El Zamora CF exhibe cualidades futbolísticas seductoras ante la Cultural (1-1)

Me encanta el bosquejo o el boceto que David Movilla ha dibujado para nuevo Zamora, aunque sus piezas sean casi idénticas a las que subieron al club de categoría. Esa defensa en línea, adelantada hasta la divisoria de los dos terrenos de juego, cuando el rival, un excelente equipo como la Cultural, tenía que sacar de portería, más la presión a la defensa, realizada hasta los últimos diez minutos del encuentro, y una presión solidaria constante en la medular, sin dar por perdido un balón, identifican a esta escuadra rojiblanca que debutará en la competición dentro de diez días, en Vigo. Además, para concretar este enorme esfuerzo, hay que estar en unas condiciones físicas extraordinarias. Este Zamora, insisto, no se parece nada al de la  Tercera División. El técnico vizcaíno quiere más. Su cambio estratégico y táctico me ha satisfecho esta noche y me provoca un cierto optimismo de cara a una Liga muy complicada. Creo, por supuesto, que este equipo resultará muy difícil de batir para cualquier rival.

Movilla decidió alinear esta noche, de salida, casi al mismo equipo titular de la Tercera División, excepción hecha del central zurdo Adrián Crespo. Enfrente, una escuadra que aspira a todo esta temporada, una Cultural hecha y derecha. El Zamora no quiso jugar la pelota en la medular. No le dio el gusto a los leoneses. Prefirió que Piña, partido colosal el del central, gran jefe de la cobertura, lanzara balones largos desde la medular propia, para buscar a Sergio y Escudero, mientras la batalla se libraba en el medio campo, donde Juanan, Vallejo y Ramos incordiaban, se pegaban, presionaban cualquier intento visitante de elaborar fútbol. Por lo tanto, escasas ocasiones para ambas escuadras. La tuvo Escudero, tras gran jugada de un inmenso Dani Hernández, pero se entretuvo en un regate innecesario, y también gozó de su ocasión la Cultural. Y hubo un tanto anulado al Zamora por fuera de juego. Desde mi posición en el estadio no puedo opinar si fue o no fue. Ser o no ser. Esa es la cuestión.

La primera mitad concluía cuando Parra perdió su posición y los leoneses encontraron por la izquierda un  pase al hueco que los adelanto en el marcador. Así finalizó una primera mitad en la que nadie dominó el juego. Partido muy táctico, pero hermoso para todo buen aficionado que sepa de fútbol.

Le costó al Zamora reponerse de ese gol en el finiquito de la primera entrega del partido. Movilla decidió realizar sus primeros cambios,, tres de una tacada, en el minuito 60: salían del campo Juanan, Crespo y Parra y se incorporaban Aziz, que ocupara el central zurdo; Ángel, el exterior diestro, demostrando habilidad y excelentes centros, y Abel Conejo, que demostró su calidad en la medular, mucho mejor que en el primer envite del triangular Memorial Agustín Villar.

Pero llegó el minuto 67 y ahí emergió la calidad individual de Dani Hernández que agarró una volea genial desde 25 metros, para colar el balón en la portería leonesa. Empate justo. A partir de ese instante, se vivieron momentos excelentes por parte de ambas escuadras, que disputaron el choque como si hubiera puntos en juego. Pudo adelantarse el Zamora a falta de un cuarto de hora para el término del partido, cuando Jacobo, que saltó al campo junto a Valentín, no acertó a cabecear dentro del marco visitante un magnífico centro, después de una excelente acción por la banda derecha de Ángel, que, reitero, gustó mucho, por su habilidad y toque de balón.

La Cultural también tiro de banquillo, pero sin sacar fruto de esa nueva savia en el césped, porque no encontró momentos para desequilibrar el choque.

Corolario: Este Zamora promete convertirse en un equipo difícil de ganar, con un sistema muy trabajado en defensa, una medular que incordia, que no deja pensar al rival, dura, sobria y poderosa. Quizá todavía le falte capacidad ofensiva, muy necesaria en esta nueva categoría.