Adiós a Olivia de Havilland, última estrella de la edad dorada del cine de Hollywood

La actriz británico-estadounidense Olivia Mary de Havilland nació en Tokio en 1916 y hasta ayer era considerada la última superviviente del cine clásico de Hollywood y, por tanto, también la última superviviente del mítico reparto de la película Lo que el viento se llevó. 

Ganadora de dos Globos de Oro, el útlimo en el año 1986, y dos premios Óscar a mejor actriz protagonista, por La vida íntima de Julia Norris (1946) y La heredera (1949), que le valieron ser reconocida  como una de las mejores actrices de la historia; en los años 30 alcanzó la fama como pareja cinematográfica de Errol Flynn en múltiples películas, como El capitán Blood o Robin de los bosques.

Quiso alejarse de las películas de aventuras y entonces llegó uno de sus papeles míticos, por el que fue nominada al Óscar a la mejor actriz de reparto por su interpretación de Melania, en Lo que el viento se llevó. 

Se casó dos veces, con Marcus Goodrich y con Pierre Galante, al que cuidó hasta su muerte, a pesar de estar divorciados. Los últimos años de su vida los pasó en París y con 100 años fue nombrada Dama del Imperio Británico, por la reina Isabel II, siendo la persona más longeva que ha recibido esa distinción.

Para la historia del cine también ha quedado su gran enemistad con su hermana pequeña, la también actriz Joan Fontaine.