LIBERALES
Imposición e impuestos
En esta edad contemporánea, hasta la caída del Muro de Berlín, se admitía sin apenas discusión el intervencionismo del Estado en sus varias versiones entre otras el asistencialismo, el socialismo y el igualitarismo. El nacional socialismo de Hitler, Mussolini y Franco fueron tan intervencionistas como el socialismo real o comunismo.
Ambos sistemas eran socialistas-fascistas siendo mayor el fascismo socialista que el fascismo nazi por ser aquel impuesto con fuerza y sangre a los gobernados. En las edades media y moderna los impuestos se exigían en especie y en menor escala dinerarios. Actualmente casi todos son dinerarios con una imposición llamada fiscal,-para el fisco o el Estado-, legalizada y legitimada por leyes que obligan a los individuos.
En España el gobierno franquista fue intervencionista hasta los planes de desarrollo que situaron a nuestro país en el puesto número ocho del mundo en renta percápita y en PIB, producto interior bruto. Siguió siendo intervencionista la legislación fiscal, muy leve, y sobre todo laboral; fundamentalmente, estas últimas han sido conservadas y endurecidas por los gobienos de la democracia hasta extremos que han puesto en grave riesgo la economía nacional. No admite comentario en contra que los impuestos son imposiciones que obligan a los individuos que los pagan.
La intervención del Estado en España ha llegado a extremos insoportables de tal modo que ya controla más del 55 % de la economía nacional fundamentalmente vía impuestos directos,-rentas-, e indirectos, IVA. De los seis meses que trabaja y cobra un español casi siete se los lleva el Estado. Que todo lo que el Estado tiene y recibe nos lo saca por imposición a los españoles es una obviedad pero conviene decirlo porque en todas las campañas de propaganda el socialismo o comunismo imperante nos bombardea queriendo convencernos de que todo lo que tenemos y recibimos los españoles se lo debemos al Estado.
Un comunista Zamorano afirmó en un periódico local que hasta la medalla que había concedido a mi trabajo una institución se la debía al Estado. Y un cuerno. En suma esta cuestión se ciñe al binomio individuo-Estado. Queremos un estado rico con individuos pobres o un Estado pobre con individuos ricos. Dónde debe estar el dinero en manos de quienes se lo ganan con el trabajo o en manos del Estado que se lo roba.
Las naciones ricas y libres cobran impuestos sin sangrar las economías privadas; las naciones pobres con gobiernos socialistas sangran sin freno a las economías privadas y, además, cercenan o acaban con las libertades individuales.
José Isidro Nates Merodio
En esta edad contemporánea, hasta la caída del Muro de Berlín, se admitía sin apenas discusión el intervencionismo del Estado en sus varias versiones entre otras el asistencialismo, el socialismo y el igualitarismo. El nacional socialismo de Hitler, Mussolini y Franco fueron tan intervencionistas como el socialismo real o comunismo.
Ambos sistemas eran socialistas-fascistas siendo mayor el fascismo socialista que el fascismo nazi por ser aquel impuesto con fuerza y sangre a los gobernados. En las edades media y moderna los impuestos se exigían en especie y en menor escala dinerarios. Actualmente casi todos son dinerarios con una imposición llamada fiscal,-para el fisco o el Estado-, legalizada y legitimada por leyes que obligan a los individuos.
En España el gobierno franquista fue intervencionista hasta los planes de desarrollo que situaron a nuestro país en el puesto número ocho del mundo en renta percápita y en PIB, producto interior bruto. Siguió siendo intervencionista la legislación fiscal, muy leve, y sobre todo laboral; fundamentalmente, estas últimas han sido conservadas y endurecidas por los gobienos de la democracia hasta extremos que han puesto en grave riesgo la economía nacional. No admite comentario en contra que los impuestos son imposiciones que obligan a los individuos que los pagan.
La intervención del Estado en España ha llegado a extremos insoportables de tal modo que ya controla más del 55 % de la economía nacional fundamentalmente vía impuestos directos,-rentas-, e indirectos, IVA. De los seis meses que trabaja y cobra un español casi siete se los lleva el Estado. Que todo lo que el Estado tiene y recibe nos lo saca por imposición a los españoles es una obviedad pero conviene decirlo porque en todas las campañas de propaganda el socialismo o comunismo imperante nos bombardea queriendo convencernos de que todo lo que tenemos y recibimos los españoles se lo debemos al Estado.
Un comunista Zamorano afirmó en un periódico local que hasta la medalla que había concedido a mi trabajo una institución se la debía al Estado. Y un cuerno. En suma esta cuestión se ciñe al binomio individuo-Estado. Queremos un estado rico con individuos pobres o un Estado pobre con individuos ricos. Dónde debe estar el dinero en manos de quienes se lo ganan con el trabajo o en manos del Estado que se lo roba.
Las naciones ricas y libres cobran impuestos sin sangrar las economías privadas; las naciones pobres con gobiernos socialistas sangran sin freno a las economías privadas y, además, cercenan o acaban con las libertades individuales.
José Isidro Nates Merodio



















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