El PP, una formación acomplejada y pusilánime

Cayetana Álvarez de Toledo supo siempre, porque es inteligente y erudita, que la izquierda no es superior culturalmente, ni moralmente, a la derecha. Y lo hizo explícito. Y quiso combatir, cara a cara, con intelecto, al actual gobierno socialcomunista. Pero el PP es un partido acomplejado, cobarde, asustado, temeroso siempre de la prensa burguesa izquierdista. Mariano Rajoy, con su Dulcinea, Sáenz de Santamaría, Casado, la zamorana gallega Ana Pastor y demás mendas de esta formación política que se avergüenza de que la consideren derecha, dieron siempre por perdido el partido intelectual contra las diversas izquierdas. Son así.  Mingafrías.

El PSOE no se avergüenza de su pasado, de sus amenazas, en las Cortes, como la de Pablo iglesias, su fundador, a Maura, en 1910; ni de los golpes de Estado en agosto de 1917 o en octubre de 1934; ni de sus 40 años  missing  durante la dictadura franquista, ni de las corrupciones felipistas, ni del caos económico  y social de zapaterismo, ni de los EREs en Andalucía, el mayor robo cometido contra la clase obrera en la historia de la democracia. Por el contrario, se muestran muy orgullosos de su pasado.

Ni los comunistas que ensalzan a dictaduras tan terribles como Lenin, Stalin, responsables de las mayores hambrunas vividas en la Unión Soviética, de la mayor masacre cometida sobre la clase obrera en la historia de la Humanidad, como la acontecida en  Kronstadt,  en 1921, cuando el ejército rojo, el de Trotski, asesinó a miles de trabajadores que exigían cumplir con los mandamientos de la revolución, o amparan los monstruosos crímenes de la banda ETA, por supuesto de izquierdas, han pedido perdón por su pasado.

En España, no hay derecha; quizá Vox. Por supuesto, ni  un átomo de neoliberalismo, porque jamás, a no ser que nos remontemos al siglo XIX, existió el liberalismo. La diestra española tampoco tiene quien la escriba, ni quien la represente, porque los 40 años de franquismo, suponen un pesado lastre para valorar su ideología. La derecha española vive de rodillas, gobernó postrada y pidiendo perdón por hacerlo. Ahora, también purga, como Pablo Iglesias a Bescansa  y Errejón. Todo se pega…menos la belleza.  

En España, todos son socialdemócratas y, en ciertos casos, pusilánimes, como los dirigentes del PP. Hay Pedro Sánchez hasta la próxima pandemia, incluso hasta el fin de los tiempos. La prensa izquierdista, burguesa, satisfecha.

Eugenio-Jesús de Ávila