NOCTURNOS
El amor vulgar
Los años entierran el narcisismo en un ataúd de espejos cóncavos y promueven la melancolía, para Freud la degradación del yo, la pérdida de la capacidad de amar.
El tiempo te denuncia; te conduce a la comisaría de las arrugas, te lleva hasta el juzgado donde el fiscal te acusa de perder la belleza, la juventud que la cobijó, la fuerza que la condujo.
Si tú te dejas de querer, de estimar, de valorar, cuánto más el prójimo, aunque te tenga en su consideración. Aunque quieras amar, nadie recogerá ese tesoro de experiencia que acumulaste después de tantos años de pasión; tus múltiples doctorados eróticos no encontrarán un aula y unas alumnas para darles clase de cómo, cuándo y a quién amar. No.
Cuando tienes más años que sueños y menos fe que dudas, solo se adquiere el amor en el mercado de la hipocresía, espacio donde se vende por dinero, poder, futuro, aquello que parece pero nunca es, lo que se intuye, pero no meditas .
El amor vulgar se ha convertido en un producto que cuesta más que lo que vale, que se compra con unas cuantas monedas de mentiras. Recuerda: solo el necio confunde valor y precio. Asume que, cuando nadie te ama, cuando ni tú tan si quiera te atraes, tampoco puedes comprar amor.
Si la vida se hace vieja, el amor abandona tu casa por la ventana de atrás, cuando duermas, en silencio, sin decir nada. Y te quedas solo con toda tu nada esperando en el jardín sin flores de tu alma.
Eugenio-Jesús de Ávila
Los años entierran el narcisismo en un ataúd de espejos cóncavos y promueven la melancolía, para Freud la degradación del yo, la pérdida de la capacidad de amar.
El tiempo te denuncia; te conduce a la comisaría de las arrugas, te lleva hasta el juzgado donde el fiscal te acusa de perder la belleza, la juventud que la cobijó, la fuerza que la condujo.
Si tú te dejas de querer, de estimar, de valorar, cuánto más el prójimo, aunque te tenga en su consideración. Aunque quieras amar, nadie recogerá ese tesoro de experiencia que acumulaste después de tantos años de pasión; tus múltiples doctorados eróticos no encontrarán un aula y unas alumnas para darles clase de cómo, cuándo y a quién amar. No.
Cuando tienes más años que sueños y menos fe que dudas, solo se adquiere el amor en el mercado de la hipocresía, espacio donde se vende por dinero, poder, futuro, aquello que parece pero nunca es, lo que se intuye, pero no meditas .
El amor vulgar se ha convertido en un producto que cuesta más que lo que vale, que se compra con unas cuantas monedas de mentiras. Recuerda: solo el necio confunde valor y precio. Asume que, cuando nadie te ama, cuando ni tú tan si quiera te atraes, tampoco puedes comprar amor.
Si la vida se hace vieja, el amor abandona tu casa por la ventana de atrás, cuando duermas, en silencio, sin decir nada. Y te quedas solo con toda tu nada esperando en el jardín sin flores de tu alma.
Eugenio-Jesús de Ávila

















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.122