“¿Y de vecino? La basura”

21 de agosto.

“Querido diario. Hoy se ha mudado un niño de mi edad al barrio, ¡qué ilusión me ha hecho! Miguel Ángel se llama. Nos lo hemos encontrado mi grupo de amigos y yo, y le hemos dicho que todos los días bajamos a la calle a jugar, sobre las 17.00 horas. A ver si se viene mañana con nosotros.”

28 de agosto.

“Querido diario. Han pasado varios días desde la última vez que escribí. Miguel Ángel ha bajado a jugar todos los días con nosotros y parece que está muy contento y que le gusta el barrio. Nos llevamos muy bien con él.

Aunque estos últimos días no parecía que estaba muy a gusto… Ayer le pregunté si le pasaba algo, que nos lo podía decir y el grupo le ayudaba con lo que fuera. A Miguel Ángel (o “Miguelí” como ahora le llamamos) lo que le ocurría es que no estaba a gusto porque ve que pasan los días y la basura – y no en pequeñas cantidades- sigue estando presente en las calles de la zona. “- Parece que de vecino también tenemos basura-“, me dijo. Y es que lleva toda la razón… pasan los días, las semanas, y las calles y parques del barrio siguen mal, sucias. Puede ser que al ser un barrio alejado del centro, que se encuentra en la periferia de la ciudad, no lo cuiden de la misma manera que una zona más céntrica, pero… ¿no tenemos el mismo derecho que el resto?

Hablando con Miguelí nos hemos propuesto hacer una recogida de firmas a ver si los vecinos se unen a la causa y protestamos por la falta de cuidado del barrio. Hemos llamado a la recolecta: “Una firma más, es una lata menos”, para que el nombre capte la atención de los vecinos y que el papel colgado en el tablón de anuncios no sea como aquel que pusimos hace meses, de no me acuerdo el qué, pero que ahí sigue sin que prácticamente se haya leído."

1 de septiembre.

"Querido diario. Ya hemos hablado con los vecinos y prácticamente el 80% ha firmado. A ver si con esta medida podemos hacer que este “vecino” que lleva meses aquí se vaya de una vez (y no estoy hablando de Miguelí, qué duda cabe…)."