Eugenio de Ávila
Domingo, 28 de Junio de 2020
ME QUEDA LA PALABRA

Igea y la Biorrefinería de Barcial: Del enemigo el consejo

[Img #41004]Igea, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, respondía esta semana a dos preguntas de nuestro periódico sobre el futuro de nuestra provincia, ambas esenciales para su futuro: la recuperación del campamento de Monte la Reina para albergar un cuerpo militar y la Biorrefinería Multifuncional de Barcial del Barco. Sobre la primera cuestión, el vice dio una larga cambiada, porque es cosa del Ministerio de Defensa, y, sobre la segunda pregunta, toreó de salón. Vino a decir que la Junta no es un inversor privado. Al respecto, Magdala, la empresa que preside Vicente Merino, el ingeniero zamorano y leonés, jamás pidió un euro al ejecutivo autonómico desde que presentó su idea para extraer de la remolacha y del maíz bioetanol y otros productos. Nunca. Solo que le avalasen. Jamás se tomó en consideración este proyecto, porque había intereses superiores y multinacionales a los que no les interesaba, en absoluto, que esta idea se transformarse en realidad. Villanueva  -ya fallecido- gran poder del PP en toda Castilla y León, consejero de Industria y otros asuntos, más sus representantes en nuestra provincia, lo impidieron con todo tipo de estrategias.

Quizá Igea y la prensa afín a los caciques ignore que ya existe financiación para el proyecto, inversores institucionales norteamericanos, que ponen 180 millones de euros. Merino no le está pidiendo nada de nada a la Junta. Y eso lo sabe Igea, porque se reunió, no hace mucho tiempo, con una delegación de la empresa zamorana. ¿Quién informa al vicepresidente del ejecutivo autonómico para que su respuesta a la pregunta sobre la Biorrefinería carezca de solidez, de seriedad, de concreción?

Se reconoce en Igea a una persona seria, honrada y laboriosa. Pero,  en el epicentro de los enemigos de este proyecto, Valladolid, todavía hay fuerzas muy oscuras, luchando hasta el último suspiro por evitar lo irremediable: la construcción en Barcial del Barco de una Biorrefinería Multifuncional. Recuerdo  que, cuando los promotores de esta empresa pedían a la Junta que les avalasen, el ejecutivo de Herrera respondía que la institución que presidía no podía dar avales a empresas. Sin embargo, ahora sí, bajo la presidencia de Fernández Mañueco, se avala y dan subvenciones a inversores privados. ¿Por qué? ¿Qué ha cambiado en el ejecutivo autonómico, solo el presidente y su equipo de Gobierno?

Detrás de los hijos de la oscuridad hallanse asuntos como los de las eólicas, Perla Negra, Solares, Hospital de Burgos, Polígono Portillo. Todavía esta región, que carece de sentido, porque existe una Castilla de privilegios políticos y un León del olvido y del retraso, necesita regenerarse. Empresarios como Vicente Merino forman parte de esa forma de entender la economía y el desarrollo en provincias leonesas como Zamora. Este joven ingeniero me parece la antítesis  de ese eje del mal económico,  concibe la industrialización y el porvenir de una manera absolutamente opuesta. Merino Febrero es hijo de la luz. El resto, vástagos de la oscuridad.

Recomiendo a Igea que acuda a Samaniego y lea su fábula “Del enemigo el consejo”. Apenas nada más. Vale.

Eugenio-Jesús de Ávila

 

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