Jueves, 25 de Diciembre de 2025

Nélida L. Del Estal Sastre
Jueves, 02 de Julio de 2020
CON LOS CINCO SENTIDOS

Yo confieso

 Reconozco que te amo, que mi vida sin tu persona no merece el intento de pisar la alfombra que cubre con suavidad mis sueños cada noche. No soy sin ti más que un alma aburrida que vaga por las sombras sin ganas de mover un solo dedo o ingerir alimento alguno que me mantenga en pie un día tras otro. Soy muchas cosas sin ti, algunas valiosas, otras no tanto, pero contigo valgo el mundo entero porque completas mis frases vitales, mis sentidos. Nuestros cuerpos se acoplan con tal nivel de perfección que nuestras mentes son un enigma para los otros. Somos el uno perfecto. Si te ríes, río contigo y tus ocurrencias.

Si lloras por una pérdida o porque el mundo fue injusto contigo, lloro a la par, aunque sean lágrimas de las que no se ven pero se sienten y duelen a morir. No soporto saber que sufres ni verte sufrir. Quisiera ser el bálsamo que cure tus heridas de años y cicatrice tus batallas para convertirlas en juegos de recreo infantiles. No sé si podré, pero lo intento. Intento ser esa niña que te salve en el patio del colegio y te lleve a un rinconcito agradable, solitario, para decirte que soy tu amiga, que siempre estaré contigo y que juntos seremos absolutamente indestructibles.

Confieso que mi vida es menos vida sin ti, que no huelo las flores y sólo quiero arrancarlas porque son bonitas y no estás a mi lado para ponérmelas en el pelo. Quiero llenarme las manos de piedras y tirarlas con saña y rabia al río que cruza por mi casa y por mi alma, para romper lo que se encuentren en el camino o dañar la belleza de no estar a tu lado. Pero mis manos están vacías y el aroma de mi cuello anhela cada noche tus labios que encontraban la morada perfecta en esa oquedad de mi anatomía, esa que tú tanto conoces, pero que es tan tuya como mía. Quizá te dejé esperarme en el camino sin darme casi ni cuenta, cuando más me necesitabas, solitario, resignado y abatido.

Te pido perdón por ello. Lo haré las veces que sea necesario hasta que me perdones y veas que no fue una ensoñación, sino la más pura realidad lo que sentimos, que yo me dejé llevar por la marea a otros lares durante un tiempo pero nunca olvidé tu rostro, ni tus maneras, ni tu persona. Y que volví de ese viaje hacia ninguna parte porque sabía que me esperabas al otro lado de la laguna, en una barca de remos, para remolcar mi cuerpo a la tierra y cogerme de nuevo en brazos. Necesito que me ames porque necesito amarte. Quiero cogerte de la cintura y exprimir tus labios hasta la locura. Que nos pille la noche abrazados y entrelazados como si fuéramos un ente etéreo, único y exclusivo. Superior.

Pero espérame, que ya voy llegando a destino para que me recojas en tu barca. No te vayas, porque reconozco que te amo y si no me esperas volveré al abismo del que conseguí que me sacaras cuando se hacía cada vez más hondo. No has sido un espejismo. Ni yo he sido un espejismo en un oasis del desierto. No. Somos uno y mientras no estemos juntos de nuevo, nuestras partes desmembradas buscarán sin éxito alguno a su otra mitad. Espérame, que ya voy. Pero espérame. Amor. 

Nélida L. del Estal Sastre

 

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.122

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

El Día de Zamora

Ir al contenido
Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.