LA COLUMNA DE DOÑA ELVIRA
La magia de las letras que se convierten en bultos
![[Img #45855]](http://eldiadezamora.es/upload/images/11_2020/5402_libros.jpg)
Hoy no quiero hablar de críticas ni opiniones. Hoy solo quiero hablar de arte. Arte implícito en una historia que vais a ver a continuación....
El arte de la literatura, de la lectura.... “Ese tacto. El olor. La pasión. El misterio... Ese viaje a Barcelona, Praga, o la Toscana. Esas letras diminutas de un color oscuro, que están listas para ser transformadas en pequeños bultos que harán - a cualquiera que se atreva - vivir una experiencia sensorial incapaz de imaginar para aquellos que no se atrevan a unirse a esta aventura”. Podría ser una definición de la lectura, tratada de una manera personal, pero válida, como todas ellas que puede haber o que se pueden llegar a crear.
El viaje - o historia - comienza cuando un niño, del que no recuerdo si nombre, pero 12 años tenía, se sentó en la butaca de la biblioteca que su madre tenía en casa y cogió uno de los libros de la estantería del fondo. Sí, esa de color marrón oscuro situada en el fondo del cuarto y que cualquiera diría que estaba llena de polvo... Pero no, era solo un efecto que desde la distancia lo parecía.
El niño cogió un libro cualquiera, aquel que en su día - según me cuenta - le llamó más la atención por su colorido en la portada, o por el nombre quizás, él no lo sabe ahora mismo; pero sí que puede afirmar que en aquel momento comenzó a sentirse atraído por cada uno de los personajes. Me decía: - Vaya viaje se han montado ese personaje cuyo nombre y apellidos eran iguales, con la niñita esa por los estates ... (Sí, se refería a Lolita y Humbert Humbert, en el fantástico libro de Nabokov: "Lolita"). También me mencionaba a Daniel Sempere, una gran biblioteca secreta, o a Fermín (todos ellos del gran Zafón); portadas que le llamaban la atención y que simplemente escogía esos libros por su forma, pero que al final del todo también se quedaba con su fondo. Me habló de Poirot... (Magnífico de pies a cabeza) y lo sorprendente que era para él. Uno de sus personajes favoritos me decía. Y de muchos libros más... El niño leía de todo: misterio, novela negra, de amor... De todo.
No quiero dar más detalles de esta historia que queda entre ese niño de 12 años y yo (eso ya sería pasarse). Pero puedo decirte, ciudadano de mundo - que, como siempre, a ti te escribo - que ese pequeño que tanto ama a la lectura y de la que ha aprendido, viajado, descubierto y también (seguramente) se ha enamorado... puedes ser tú mismo si - como digo en mi definición de "lectura" - te atreves a unirte a esta aventura.
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Hoy no quiero hablar de críticas ni opiniones. Hoy solo quiero hablar de arte. Arte implícito en una historia que vais a ver a continuación....
El arte de la literatura, de la lectura.... “Ese tacto. El olor. La pasión. El misterio... Ese viaje a Barcelona, Praga, o la Toscana. Esas letras diminutas de un color oscuro, que están listas para ser transformadas en pequeños bultos que harán - a cualquiera que se atreva - vivir una experiencia sensorial incapaz de imaginar para aquellos que no se atrevan a unirse a esta aventura”. Podría ser una definición de la lectura, tratada de una manera personal, pero válida, como todas ellas que puede haber o que se pueden llegar a crear.
El viaje - o historia - comienza cuando un niño, del que no recuerdo si nombre, pero 12 años tenía, se sentó en la butaca de la biblioteca que su madre tenía en casa y cogió uno de los libros de la estantería del fondo. Sí, esa de color marrón oscuro situada en el fondo del cuarto y que cualquiera diría que estaba llena de polvo... Pero no, era solo un efecto que desde la distancia lo parecía.
El niño cogió un libro cualquiera, aquel que en su día - según me cuenta - le llamó más la atención por su colorido en la portada, o por el nombre quizás, él no lo sabe ahora mismo; pero sí que puede afirmar que en aquel momento comenzó a sentirse atraído por cada uno de los personajes. Me decía: - Vaya viaje se han montado ese personaje cuyo nombre y apellidos eran iguales, con la niñita esa por los estates ... (Sí, se refería a Lolita y Humbert Humbert, en el fantástico libro de Nabokov: "Lolita"). También me mencionaba a Daniel Sempere, una gran biblioteca secreta, o a Fermín (todos ellos del gran Zafón); portadas que le llamaban la atención y que simplemente escogía esos libros por su forma, pero que al final del todo también se quedaba con su fondo. Me habló de Poirot... (Magnífico de pies a cabeza) y lo sorprendente que era para él. Uno de sus personajes favoritos me decía. Y de muchos libros más... El niño leía de todo: misterio, novela negra, de amor... De todo.
No quiero dar más detalles de esta historia que queda entre ese niño de 12 años y yo (eso ya sería pasarse). Pero puedo decirte, ciudadano de mundo - que, como siempre, a ti te escribo - que ese pequeño que tanto ama a la lectura y de la que ha aprendido, viajado, descubierto y también (seguramente) se ha enamorado... puedes ser tú mismo si - como digo en mi definición de "lectura" - te atreves a unirte a esta aventura.





















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