Martes, 23 de Diciembre de 2025

Nélida L. Del Estal Sastre
Domingo, 02 de Agosto de 2020
CON LOS CINCO SENTIDOS

Espero resistir

[Img #42275]Tengo tanta sensibilidad que me estallan el corazón, mi parte visceral, y el cerebro, esa parte responsable del raciocinio que domina sobre mi cuerpo y que, a veces, temo no poder controlar con tanta emoción y que se me rasgue algo por dentro hasta romperse y transmutarse en otra cosa que ya deje de existir para el común de los mortales. Es un temor verdadero. No entiendo mi ser entero sin la música recorriendo mis adentros hasta el infinito de la última neurona que aún me quede con ganas de recibir y transmitir información.

La vida sin música y sin poesía, no es vida, es pura supervivencia, es vivir con dos mendrugos de pan duro y agua salada que te pide más agua, tanta, que no paras de beber y mueres ahíto, pero sediento. No tiene sentido despertar cada día si no es para amar con la música, la literatura, el arte en sí. ¿De qué sirve habitar este mundo si no tenemos eso que enaltece el alma, que la eleva y la subyuga hasta la emoción más pura que puede emanar de un cuerpo carnal? ¿De qué sirve vivir si no sientes, si no lloras hasta romperte por completo? Prefiero vivir poco a vivir a medias.

Dicen que se llama hipersensibilidad, dicen, porque ahora todo lleva una etiqueta. Eres esto o lo otro, tienes esto o lo otro. No se dan cuenta de que la que está enferma es la sociedad en sí misma. Se pudre poco a poco y esa putrefacción nos llega por las extremidades hasta tocar la punta de nuestros dedos. Nos convierte en seres inertes, complacientes con el que manda, por muy mediocre que éste sea. Nos abduce. La sociedad está involucionando, ya no se aprecia a la gente con sensibilidad artística como antes, que eran auténticos eruditos y héroes de su tiempo. Ahora son considerados raros, como fuera del sistema establecido por la mendacidad imperante que nos ahoga y nos castra.

Pero yo me niego a caer en esa tristeza de mundo que ama lo común y lo comparte como si de algo extraordinario se tratase, lo comparte hasta la extenuación. Ya no hay exclusividad, todo se consume en masa, como si fuese alpiste para pájaros, que mata el hambre, pero no te satisface en absoluto. En la diferencia tiene que estar lo bueno, lo más válido, lo superior a la media, pero no por egolatría, ni porque considere que lo diferente es mejor, pero la triste realidad es que lo es. Es mejor, es mucho mejor.

Nélida L. del Estal Sastre

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.122

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

El Día de Zamora

Ir al contenido
Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.