PASIÓN POR ZAMORA
Plataforma para exigir a Sánchez que cumpla con su palabra sobre Monte La Reina
Se rogaría que a los políticos inertes que se abstuviesen de integrarse en ese organismo popular.
![[Img #46186]](http://eldiadezamora.es/upload/images/11_2020/1051_sanchez.jpg)
Los organismos empresariales zamoranos, por intereses personales, relacionados con subvenciones públicas, se cruzan de brazos cuando proyectos tan esenciales como la restauración, rehabilitación y reapertura de Monte La Reina se hallan paralizados, dormidos o anestesiados. A los dos parlamentarios zamoranos del PSOE en Congreso de los Diputados y Senado solo les pedimos que cumplan con sus promesas y que le recuerden a líder lo que prometió aquí, en un teatro, cierto, el Ramos Carrión. Y que no me cuente cuentos para no dormir, porque, como paisano de León Felipe, me los sé casi todos.
Aquí nadie se mueve. El zamorano medio se halla más cerca del zombi que del hombre despierto, vivo, aguerrido, rebelde. Hay partidos que huyen de toda cuestión que tenga que ver con lo militar. Lógico. La ideología, una religión, perdura en el tiempo. Poco importa que Zamora ciudad saliese beneficiada económica y socialmente con la llegada a nuestra ciudad de más de 1.500 profesionales de la milicia y sus familias. Y sabemos que aquí, en los polígonos industriales de la capital y los del alfoz, no se invertirá un euro en mucho tiempo. ¿Cómo cambiar, pues, la decadencia económica y demográfica de la capital de la provincia? ¿Por arte de birlibirloque? ¿Una aparición mariana en el bosque de Valorio que atrajese miles de almas pías y cándidas?
Recuerdo que la última vez que se alzó Zamora, el pueblo, la gente llana, aconteció hace 30 años, el 30 de mayo, festividad de San Fernando, de 1990: la toma del cuartel Viriato. Pero entonces había un líder, un político que, cansado de las burlas del gobierno del PSOE, presidido por Felipe González, con nuestra ciudad, asaltó el castro militar. Los socialistas zamoranos prefirieron ver pasar la historia de su ciudad en un bar cercano al lugar de los hechos, en uno de los movimientos populares más dignos y hermosos de esta ciudad, que padece ese sentimiento que defino como apatía antropológica. Fuimos noticia nacional e internacional. Tres décadas después, Zamora carece de un líder que reivindique Monte La Reina.
Como esta ciudad se halla huérfana y rendida, apática y silente, los zamoranos, excepción hecha de políticos en ejercicio que todavía sienten su tierra, tendrían que ponerse de acuerdo para crear una Plataforma que exigiese el Gobierno de Sánchez y a sus vicarios socialistas en esta ciudad y provincia que el proyecto de Monte La Reina se convierta en realidad. De momento, me conformaría con que los Presupuestos Generales del Estado 2021 y de la Junta (también necesaria) reflejasen una suma importante de euros para que este año se iniciaran las obras en el que fuera campamento militar, como propuesta clave contra la despoblación. De tal manera que, en el año 2023, incluso antes, hubiera militares viviendo en Zamora y Toro o donde fuera menester.
Rogaría que se inhibiesen de formar parte de ese Plataforma reivindicativa políticos inertes y en ejercicio. Porque ese movimiento solo busca el progreso de nuestra ciudad y su provincia, el del pueblo zamorano, el de la gente normal.
Los organismos empresariales zamoranos, por intereses personales, relacionados con subvenciones públicas, se cruzan de brazos cuando proyectos tan esenciales como la restauración, rehabilitación y reapertura de Monte La Reina se hallan paralizados, dormidos o anestesiados. A los dos parlamentarios zamoranos del PSOE en Congreso de los Diputados y Senado solo les pedimos que cumplan con sus promesas y que le recuerden a líder lo que prometió aquí, en un teatro, cierto, el Ramos Carrión. Y que no me cuente cuentos para no dormir, porque, como paisano de León Felipe, me los sé casi todos.
Aquí nadie se mueve. El zamorano medio se halla más cerca del zombi que del hombre despierto, vivo, aguerrido, rebelde. Hay partidos que huyen de toda cuestión que tenga que ver con lo militar. Lógico. La ideología, una religión, perdura en el tiempo. Poco importa que Zamora ciudad saliese beneficiada económica y socialmente con la llegada a nuestra ciudad de más de 1.500 profesionales de la milicia y sus familias. Y sabemos que aquí, en los polígonos industriales de la capital y los del alfoz, no se invertirá un euro en mucho tiempo. ¿Cómo cambiar, pues, la decadencia económica y demográfica de la capital de la provincia? ¿Por arte de birlibirloque? ¿Una aparición mariana en el bosque de Valorio que atrajese miles de almas pías y cándidas?
Recuerdo que la última vez que se alzó Zamora, el pueblo, la gente llana, aconteció hace 30 años, el 30 de mayo, festividad de San Fernando, de 1990: la toma del cuartel Viriato. Pero entonces había un líder, un político que, cansado de las burlas del gobierno del PSOE, presidido por Felipe González, con nuestra ciudad, asaltó el castro militar. Los socialistas zamoranos prefirieron ver pasar la historia de su ciudad en un bar cercano al lugar de los hechos, en uno de los movimientos populares más dignos y hermosos de esta ciudad, que padece ese sentimiento que defino como apatía antropológica. Fuimos noticia nacional e internacional. Tres décadas después, Zamora carece de un líder que reivindique Monte La Reina.
Como esta ciudad se halla huérfana y rendida, apática y silente, los zamoranos, excepción hecha de políticos en ejercicio que todavía sienten su tierra, tendrían que ponerse de acuerdo para crear una Plataforma que exigiese el Gobierno de Sánchez y a sus vicarios socialistas en esta ciudad y provincia que el proyecto de Monte La Reina se convierta en realidad. De momento, me conformaría con que los Presupuestos Generales del Estado 2021 y de la Junta (también necesaria) reflejasen una suma importante de euros para que este año se iniciaran las obras en el que fuera campamento militar, como propuesta clave contra la despoblación. De tal manera que, en el año 2023, incluso antes, hubiera militares viviendo en Zamora y Toro o donde fuera menester.
Rogaría que se inhibiesen de formar parte de ese Plataforma reivindicativa políticos inertes y en ejercicio. Porque ese movimiento solo busca el progreso de nuestra ciudad y su provincia, el del pueblo zamorano, el de la gente normal.
Observando a los borregos. | Martes, 24 de Noviembre de 2020 a las 21:33:51 horas
No se moleste Sr Director, la sociedad zamorana solo se une por su S. SANTA. Lo demas les trae al pairo y que decir de los politicos, gentecilla de medio pelo, estabulada en sus cargos. Así no hay forma.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder