NOCTURNOS
¿Enamorarse? Para…sufrir, padecer, penar
Después de una larga, profunda y tensa conversación como mi ego, en presencia de mi superyo, he tomado una drástica decisión: no volver a enamorarme, aunque tampoco he sido un sujeto romántico en exceso, digamos un Romeo pasado por el Duero.
Hasta que Cronos decida poner fin a esta prórroga de mi vida, me dedicaré a reflexionar sobre la existencia de Dios. Así me olvidaré de que existe el amor, que se puede encontrar al doblar cualquier esquina de la vida.
Reconozco que hay una mujer que me apasiona, con la que inteligencia y sexo alcanzarían el Nirvana del placer intelectual y carnal; pero me he hecho muy mayor para soñar con la utopía.
Prefiero, en estos momentos decadentes, apostar por la ucronía cuando pienso en esa Dama, que ya no sé si es la del Alba o la del Solsticio, a ambas a la vez, o la misma mujer en dos estaciones, en dos momentos vitales.
Como no espero amoríos en los venideros tiempos, sufriré menos. Dedicaré, pues, lo que me quede por recorrer del camino hacia la nada, a buscar mi alma que se me perdió cuando me encontré con mi pasado en un recodo del futuro.
¿Enamorarse? Para…sufrir, padecer, penar.
Eugenio-Jesús de Ávila
Después de una larga, profunda y tensa conversación como mi ego, en presencia de mi superyo, he tomado una drástica decisión: no volver a enamorarme, aunque tampoco he sido un sujeto romántico en exceso, digamos un Romeo pasado por el Duero.
Hasta que Cronos decida poner fin a esta prórroga de mi vida, me dedicaré a reflexionar sobre la existencia de Dios. Así me olvidaré de que existe el amor, que se puede encontrar al doblar cualquier esquina de la vida.
Reconozco que hay una mujer que me apasiona, con la que inteligencia y sexo alcanzarían el Nirvana del placer intelectual y carnal; pero me he hecho muy mayor para soñar con la utopía.
Prefiero, en estos momentos decadentes, apostar por la ucronía cuando pienso en esa Dama, que ya no sé si es la del Alba o la del Solsticio, a ambas a la vez, o la misma mujer en dos estaciones, en dos momentos vitales.
Como no espero amoríos en los venideros tiempos, sufriré menos. Dedicaré, pues, lo que me quede por recorrer del camino hacia la nada, a buscar mi alma que se me perdió cuando me encontré con mi pasado en un recodo del futuro.
¿Enamorarse? Para…sufrir, padecer, penar.
Eugenio-Jesús de Ávila

















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.122