Jóvenes en huelga de hambre en Cuba: por el derecho a pensar diferente

Siete jóvenes cubanos se debaten entre la vida y la muerte: desde el pasado 18 de noviembre están en huelga de hambre. ¿Su protesta? Por el encarcelamiento del músico Denis Solís, quien fuera recientemente condenado a ocho meses de cárcel por desacato a las autoridades el 7 de noviembre. Fue un juicio sumario, sin abogado que defendiera los derechos de Solís. Hay que añadir que el delito de desacato es usado arbitrariamente para ejercer presión en contra de personas o grupos contrarios a la ideología de estado en Cuba.

Estos jóvenes que ahora protestan pertenecen al Movimiento San Isidro, un grupo muy heterogéneo de cubanos que reúne a artistas, intelectuales, profesores, científicos y activistas sociales. La función principal del grupo es trabajar con la comunidad a través de lecturas de poesía, performances y otras intervenciones en los espacios públicos. El grupo es coordinado por el artista Luis Manuel Otero, quien reside en el barrio San Isidro -de ahí el nombre de la agrupación-.

Tras la detención de Solís, miembros del MSI exigieron una respuesta a las autoridades porque se desconocía el paradero del músico. Fueron detenidos pero liberados a las pocas horas. Al día siguiente: lo mismo. Ante la falta de respuestas concretas por parte de la policía, Otero y otros colegas comenzaron a dormir en los bancos frente a la estación de policía. Otros miembros del grupo organizaron un evento, “Susurro poético”, para intervenir públicamente con poesía en los espacios que definen el mapa de la suerte de Solís: frente a su casa, frente a la estación de policía, en sitios patrimoniales de la Habana vieja que tienen un significado histórico en las protestas cívicas en Cuba. Poco antes de comenzar el “Susurro poético”, se informó que Solís estaba en la prisión de Valle Grande y se desmanteló la acción: miembros del MSI se encerraron en la sede de la agrupación y comenzaron una huelga de hambre.

La protesta va más allá de la encarcelación de Solís, quien ha estado preso o ha sido detenido en otras ocasiones por su posición en contra del gobierno. Los jóvenes en huelga de hambre reclaman la falta de libertades y la pobreza en que vive Cuba hoy en día, y piden el cierre de las tiendas por dólares que se han abierto recientemente y que agranda la brecha social a niveles nunca antes vistos.

Hasta el momento en que escribo estas líneas, el gobierno no ha dado señales de querer dialogar con estos jóvenes, algunos en huelga de hambre y de sed, cuya salud se deteriora a pasos agigantados. Más allá de los motivos políticos o estéticos que mueven a cada uno de ellos, lo importante acá es que se trata de vidas humanas, que no han cometido ningún acto terrorista y solo están ejerciendo lo que debería ser un derecho básico: el derecho a protestar por lo que no se está de acuerdo.

Desde la llegada al poder de Fidel Castro en 1959 y hasta el momento, han muerto al menos catorce personas[1] como consecuencia de huelgas de hambre llevadas al cabo para protestar en contra del gobierno. Tal vez el caso más conocido sea el de Orlando Zapata Tamayo, quien falleciera en febrero de 2010 tras 82 días sin ingerir alimentos sólidos. Zapata Tamayo pedía respeto a su integridad física y su reconocimiento como preso político. En el 2004 había sido condenado a tres años de prisión por desacato, desorden público y desobediencia. Estando en la cárcel le aumentaron la condena a treinta años por motivos políticos.

Mientras estos jóvenes del Movimiento San Isidro exponen sus vidas reclamando el derecho a pensar diferente, muchas personas en Cuba no se han enterado que hay un grupo en huelga de hambre en La Habana, ni los motivos por los que protestan. Ha sido sobre todo desde fuera de la isla donde se ha desplegado una fuerte campaña de peticiones al gobierno e incluso al Papa Francisco para que hagan algo por la vida de estos chicos, para que no sigan sumándose pérdidas, humanas en este caso, a las muchas que acumula ya el país desde hace sesenta años.

Damaris Puñales-Alpízar

[1] Véase: https://cubaarchive.org/wp-content/uploads/2020/10/Muertos-en-huelgas-de-hambre-9.2020.pdf