LIGA FEMENINA ENDESA
Pésimo partido del Quesos el Pastor ante un Estudiantes que viene para quedarse en la élite
Las de Fernández Juliá no tuvieron opciones en ningún momento de un partido para olvidar
Lección estudiantil en acierto e intensidad. A la primera aptitud se le puede achacar suerte, pero la segunda es actitud y el Quesos el Pastor no tuvo ni la una ni la otra. Se falla lo suficiente a la hora de encestar como para tomar ya soluciones y rellenar el hueco que dejó la boliviana Romina Rodríguez, voluntariamente, con una jugadora de otras características. No se puede tardar en encestar por primera vez casi 5 minutos en uno de los tiempos y casi 6 en otro.
Empezó el primer cuarto con susto para las de Montoliú con el parcial 9-0 que les endosó Estudiantes, pero cuando faltaban 3,54, el marcador figuraba con un más ajustado 14-10. Sin embargo y tras un tiempo muerto pedido por Ortego, las madrileñas volvieron a irse en el marcador, con Grande imponiéndose a Lizarazu y ni la entrada de Quirante fue aliciente para cambiar las tornas, con una Salas desaparecida.
Con 26-16 comenzó el segundo periodo, en el que las de Fernández Juliá tardaron casi 5 minutos en encestar y así pocas esperanzas hay para ganar un partido, ni siquiera para acercarse a un marcador digno. Un parcial 18-0, con un equipo, el estudiantil, que metía casi todo y el otro, el Quesos, que lo erraba. Valeriya tiraba de su equipo, anotando 14 puntos, mientras que para Marina, Marta y Quirante no era su día. Al fata de esos 5 minutos que decíamos antes, las queseras conseguían encestar sus primeros puntos, pero para entonces las de casa se habían ido 40-18, para acabar en un 49-29 preocupante.
El tercer cuarto no traía nada nuevo, salvo que estudiantes aumentaba diferencias y ya muchos rezaban para que acabara el partido, porque de seguir con esos porcentajes, las madrileñas podían llegar a los 100 puntos. Salas, con grandes porcentajes en tiros en su anterior equipo, el Bembibre, era una sombra rubia de lo que fue, no estaba, aunque se la esperaba, pero hoy había perdido el tren. Estudiantes mantenía la intensidad de un marcador más ajustado y se permitía el lujo de hacer jugar a sus jugadoras menores, que no suelen jugar apenas minutos y, ni aún así, las de naranja conseguían maquillar un poco el resultado, como sucediera ante el Avenida.
Comenzaba el último periodo con 76-41, pero todo siguió igual o peor. Las visitantes tardaron casi 6 minutos en subir a 43 su marcador, lo que se tradujo en un parcial 13-0, con el que no se conformaban las de casa, que seguían acertando casi todo y jugando con la intensidad de quien no tiene asegurado el resultado, algo agradecido por su público al final del partido. Un error en un triple, evitó un marcador con tres dígitos, quedándose en ese 97-51 final.
Valeriya fue la máxima anotadora del partido, con 18 puntos y la máxima reboteadora de su equipo, empezando a atisbarse lo que de ella se espera.
Empezó el primer cuarto con susto para las de Montoliú con el parcial 9-0 que les endosó Estudiantes, pero cuando faltaban 3,54, el marcador figuraba con un más ajustado 14-10. Sin embargo y tras un tiempo muerto pedido por Ortego, las madrileñas volvieron a irse en el marcador, con Grande imponiéndose a Lizarazu y ni la entrada de Quirante fue aliciente para cambiar las tornas, con una Salas desaparecida.
Con 26-16 comenzó el segundo periodo, en el que las de Fernández Juliá tardaron casi 5 minutos en encestar y así pocas esperanzas hay para ganar un partido, ni siquiera para acercarse a un marcador digno. Un parcial 18-0, con un equipo, el estudiantil, que metía casi todo y el otro, el Quesos, que lo erraba. Valeriya tiraba de su equipo, anotando 14 puntos, mientras que para Marina, Marta y Quirante no era su día. Al fata de esos 5 minutos que decíamos antes, las queseras conseguían encestar sus primeros puntos, pero para entonces las de casa se habían ido 40-18, para acabar en un 49-29 preocupante.
El tercer cuarto no traía nada nuevo, salvo que estudiantes aumentaba diferencias y ya muchos rezaban para que acabara el partido, porque de seguir con esos porcentajes, las madrileñas podían llegar a los 100 puntos. Salas, con grandes porcentajes en tiros en su anterior equipo, el Bembibre, era una sombra rubia de lo que fue, no estaba, aunque se la esperaba, pero hoy había perdido el tren. Estudiantes mantenía la intensidad de un marcador más ajustado y se permitía el lujo de hacer jugar a sus jugadoras menores, que no suelen jugar apenas minutos y, ni aún así, las de naranja conseguían maquillar un poco el resultado, como sucediera ante el Avenida.
Comenzaba el último periodo con 76-41, pero todo siguió igual o peor. Las visitantes tardaron casi 6 minutos en subir a 43 su marcador, lo que se tradujo en un parcial 13-0, con el que no se conformaban las de casa, que seguían acertando casi todo y jugando con la intensidad de quien no tiene asegurado el resultado, algo agradecido por su público al final del partido. Un error en un triple, evitó un marcador con tres dígitos, quedándose en ese 97-51 final.
Valeriya fue la máxima anotadora del partido, con 18 puntos y la máxima reboteadora de su equipo, empezando a atisbarse lo que de ella se espera.
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