Biorrefinería de Barcial del Barco: Un gran día para nuestra tierra

Si exceptuásemos a la COPE, ningún medio de comunicación se tomó en serio del ingeniero zamorano leonés Vicente Merino Febrero. Hubo alguno en particular que se burló, mofó, escribió sandeces sobre esta idea que se cumplirá, a no tardar, en realidad, más después de que la Diputación, con su presidente y vicepresidente en rueda de prensa, como notarios de la institución, confirmasen que habrá dinero para que Iberdrola venda ese erial, sobre el que se construirá la mayor biorrefinería multifuncional de España, la que transformará buena parte de la economía del noreste zamorano y suroeste leonés. Los responsables de la hidroeléctrica ya han confesaron a Francisco José Requejo, otro político providencias para que esta gesta industrial, porque si él, con Martín Pozo, esta nave de la biorrefinería habría zozobrado, que no habrá problema para que la Diputación compré los terrenos que todavía son de su propiedad. Punto.

Ese ingeniero quijote también participó en esa presencia ante los medios. Él sabe de qué va este personal que, en algunos casos, intentar adularlo ahora  con entrevistas alimentarias cuando, no ha mucho tiempo, lo vilipendiaron. Porque hay una prensa en nuestra ciudad y provincia, ultraconservadora, hermanada  con la política más reaccioria o con la que manda, que no tiene otro anhelo de que todo siga igual, que si vienen trabajadores a Zamora les molestarán en cines, bares, restaurantes y paseos por parques y jardines, porque así se está muy bien. Esa es la ideología del político con querencia por la paz del camposanto, por el periodista pelota, siempre al servicio del que detente el poder. De ahí que nuestra tierra se nos muere de muerte natural, de cobardía y de felonía.

La persona que esto firma, que ha escrito decenas de artículos sobre la biorrefinería y entrevistas con su principal responsable, el genial Merino, en el que siempre creí pese a su juventud, vibra, se emociona, se halla eufórica con este sueño que se convertirá en realidad, un sueño que soñé despierto durante más de una década mientras construía mi periódico, mientras mi barquito de papel, El Día de Zamora, surcaba los mares que le conducían al puerto del futuro en el que desembarcará también el futuro de esta provincia. Hoy ha sido, pues, un gran día para nuestra tierra. Habrá que celebrarlo.

Eugenio-Jesús de Ávila