Sábado, 20 de Diciembre de 2025

Mª Soledad Martín Turiño
Sábado, 07 de Noviembre de 2020
ZAMORANA

Nos lo merecemos

[Img #45625]Nace otro día gris, triste, destemplado, frio, desapacible; uno de esos típicos de otoño, cercano al Día de Difuntos, que nos hacen encarar mal las exiguas horas que vendrán luminosas por la mañana para entrar rápidamente en el reino de las sombras después de comer.

 

El tiempo perturba el ánimo, lo apaga, lo atenúa. Mucha gente -sobre todo los mayores- dicen que no les apetece hacer nada, solo dejar que transcurran las horas. Salir a la calle se antoja difícil porque hay que pertrecharse con abrigo, bufanda y paraguas para cumplir el ritual de caminar unos pasos, los suficientes para no anquilosarse y gastar un rato del día. Viene bien, sin embargo, la lectura, sumergirse en el mundo inexplorado de un buen libro, arrellanado en el sofá y abrigado con una mantita, mientras se aspira el perfume del café que reposa sobre la mesa; ese es el mejor plan para estas tardes oscuras.

 

Hay, no obstante, un peligro que acecha y acompaña inevitablemente a este tiempo climatológico negativo y nostálgico: la melancolía que se funde con la desesperanza y forman un tándem difícil, enemigos de cualquier resquicio de optimismo; es fácil ver la situación gris, sin asomo de esperanza. Cierto que tenemos todo a nuestro favor para sentirnos así: ha llegado un virus incontrolado que está diezmando a la población mundial, tenemos unos gobernantes inútiles e incapaces en ponerse de acuerdo para sacar al país de la galopante crisis que esta viviendo, permitiendo -obligando casi- con su ineficacia y ausencia de autoridad a que sean las comunidades autónomas las que decidan si cierran territorios, si imponen toque de queda, si abren o cierran negocios…cada una con sus propios métodos como un reino de taifas con diecisiete colas que se balancea en la cuerda floja de la perplejidad. A esta caótica situación hay que añadir que la gente ha llegado a situaciones límite: los negocios se cierran, el paro crece, las infames colas del hambre son cada vez más largas…mientras gobierno y oposición siguen mudos, sin tomar medidas que atajen este desastre, pertrechados en su inmovilismo y con los ojos cerrados ante los problemas de la gente porque nadie se aviene a la realidad de las calles para ver de cerca aquello que les cuentan en la comodidad de sus despachos.

 

Nunca he sentido tanta vergüenza por este país que tanto amo, nunca tanta decepción por sus políticos y también por empresarios e intelectuales que siguen callados cuando son conscientes del enorme eco que tienen si manifestaran su rechazo a esta situación ante la opinión pública. Nunca he sentido tanta impotencia porque veo que las quejas, las denuncias de este escenario tan lamentable por el que atraviesa el país, resultan estériles porque no hay oídos que escuchen ni voluntad de reparación.

Tampoco soy conformista, me molesta la pasividad de quienes consienten situaciones sin hacer nada por paliarlas en la medida de sus posibilidades, ni soporto a los que se quejan de todo pero tampoco hacen nada útil para los demás.

 

El tiempo pasa, muy rápido, y la situación pandémica y económica se agrava por días mientras los hospitales van camino del colapso y el gobierno sigue sin hacer una inversión fuerte en sanidad para que todos los centros médicos dispongan de personal suficiente para atender a los enfermos que se acumulan cada día. Hemos perdido la memoria o ¿será quizá un acto voluntario el dejar morir a cientos o miles de personas como ocurrió en la llamada ola anterior? ¿Es que no hemos aprendido nada, que estamos cometiendo los mismos errores, ahora más graves que antes, porque tenemos la experiencia y, sin embargo, sigue pasando exactamente lo mismo? ¿Hasta cuándo aguantará la población, -o la ciudadanía como dicen ahora-, esta debacle que se gesta cada día, cada hora de todos los días?

 

Nos advierten de que los próximos meses van a ser muy duros pero ¿qué están haciendo por paliarlos? No constato ninguna medida preventiva, ningún cambio con respecto a la primera oleada; construyen hospitales vacíos de personal, siguen sin hacer nuevas contrataciones y los contagiados ingresan inevitablemente en los hospitales conscientes de que muchos no saldrán de allí con vida.

 

En cuanto a la economía, me planteo varias cuestiones porque la proverbial inacción del gobierno sigue manteniéndose también en este sector básico. Le han dado un golpe mortal a la hostelería: cafeterías, bares, restaurantes, hoteles… así como a pequeños y grandes negocios que dependían del turismo; cada día se cierran locales, pequeñas empresas, negocios familiares que llevaban trabajando generaciones enteras y constituían un signo de identidad en pueblos y ciudades. ¿Qué va a ser de esa gente? ¿Dónde están las ayudas que les prometieron desde Moncloa, tanto el presidente como sus ministros, con gesto grave y circunspecto pero tajantes por las bondades que iban a hacer, de las situaciones que se iban a reparar, de las ayudas que iban a recibir los afectados?. Respuesta: palabras y postureo; las primeras se han quedado en eso, en palabras que se llevó el viento, y lo segundo continúa en cada informativo donde aparece algún político (da igual el signo o el color político), todo es escaparate, postureo y diatriba para con el contrario al que se acusa por sistema de todos los males: si los presupuestos no se aprueban se culpará a quien no los apoya; si no se toman medidas a nivel nacional, siempre habrá alguien a quien imputar.

 

¿Hacia dónde va este país? ¿Hasta cuando vamos a seguir permitiendo tanta ineptitud? ¿Será, quizá, que alguien considera que nos lo merecemos?

 

Mª Soledad Martín Turiño

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.122

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.