El Zamora quiere demostrar su grandeza ante el Pontevedra, un coloso

Sin el puto virus amarillo, el partido que jugarán Zamora Club de Fútbol y Pontevedra, esta tarde a las cinco y media, con unas mil personas distribuidas por las cuatro gradas del Ruta de la Plata, registraría la mejor entrada de las últimas temporadas. Ha tiempo que los rojiblancos no se jugaban el liderato en Segunda B con un rival de tanto prestigio y que se halla empatado a todo con el equipo de Movilla. Pero, como digo, el coronavirus está volviendo loca a esta sociedad y a los que la administran: los políticos.

El equipo gallego no es uno más entre los que forman el grupo. Ni mucho menos. Cuenta con una plantilla potentísima y quiere quedar muy arriba para aspirar a todo. Traducido: jugar en Segunda A la próxima campaña. Entre sus jugadores más afamados, un ex Primera División, un hombre con espolones en esto del balompié: Charles. Pero junto a él, otros futbolistas con excelentes trayectorias en categorías superiores del fútbol patrio.

Ahora bien, el Zamora C.F., después de haberle visto los tres primeros partidos de competición, también me parece un equipo grande. No creo que le supere nadie en preparación físico, ni tampoco en presión en todos los espacios del campo, ni en capacidad de reacción, ni mejor conjuntado. Además, creo que el David Movilla de esta temporada es un entrenador, si cabe, más estudioso, más avanzado, más progre. El vasco es un técnico que habla muy bien, y ahora también demuestra que se expresa de igual manera cuando toca diseñar sistemas para enfrentarse a rivales, grandes o pequeños, en esta Segunda B.

Por primera vez en esta temporada, los rojiblancos tendrán público apoyándoles desde las grada. El Zamora no jugará solo esta tarde. Poco más de mil socios, distribuidos entre fondos, tribuna principal y general, gente ávida de acudir al estadio después de meses y meses sin vivir la competición oficial, jugarán un papel fundamental para aupar a su equipo.

Y, si al  Zamora se le ocurre ganar al club de Pasarón, habrá que pensar en algo importante esta temporada, la campaña de una reestructuración ridícula que se ha sacado la Federación por las buenas. Esta pandemia vírica también ha hecho mucho daño entre los dirigentes del fútbol nacional.