla, lo que facilitaría la penetración de posibles agentes infecciosos en la persona. Si, tras extraerla, quedase una parte fijada, debe eliminarse (con unas pinzas nuevas limpias, con un bisturí,…).
3. Tras retirarla íntegramente, se limpia bien la zona de la picadura y las manos de quien la extrajo con: alcohol, tintura yodada o con agua y jabón.
4. Si la garrapata sigue viva debe garantizarse una eliminación segura (sumergirla en alcohol, meterla en una bolsa/contenedor hermético, eliminarla por el inodoro). Nunca se aplastará con los dedos, ya que puede ser fuente de contaminación (por los patógenos que pudiera albergar).
5. En el caso de que en los días/semanas siguientes aparezca alguna de las manifestaciones propias de las enfermedades transmitidas por dicho vector (fiebre, cefalea, mialgia, exantema, edema u otras manifestaciones clínicas) debe acudir a su médico, indicándole que ha tenido una garrapata fijada.
Evite los métodos y remedios tradicionales para liberar la garrapata (algodón con alcohol, aceite, vaselina, petróleo, anestésicos, cortarlas con una tijera, tirar con los dedos de ellas, aplicar calor, etc ), ya que pueden facilitar la transmisión de agentes infecciosos. No esperar a que se desprenda, debe eliminarla lo antes posible.
En general, en nuestro medio, a las personas atacadas por garrapatas no es necesario prescribirles un tratamiento profiláctico antibiótico, aunque en zonas hiperendemicas o cuando se haya realizado una manipulación inadecuada de la garrapata puede valorarse su prescripción.
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (CCHF) es una enfermedad potencialmente mortal provocada por un virus perteneciente al género Nairovirus que es transmitido a través de la picadura de varias especies de garrapatas del género Hyalomma, en especial la especie Hyalomma marginatum.
Esta especie está adaptada a climas secos e incluso desérticos y se caracteriza por buscar de forma activa a los potenciales hospedadores. Las fases inmaduras de la garrapata suelen parasitar micromamíferos y aves y las fases adultas a mamíferos de gran tamaño como ciervos, caballos, vacas, ovejas, jabalíes o camellos.
Por supuesto, el ser humano también puede ser parasitado. La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es endémica en África, Asia, Europa del Este y el medio Oriente. Al parecer, en España el virus entró en la Península Ibérica en garrapatas transportadas por aves migratorias.
De hecho, desde el año 2010 ha sido corroborada la presencia del virus en garrapatas del género Hyalomma capturadas en las comunidades autónomas de Extremadura, Castilla y León, Castilla- La Mancha, Andalucía y Madrid por lo que presenta una amplia extensión.
Si observa una garrapata fijada a su cuerpo, no se alarme, pero debe retirarse lo antes posible con una pinza de punta fina, siguiendo los siguientes pasos:
1. Con una pinza de punta fina se agarra a la garrapata por su extremo anterior, lo más próxima a la piel de la persona atacada.
2. Se ejerce una tracción progresiva y constante en la misma dirección de su implantación, pero en sentido contrario. Sin retorcerla u oprimir el cuerpo de la garrapata, para evitar romperla, lo que dejaría una parte clavada, o exprimirla, lo que facilitaría la penetración de posibles agentes infecciosos en la persona. Si, tras extraerla, quedase una parte fijada, debe eliminarse (con unas pinzas nuevas limpias, con un bisturí,…).
3. Tras retirarla íntegramente, se limpia bien la zona de la picadura y las manos de quien la extrajo con: alcohol, tintura yodada o con agua y jabón.
4. Si la garrapata sigue viva debe garantizarse una eliminación segura (sumergirla en alcohol, meterla en una bolsa/contenedor hermético, eliminarla por el inodoro). Nunca se aplastará con los dedos, ya que puede ser fuente de contaminación (por los patógenos que pudiera albergar).
5. En el caso de que en los días/semanas siguientes aparezca alguna de las manifestaciones propias de las enfermedades transmitidas por dicho vector (fiebre, cefalea, mialgia, exantema, edema u otras manifestaciones clínicas) debe acudir a su médico, indicándole que ha tenido una garrapata fijada.
Evite los métodos y remedios tradicionales para liberar la garrapata (algodón con alcohol, aceite, vaselina, petróleo, anestésicos, cortarlas con una tijera, tirar con los dedos de ellas, aplicar calor, etc ), ya que pueden facilitar la transmisión de agentes infecciosos. No esperar a que se desprenda, debe eliminarla lo antes posible.
En general, en nuestro medio, a las personas atacadas por garrapatas no es necesario prescribirles un tratamiento profiláctico antibiótico, aunque en zonas hiperendemicas o cuando se haya realizado una manipulación inadecuada de la garrapata puede valorarse su prescripción.
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