El tañido de Verdosa y Bamba

La víspera de San Juan, el eco de las campanas hermanas de Valverde de Lucerna debiera sentirse por un igual allí, en la majestad y espejo del Lago, pero también en toda La Sanabria.

Verdosa y Bamba deben retrotraerse hacia el pasado bueno, la convivencia agradable y el hacer vecinal conjunto, en la sencillez de las gentes y en la paz de las familias.

Verdosa y Bamba claman ya por la bondad hospitalaria, el amigable encuentro con los de fuera, la siempre solidaridad con los necesitados y el retorno en la esperanza a la tierra propia.

Verdosa y Bamba son la guía conductual nueva,  una trona  que repiten los montes leoneses, por ese zigzagueo de las veredas, en el andar del mundo que ya vino, hacia la plenitud de todos.

Verdosa y Bamba suenan desde el grave ayer, del recogimiento mantenido a las ausencias, del siempre dolor de los que no están y por el siempre orgullo de su legada herencia.

Verdosa y Bamba vuelven a tañer juntas, en nuestro interior, hablan y dicen de este aquí, del sentido vivir en comunidad, del ayudarnos siempre, haciendo a la palabra ser de razón.

Verdosa y Bamba con sus agudos y graves, en la cromática mezcla de la vida, donde el horizonte suena a mejor estar y siempre, por encima de cualesquier avatares, a mejor ser.

Verdosa y Bamba para siempre, en el anidado espacio sanabrés, con los trashumantes siglos de origen, el fuero que los hizo ver, la lealtad al origen y en sus hijos el noble hacer.

La víspera de San Juan es mejor en Valverde de Lucerna, suena un amanecer distinto, con campanilleo insistente, augura otro proceder, estamos en tiempo nuevo, otrora fue el ayer.

Francisco Iglesias Carreño