Embellecer la periferia de la ciudad

Escribía ayer sobre la entrada a Zamora por el norte. Hoy, me toca mirar hacia el oriente, hacia el este, hacia la entrada en la ciudad de vehículos procedentes de Toro, Valladolid y más allá. Voy al asunto.

Nos encontramos con edificios que, exteriormente, me parecen muy dignos, con una gran parte de viviendas sin ocupar, debido a que su construcción coincidió con el colapso padecido en toda España en el sector, y enormes superficies de terrenos sin edificar, en los que crecen matorrales durante la primavera, que transforman el espacio entre los inmuebles en secarrales durante los meses del verano, cuando el sol abrasa el parto de la primavera. El aspecto de esa urbanización resulta, pues, poco atractivo.

Desconozco quiénes son los propietarios de esos terrenos, si la empresa promotora UFC, o hay parte le corresponde al Ayuntamiento. Lo ignoro. No voy a ponerme a investigar ahora. Pero si pediría a la empresa, para vender mejor su producto, que plantara árboles, crease jardines y, a poder ser, fuentes, en todo ese entorno. Así, los matrimonios jóvenes se sentirían atraídos por un espacio urbano fresco, verde y agradable. Además, no creo que, con la pandemia económica que amenaza España y, por ende, todavía más a Zamora, se construyan más edificios en ese espacio urbano de la periferia de la ciudad. Por lo tanto, imaginación al poder. Embellezcan la zona para que, en verdad, haga honor a su nombre y adjetivo: Vista Alegre.

Cambio de dirección. Me traslado a la entrada a Zamora desde los pueblos del alfoz como Arcenillas, Casaseca de las Chanas y La Guareña, o Villaralbo, Moraleja del Vino y Sanzoles. Y me encuentro con eriales en el barrio de Pinilla, que creció muchísimo años atrás, pero, como sucedió con toda la ciudad, esa expansión urbanística se detuvo. De ahí, que existan numerosos terrenos sin edificar, que, como sucede en el resto de la periferia zamorana, aparecen tomados por vegetación salvaje. ¿Por qué no se negocia con los propietarios de los terrenos para ver la posibilidad de embellecer ese espacio urbano?

Sigo en la margen izquierda. Entre Pinilla, Cabañales, El Sepulcro y San Frontis existen espacios de terreno abandonados. Ni se cultivan, ni se construye. Incluso, cuando crecen los matorrales, pasan a ser patrimonio de culebras, ratas e insectos. Dada su proximidad al Duero, no creo que se permita construir en ese entorno. Se supone que tendrán propietarios. Si es así, toca negociar para adquirirlos y desarrollar proyectos municipales durante la próxima década, para que la margen izquierda del Duero se sienta integrada en la ciudad.

Y lo que fue la fábrica de San Jerónimo y siglos antes convento del mismo nombre merecería también un estudio sobre su propiedad para recuperar también ese espacio para la ciudad. Después, los políticos deberían sugerir ideas y, si es posible, convertirlas en realidad. Hay todavía mucho trabajo para embellecer Zamora. Me parece una hermosa tarea. Guarido ha demostrado que le gusta trabajar en ese menester. Le quedan tres años para concluir mandato. Quizá sea poco tiempo para transformar esta ciudad. Pero se pueden dejar ideas para desarrollar en esta década. Ojalá. Entonces, un servidor ya hallara jubilado y viejito.

Mañana, más. Dejaré la periferia y regresaré al casco antiguo. No se vaya. Espero.

Eugenio-Jesús de Ávila