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Redacción
Viernes, 17 de Julio de 2020
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EmReDa: "Lo que quiero es dar un buen servicio"

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Aunque el estado de alarma finalizó el pasado 21 de junio, no han sido pocos los negocios que han abierto antes y retomado el pulso comercial de la ciudad. Hablamos con Mar Mompó, dueña de EmReDa Perfumes y Complementos, sobre la situación vivida en estos meses de confinamiento.

 

¿Cómo fue el primer día de apertura para EmReDa tras el parón del Covid-19?

Tras la ilusión que tenía puesta en la nueva normalidad, pero fue un fracaso emocional,  Al no haber gente, no hubo ventas; no había nadie por la calle. Puede que entraran dos personas en todo el día. Abrimos después de la fase en que los negocios sólo atendían con cita previa. Pero aun así, los primeros días no hubo nada. De hecho, la gente preguntaba sorprendida si ya había abierto.

 

¿Qué tal ha sido la respuesta de la gente, por ahora?

Pienso que la gente ha tenido miedo hasta el último momento. En otros negocios con los que he hablado la gente ha ido muy poco a poco, exceptuando -por ejemplo- alguna librería, estancos... Pero en cuestión de regalos, perfumes o complementos, la gente no terminaba de lanzarse y ponerse a comprar. Aparte de que tampoco estaban bien definidas las fases y la gente no tenía claro nada; hay que tener en cuenta que los eventos, hasta no terminar el confinamiento, no se sabía cómo iban a quedar.

 

La pandemia ha trastocado los planes de todos. ¿Habéis registrado muchas cancelaciones o aplazamientos de pedidos? En tales casos, ¿habéis ofrecido alternativas para compensar a sus clientes?

Para nosotros, un periodo bueno del año en comuniones y bodas coincide con el del confinamiento [de marzo en adelante]. Ya tenía de enero a marzo unos 15 o 17 eventos, también tenía algún encargo para ayuntamientos o asociaciones. Ahora las comuniones se han retrasado, retomándose después de junio dado que en algunas iglesias se han empezado a dar fechas. Otros han optado por aplazar y, en bodas, se han anulado aproximadamente la mitad hasta el año que viene. Por tanto, han supuesto unas pérdidas enormes.

 

Con respecto a vuestros servicios, tengo entendido que habéis realizado una diversificación de productos. ¿En qué ha consistido?

Ya que nos dedicamos a fiestas y todo tipo de eventos, hemos incluido productos nuevos como globos con helio y sin el para fiestas de cumpleaños, bodas, etc. Aparte de gorros, antifaces, matasuegras, detalles de photocall... para amenizar las veladas y tratar que el cliente encuentre aquí lo que podría buscar en otra parte. Hemos mejorado la maquinaria para realizar un servicio más rápido, los gastos siguen siendo altos y ello nos ha costado un esfuerzo evidente. Dada la escasa afluencia de cliente, estamos cerrando los sábados  por la tarde y ahorramos así en energía, tiempo, el desgaste propio de la jornada... así como el emocional…

 

En plena recuperación, perdidas la campaña de Semana Santa y la feria de San Pedro, ¿cómo cree que va a evolucionar la situación para el negocio local de Zamora?

Nos va a tocar remontar mucho. Las redes sociales se han movilizado mucho y gracias a eso estamos en varios grupos de colaboración entre comercios. Así podemos recurrir a recomendaciones, sugerencias, difusión de servicios, novedades vía online como las mascarillas personalizadas...

 

Los protocolos de seguridad sanitaria han obligado a todos los negocios a adaptarse. ¿Os ha supuesto un sobrecoste tales medidas, adaptándolas a vuestros productos, o no ha sido necesario?

Por lo que respecta a las medidas de seguridad, aquí aplicamos lo que ha mandado Sanidad: uso obligatorio de mascarilla, gel hidroalcohólico, no permitir a los clientes que toquen el producto sino cogerlo yo y luego desinfectarlo. El coste -como es normal- es algo que ha salido de nuestros bolsillos, aunque tanto el Ayuntamiento como la Diputación nos ha hecho llegar material esencial para poder empezar. El  gasto posterior sí ha sido costeado por nosotros y por temas personales en mi caso, no he recibido ayudas para estos menesteres.

 

Tengo entendido que vais a insertaros en el mundillo digital, creando una página web. ¿Ofrecéis ahí los mismos servicios y productos que en la tienda física o cuentan con alguna ventaja, de cara a su adquisición?

Llevamos tiempo preparando nuestra inserción en el entramado digital pero se está ralentizando, por diversos motivos. Lleva su tiempo y es cierto que podríamos haber empezado ya, merced a la situación apremiante del covid-19, pero tomé la decisión de no lanzar la web hasta incluir en la misma el catálogo de mi producto estrella: los perfumes. Dicho esto, hago referencia en mi espacio a la microsite de un mayorista y a su oferta variada de productos –más de 5.000. Tengo puestas muchas esperanzas en esto, pues se trata de salir del pozo y también trataría de darla a conocer en redes sociales.

 

Dada la posibilidad de producirse nuevos rebrotes, ¿cuáles son las perspectivas que mantiene de aquí a fin de año?

Si por lo que fuera debiéramos cerrar nuevamente al producirse un rebrote, me dedicaría sobre todo a movilizar la incipiente página web y potenciar mi presencia en las RR.SS. No puedo hacer mucho más, dadas las características de mi actividad comercial. Trabajo siempre con los precios más económicos que pueda; dicen que quienes se hacen ricos lo logran poniendo los precios más altos y yo no seré nunca rica por buscar siempre el mejor precio para la persona. Lo que quiero es dar un buen servicio. Lógicamente puede haber nuevas oleadas del virus pero se ha ganado tiempo para prepararse, mejorar el sistema sanitario y así no obligarnos a cerrar. Se necesita más personal sanitario, así como en todas aquellas profesiones que son necesarias para sobrevivir dignamente y no pasar por el caos que hemos tenido.

 

En su opinión, ¿qué medidas son imprescindibles para minimizar el impacto evidente que va a tener esta pandemia sobre la economía? ¿Qué lecciones se pueden extraer de estos meses de confinamiento?

No soy política ni economista, para la gente que ha estado en ERTE o ha perdido su trabajo debe haber sido terrorífico. No sólo cuento con este negocio, también está el supermercado Ricote –situado en C/ Santa Teresa, no 11– y ha estado abierto durante el confinamiento, gracias a Dios, si bien es verdad que abre los 365 días del año. Cuando tienes alguna pequeña deuda, no recibes ningún tipo de ayuda y dependes de lo que tienes. Con este negocio hemos ido tirando y nos ha ido muy bien, dado que la gente ha hecho sus compras en lugares próximos a su hogar para evitar moverse. Al hallarnos en una zona céntrica, hemos tenido numerosos clientes y confío en no perderlos ahora.

En cuanto a las lecciones, pido que se compre en el negocio local. Aunque entienda por otro lado que los trabajadores de las grandes superficies y demás son zamoranos, sería un efecto rebote y egoísta el hecho de no comprar en ellos porque se podría perder muchos puestos de trabajo, así que supongo que cada uno tendremos que tener nuestro espacio… Nosotros estamos todos los días, con o sin pandemia. Agradezco a los sanitarios, policías y otros colectivos su labor en este tiempo; han dado el 200%, han hecho su trabajo con el amor y la pasión que debe ponerse en un trabajo tan entregado a los demás, he salido todos los días a aplaudir para seguir dándole fuerzas y que supieran que estaba con ellos, es más eché currículo y me ofrecí voluntaria para ayudar en lo que pudiera. Mi aplauso iba por todos: sanitarios, limpiadores, policías, farmacéuticos, personal de supermercado y todos aquellos que trabajaron por y para parar el covid-19.

Por la parte que me toca, también nosotros hemos estado ahí. Atendiendo diariamente, subiendo la compra a todos aquellos que lo han necesitado, y mas con esa situación…Hemos sido de los primeros con el supermercado en activar el servicio de compras a domicilio, difundiéndolo más a través de las RR.SS. Nuestro negocio vive de la gente que nos rodea, de nuestros vecinos. Siempre digo que un cliente es un tesoro y lo intento reflejar incluso en mis bolsas, con mensajes manuscritos tipo “Gracias eres lo mejor” o “Sin ti no podría hacer mi sueño realidad”. Con esto intento dar las gracias a cada uno de mis clientes. Es muy difícil hacer un cliente y muy fácil perderlos…y yo los necesito.       

Mi negocio, el de mi marido, así como el resto de autónomos que estamos día a día luchando por salir adelante, os necesitamos tanto como nos necesitamos entre nosotros. Compremos entre nosotros, fomentemos la compra en nuestra calle. Salimos adelante gracias a vosotros los clientes... y por eso, gracias y mil gracias.

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