Desahucios en invierno en la Sanabria vaciada

Si, finalmente, no se paraliza, el joven O.G.E, será desahuciado y lanzado a las frías y heladas calles de Ribadelago el día 11 de enero de 2021, a las 11 de la mañana, de la vivienda familiar en la que fue recogido y criado por sus abuelos maternos; sus únicos y verdaderos padres, a los que él cuido y protegió en su vejez. Una vez que éstos fallecieron, la vivienda pasó por herencia a los familiares de O.G.E, quienes promovieron en su contra un procedimiento de desahucio por precario para desalojarlo de la vivienda.

Con la sentencia en la mano iniciaron la ejecución, pero gracias al Decreto de alarma y a un recurso presentado por su defensa, se lograron ganar unos meses de estancia que pueden haber tocado a su fin, pues como dice el dicho, la alegría dura poco en la casa del pobre. La propiedad persigue el interés del desalojo y los espacios para recurrir se achican: el Secretario del Juzgado de Puebla mantiene la fecha del lanzamiento a sabiendas de que O.G.E carece de vivienda en la que residir, asi como de cualquier otra alternativa habitacional. Además de no disponer de un techo, O.G.E, se encuentra en paro. Hasta la fecha, los Servicios Sociales conocedores de la situación, no han ofrecido ningún recurso, y el Ayuntamiento de Galende no ha contestado a la petición cursada hace diez meses para que le cedan el uso de la vivienda del maestro, que se encuentra vacía.

Si no sobreviene ninguna resolución o iniciativa que lo impida, a las 11 de la mañana del día 11 de enero de 2021 y a menos cinco, o a menos seis grados bajo cero, O.G.E será lanzado de su casa a las frías calles de Ribadelago. El familiar que lo desahucia no puede esperar a las templadas fechas de la primavera. Dispone de varias casas en Sanabria, y no espera, aunque según dicen no son insensibles a la situación socio-económica de O.G.E.

Pura retórica, porque es fácil ser extremadamente fuerte frente al débil aprovechándose de su desigual posición. Basta conocer a O.G.E, para darse cuenta de que la indefensión en la que se coloca no es voluntaria, sino patológicamente inherente a su persona, - la lleva escrita en su rostro -  y a pesar de ello y de otros déficits personales, notorios, se siguió contra él solo y sin ninguna asistencia complementaria el procedimiento de desahucio. Mientras tanto, Sanabria continúa despoblándose y Ribadelago te deja helado en las gélidas calles del invierno, como a Ilya Ehrenburg cuando lo visitó en 1931. Como a cientos de sanabreses a O.G.E, le ha quedado abierta, libre y expedita la puerta de la diáspora.

Una puerta muy bien engrasada y transitada a lo largo de la historia. Sin embargo, como fenómeno sociológico se constata una vez más, que en Sanabria a los depredadores instalados en los numerosos chiringuitos lucrativos existentes, nada ni nadie los desahucia. La puerta de la diáspora y los desahucios son para otros, aunque Sanabria se despueble.

José R. Ballesteros.

Galende