Gobernar con el enemigo

Este Gobierno social-comunista prefiere pactar los Presupuestos Generales del Estado 2021 con una formación, en origen fascista, como demuestra la historia, con varios golpes de Estado en su haber, desde 1926, a cargo del coronel Maciá; el del 6 de octubre de 1934, en Cataluña, aprovechando el golpe de Estado del PSOE en el resto de España, y el de hace un par de años, ejecutado por ese hombre que se cree Alain Delon, y que se llama Junqueras, antes que llegar a un acuerdo con lo que va quedando de Ciudadanos.

También el líder de la otra formación que forma ejecutivo con el PSOE, celebra que Otegui, etarra confeso, líder de Bildu, se muestre más que satisfecho con el PGE, porque evidencia que las cuentas del Estado para el año 2021 son progresistas.  Según este genio neocomunista, los amigos, hermanos, queridas, barraganas de ETA representan el avance del Estado hacia el paraíso en la tierra, que se creará, por el Yahvé del PSOE,  en tierras de España.

Sánchez e Iglesias, monta tanto, tanto monta, han elegido gobernar desde La Moncloa con los enemigos declarados de la Constitución de 1978, los secesionistas reaccionarios, racistas, que representan, además con orgullo, PNV, ERC, Juntos por no sé qué, creo que Cataluña; más los herederos de la banda criminal ETA, que no olvidemos también es de izquierdas,  Bildu, BNG.

A esta excrecencia del PSOE caballerista, el más nefasto de su historia, más este neocomunismo anacrónico, aburguesado, no les gusta esta democracia, a la que, es cierto, le falta calidad, purgarla de partidos corruptos, a la diestra y a la siniestra, liderados sin discusión por el PSOE, tanto durante el felipismo, con numerosos casos que no voy a rememorar, porque dan asco, como, en tiempos más recientes, el de Andalucía, con los célebres ERTEs, el mayor robo cometido a los trabajadores andaluces por un partido que lleva la O de Obrero en su marca política.

Hoy mismo, Marlaska ha dado permiso para que asesinos de ETA pasen a residir a cárceles en el País Vasco. Todo perfecto. Recuerdo que fue un ministro socialista, Enrique Múgica Herzog, quién envió a los monstruos etarras a prisiones del resto de España.

Mientras  los españoles de a pie intentan evitar el contagio, mientras la hostelería se arruina, mientras los autónomos se empobrecen, mientras tanta gente vive sin vivir, el ejecutivo de Pedro Sánchez va desmontando la democracia, con más de 42 años de vida, para instaurar otro sistema que no acierto a identificar. No sé si busca la dictadura del proletariado, que tanto gusta a Unidas Podemos; una Confederación de Pueblos Ibéricos y prehistóricos, por aquello de los vascos; convertir a España en la Albania de Hoxha del siglo XXI, o quizá formar un estado sindicalista, tal y como imaginó Ramiro Ledesma Ramos. Todo es posible. Como lo fue que  el ejecutivo se haya quedado mil millones de euros con el cuento de las mascarillas. ¡Hay que tener jeta!

Con razón Lenin, su abuelo ideológico nos legó aquello de que la mentira es un arma revolucionaria o su respuesta a Fernando de los Rios, cuando el dirigente del PSOE, preguntó al líder bolchevique, en Moscú, qué cuándo llegaría la libertad para el pueblo ruso: “Libertad…¿para qué?

Corolonario: Sánchez e Iglesias, el Dúo del Anacronismo, han descubierto cómo gobernar España con sus enemigos confesos, que no deja de ser como  si convivieran en el mismo chalé un matrimonio con la amante del marido o el amante de la mujer, que  no hay que ser sexista ni machista. Pedro y Pablo han construido la pareja de tres. Puro talento político.

Eugenio-Jesús de Ávila