CON LOS CINCO SENTIDOS
Solo sé que no sé nada
Intento, unas veces con más éxito que otras, asesorar, que no influir, en algunas familias, con mi experiencia y mi empirismo de lustros de dedicación personal sin pedir ninguna contrapartida. Puede que funcione, de hecho, funciona, ayuda, pero en ciertas ocasiones, me siento como un predicador en mitad del desierto, sin público que me escuche, o con público, pero dedicado a otros menesteres que nada tienen que ver con atender a mis “consejos”. No me gusta esa palabra cuando es una persona joven como yo la que da los supuestos consejos, aunque me avale cierta experiencia y emita algún que otro juicio de valor. No soy quién. Nunca opino, ni siquiera hablo de lo que desconozco, soy muy prudente, siempre lo fui. Me gusta aprender así pasen los años, no parar de aprender. Pero resulta que cuando alguien me pregunta sobre lo que llevo veinte años demandando de la sociedad, me levanto en armas, me siento en posesión de la verdad porque me avala el empirismo, como he dicho al principio, y como se suele decir “la experiencia es un grado”. No soy médico, soy madre. Una madre que ha pasado las de Caín para conseguir un futuro prometedor, sencillo, tranquilo, sosegado, pero seguro, para su descendencia.
Pero nada cambia, desafortunadamente. Y uno se cansa de luchar, de perseguir “trolls” por la vida real y por las redes. Os confieso, ahora que nadie nos escucha, que es absolutamente agotador. Hay días en los que los egos sobrepasan a la persona y al colectivo al que representa y se tiran piedras encima de nuestro propio tejado. El tejado de todos. La estupidez humana es insuperable, incluso cuando de tratar de pedir por otros se trate. El ego humano es repugnante. En fin, que sigo. Mi historia se repite cientos de veces y si bien yo conseguía a base de tesón, sacrificio y esfuerzo, hacer valer mi posición, cierto es que me cuesta asesorar cuando hay más factores en contra que a favor de mi causa, que es la causa de muchos, de miles, de cientos de miles. El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) no tiene mi un puñetero Día Mundial que lo reconozca por parte de la O.M.S. Son muchos los protocolos para conseguirlo y debe de ser el ministerio de Sanidad de cada país el que avale tal petición (previa súplica por parte de las múltiples Federaciones regionales, nacionales, asociaciones provinciales...) Pero la risa, la felicidad, el hábitat, las personas de edad, la depresión, las aves, el correo, la alimentación, el perro y su puñetera madre en bicicleta y otras cosas así, sí lo tienen. Tienen su jodido Día Mundial en el calendario.
Llevo veinte años luchando de manera incansable por los afectados por el TDAH y se le da más pábulo a un “vendeburras” con su remedio mágico a la par que demencial para el autismo, el TDAH, el cáncer, el ébola... que a los que llevamos en la sangre este trantorno verdadero y destructivo. Lejía diluida para todos ellos, pero en vena. Nos está faltando tiempo.
No voy a pedir un Día Mundial del TDAH. ¡Lo exijo! Nos corresponde que, al menos, un día al año se sepa que el 7%!!! de la población mundial lo padece. Que no se cura y que te persigue toda la vida aunque lo intentes controlar, porque no es una enfermedad, es un trastorno que no se cura y te acompaña hasta que te vas con los pies por delante. Puedes convivir con él, bien que mal, lo puedes controlar o puede destrozarte la vida para siempre si te topas con algún “profesional” que no cree en él o lo toma como una moda de padres demasiado ocupados para atender a sus hijos. ¡Pagafantas todos los que así piensan! Demagogos, incautos y temerarios que juegan con la salud mental de infinidad de niños, jóvenes y adultos. Pero sí que cobráis los euros correspondientes por consulta. Véis a los pobres padres entregados a la causa de hallar una solución y os frotáis las manos. Pensaréis “uno más para el saco, de esto del tdah”…
No sé la de decenas de veces que he afirmado que el TDAH no es una cuestión de fe, no es como creer en dios o no. El TDAH está ahí siempre al que afecta y tienes dos opciones amigo: o lo ignoras y destruyes la vida de una persona quizá más válida que tú, o te pones de nuestro lado y nos acompañas en la lucha. Porque te garantizo, estadísticamente hablando (siempre tiro de empirismo) que tarde o temprano algún amigo o familiar tuyo lo padecerá y entonces, sólo entonces desgraciadamente y porque te toca de cerca, sabrás lo que es sufrir por un niño que vale millones y todos se empeñan en infravalorar o dar directamente por perdido por un comportamiento que no depende de él, depende de su cerebro. No seas cruel. Ayúdanos. Se están perdiendo mentes maravillosas por culpa de ineptos. Y ya me callo. De momento. Sólo de momento.
Ahora que estamos inmersos en el Mes Europeo del TDAH (avalado por ADHA Europe), el 27 de octubre. Desde mi humilde casa, familia y como madre y representante de un colectivo de afectados por este cruel trastorno, pido a quien corresponda que alce nuestra voz, más allá de nosotros mismos, y nos ayude a conseguir que el eco del TDAH tenga un reconocimiento MUNDIAL con un día señalado en el calendario. Valemos más que un perro, o una sonrisa. Existen días mundiales para todo tipo de chorradas, véase: El día mundial del huevo, 9 de octubre. Día mundial del retrete, 19 de noviembre. El día de las zapatillas de distinto color, 3 de mayo. El día mundial de la pereza, 19 de agosto. Día mundial del amigo con derecho a roce, 19 de julio.
Creo que no es necesario que siga. Así que, por favor, a quien tenga “mando en plaza”, SANIDAD NACIONAL, para estos menesteres, que haga el grandísimo favor de hacer bien su trabajo y nos conceda el reconocimiento que necesitamos para dar visibilidad a un trastorno que te hunde en la mierda si no lo tratas. Por favor, de nuevo, una vez más. Que los que nos representan accedan a reunirse con nosotros cuando demandamos su ayuda, que nos atiendan y dejen de lamerse los culos los unos a los otros para nada, para dar un espectáculo absolutamente lamentable. Ya veis lo que opinan en Europa de lo que se está haciendo por aquí; pues así todo. En nuestra comunidad autónoma se solicitó una reunión con la Consejería de Familia el 19 de agosto de este año. La reunión la solicitó la Federación de Castilla y León de Asociaciones de TDAH, de la que Zamora forma parte (así como de la Nacional) a través de AZADAHI. Pues nada, no ha habido respuesta y estamos a 15 de octubre. Poco más se puede añadir a esto.
No tengo nada más qué decir. Por ahora.
Nélida L. Del Estal Sastre
Intento, unas veces con más éxito que otras, asesorar, que no influir, en algunas familias, con mi experiencia y mi empirismo de lustros de dedicación personal sin pedir ninguna contrapartida. Puede que funcione, de hecho, funciona, ayuda, pero en ciertas ocasiones, me siento como un predicador en mitad del desierto, sin público que me escuche, o con público, pero dedicado a otros menesteres que nada tienen que ver con atender a mis “consejos”. No me gusta esa palabra cuando es una persona joven como yo la que da los supuestos consejos, aunque me avale cierta experiencia y emita algún que otro juicio de valor. No soy quién. Nunca opino, ni siquiera hablo de lo que desconozco, soy muy prudente, siempre lo fui. Me gusta aprender así pasen los años, no parar de aprender. Pero resulta que cuando alguien me pregunta sobre lo que llevo veinte años demandando de la sociedad, me levanto en armas, me siento en posesión de la verdad porque me avala el empirismo, como he dicho al principio, y como se suele decir “la experiencia es un grado”. No soy médico, soy madre. Una madre que ha pasado las de Caín para conseguir un futuro prometedor, sencillo, tranquilo, sosegado, pero seguro, para su descendencia.
Pero nada cambia, desafortunadamente. Y uno se cansa de luchar, de perseguir “trolls” por la vida real y por las redes. Os confieso, ahora que nadie nos escucha, que es absolutamente agotador. Hay días en los que los egos sobrepasan a la persona y al colectivo al que representa y se tiran piedras encima de nuestro propio tejado. El tejado de todos. La estupidez humana es insuperable, incluso cuando de tratar de pedir por otros se trate. El ego humano es repugnante. En fin, que sigo. Mi historia se repite cientos de veces y si bien yo conseguía a base de tesón, sacrificio y esfuerzo, hacer valer mi posición, cierto es que me cuesta asesorar cuando hay más factores en contra que a favor de mi causa, que es la causa de muchos, de miles, de cientos de miles. El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) no tiene mi un puñetero Día Mundial que lo reconozca por parte de la O.M.S. Son muchos los protocolos para conseguirlo y debe de ser el ministerio de Sanidad de cada país el que avale tal petición (previa súplica por parte de las múltiples Federaciones regionales, nacionales, asociaciones provinciales...) Pero la risa, la felicidad, el hábitat, las personas de edad, la depresión, las aves, el correo, la alimentación, el perro y su puñetera madre en bicicleta y otras cosas así, sí lo tienen. Tienen su jodido Día Mundial en el calendario.
Llevo veinte años luchando de manera incansable por los afectados por el TDAH y se le da más pábulo a un “vendeburras” con su remedio mágico a la par que demencial para el autismo, el TDAH, el cáncer, el ébola... que a los que llevamos en la sangre este trantorno verdadero y destructivo. Lejía diluida para todos ellos, pero en vena. Nos está faltando tiempo.
No voy a pedir un Día Mundial del TDAH. ¡Lo exijo! Nos corresponde que, al menos, un día al año se sepa que el 7%!!! de la población mundial lo padece. Que no se cura y que te persigue toda la vida aunque lo intentes controlar, porque no es una enfermedad, es un trastorno que no se cura y te acompaña hasta que te vas con los pies por delante. Puedes convivir con él, bien que mal, lo puedes controlar o puede destrozarte la vida para siempre si te topas con algún “profesional” que no cree en él o lo toma como una moda de padres demasiado ocupados para atender a sus hijos. ¡Pagafantas todos los que así piensan! Demagogos, incautos y temerarios que juegan con la salud mental de infinidad de niños, jóvenes y adultos. Pero sí que cobráis los euros correspondientes por consulta. Véis a los pobres padres entregados a la causa de hallar una solución y os frotáis las manos. Pensaréis “uno más para el saco, de esto del tdah”…
No sé la de decenas de veces que he afirmado que el TDAH no es una cuestión de fe, no es como creer en dios o no. El TDAH está ahí siempre al que afecta y tienes dos opciones amigo: o lo ignoras y destruyes la vida de una persona quizá más válida que tú, o te pones de nuestro lado y nos acompañas en la lucha. Porque te garantizo, estadísticamente hablando (siempre tiro de empirismo) que tarde o temprano algún amigo o familiar tuyo lo padecerá y entonces, sólo entonces desgraciadamente y porque te toca de cerca, sabrás lo que es sufrir por un niño que vale millones y todos se empeñan en infravalorar o dar directamente por perdido por un comportamiento que no depende de él, depende de su cerebro. No seas cruel. Ayúdanos. Se están perdiendo mentes maravillosas por culpa de ineptos. Y ya me callo. De momento. Sólo de momento.
Ahora que estamos inmersos en el Mes Europeo del TDAH (avalado por ADHA Europe), el 27 de octubre. Desde mi humilde casa, familia y como madre y representante de un colectivo de afectados por este cruel trastorno, pido a quien corresponda que alce nuestra voz, más allá de nosotros mismos, y nos ayude a conseguir que el eco del TDAH tenga un reconocimiento MUNDIAL con un día señalado en el calendario. Valemos más que un perro, o una sonrisa. Existen días mundiales para todo tipo de chorradas, véase: El día mundial del huevo, 9 de octubre. Día mundial del retrete, 19 de noviembre. El día de las zapatillas de distinto color, 3 de mayo. El día mundial de la pereza, 19 de agosto. Día mundial del amigo con derecho a roce, 19 de julio.
Creo que no es necesario que siga. Así que, por favor, a quien tenga “mando en plaza”, SANIDAD NACIONAL, para estos menesteres, que haga el grandísimo favor de hacer bien su trabajo y nos conceda el reconocimiento que necesitamos para dar visibilidad a un trastorno que te hunde en la mierda si no lo tratas. Por favor, de nuevo, una vez más. Que los que nos representan accedan a reunirse con nosotros cuando demandamos su ayuda, que nos atiendan y dejen de lamerse los culos los unos a los otros para nada, para dar un espectáculo absolutamente lamentable. Ya veis lo que opinan en Europa de lo que se está haciendo por aquí; pues así todo. En nuestra comunidad autónoma se solicitó una reunión con la Consejería de Familia el 19 de agosto de este año. La reunión la solicitó la Federación de Castilla y León de Asociaciones de TDAH, de la que Zamora forma parte (así como de la Nacional) a través de AZADAHI. Pues nada, no ha habido respuesta y estamos a 15 de octubre. Poco más se puede añadir a esto.
No tengo nada más qué decir. Por ahora.
Nélida L. Del Estal Sastre




























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