ZAMORANA
Tropezar dos veces en la misma piedra
Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y, ciertamente, se comprueba en muchos comportamientos que vemos a diario en los demás y, también, en nosotros mismos.
Hace unos días salieron a la palestra las declaraciones de la ínclita ministra de Industria, Comercio y Turismo, la señora Maroto, que ha señalado que Pascua "puede ser la fecha de reinicio de los viajes nacionales si se dan las condiciones de seguridad", aduciendo además que “España es un país «muy atractivo» para los primeros viajes de la pandemia”. No voy a reproducir los comentarios que hice al escuchar estas inconcebibles palabras de una representante del gobierno porque, a pesar de que este periódico es liberal y concede la posibilidad de explayarnos sin censura alguna, yo misma por aquello de la educación recibida, tengo que hacer un esfuerzo para expresarme en términos comedidos, aunque me cueste trabajo.
¿Es que no hemos aprendido nada de los resultados anteriores al pretender salvar la Navidad que, a fecha de hoy, casi mes y medio más tarde, tenemos una curva de contagios que es más una línea ascendente, con los hospitales a rebosar de enfermos de coronavirus, las UCI llenas, hospitales de campaña, enfermos en los pasillos, otras patologías graves sin atender que derivarán en muchas muertes por no tratarlas a tiempo etc. etc.? ¿Y aún a alguien se le puede pasar por la cabeza repetir el mismo error de ”salvar” las siguientes fiestas o de “apelar a la responsabilidad personal” ?; ¿pero es que hemos perdido la memoria, la cordura o, más grave aún, los enfermos y los muertos no significan nada para este gobierno que ya piensa con paliar una hostelería en quiebra con unos pocos días de asueto, como si el virus también se tomara vacaciones? Afortunadamente, hay comunidades autónomas que se han manifestado con respecto esta esperpéntica idea de una manera contundente, diciendo NO así, con mayúsculas y sin paliativos.
Estamos hartos de la irresponsabilidad de este gobierno bicéfalo, de sus imprudencias, de su mirar para otro lado, de su manera de vivir en una realidad paralela, de su arrogancia, de la insensibilidad que manifiestan ante situaciones tan graves a las que no ponen remedio como: profesionales de la salud exhaustos; unos contagiados, otros que siguen trabajando bajo condiciones laborales que deberían ser fruto de meditación para ponerles remedio rápido: carecen de incentivación, tienen contratos precarios, no se valora su trabajo y son ellos los que están tratando a los enfermos graves, cogiendo de la mano a los moribundos que están solos, sin familia a su lado… y luego, cuando se van a casa, todo el horror que han vivido en el hospital se lo llevan en la mente, les afecta y acaban padeciendo secuelas que pagarán con su propia salud. Se echa de menos una ampliación urgente en la plantilla de estos profesionales; necesitan una ayuda y apoyo que desde hace un año nadie les ha prestado.
Por otra parte, están las personas afectadas por la hostelería y negocios asociados; cierto que han sufrido la pérdida de muchos puestos de trabajo y negocios que se cerrarán ya para siempre; y yo en mi proverbial ingenuidad, me pregunto: ¿Acaso el gobierno no tiene previsto dotar con ayudas económicas en una contingencia como ésta? Alemania, Francia e Italia tomaron medidas para sostener a bares y restaurantes hace semanas y tardaron menos de un mes en reaccionar desde que se impusieron las nuevas restricciones a la actividad por la segunda oleada del coronavirus. Luxemburgo, Rumanía o Países Bajos también han implementado ayudas, así como el Gobierno holandés que es el que más recursos ha destinado a mantener el sector de la hostelería. En España, sin embargo, seguimos esperando que se apruebe un Plan de ayudas, pero en la espera, la gente afectada hace cola para recibir comida que les permita seguir subsistiendo porque ya no tienen nada. ¡Intolerable!
Por otro lado, los representantes sindicales ni están ni se les escucha; ¿mudos, silentes, en connivencia con el gobierno? Me apena este país que, siendo tan único, haya caído en manos de personas que lo están destruyendo, desoyendo a la gente que clama, que suplica por algo tan digno para el ser humano como es el trabajo.
No dispongo de muchas más armas que no sean el denunciar esta artera gestión gubernamental de la pandemia y sus consecuencias que a través de mis escritos; lo siguiente será, por supuesto, en las urnas. Solo espero que todos tengamos memoria, que en el supuesto de que la vacunación sea pronta y exitosa, de que nos inmunicemos todos y el contagio sea tan solo en un mal recuerdo; cuando ya empecemos a salir a la calle sin restricciones, la economía se restablezca, baje el índice de parados, y recuperemos la ansiada vida anterior al coronavirus; entonces -repito- tengamos memoria para valorar muchas cosas y sepamos elegir con sentido a quienes nos gobiernen, que los elegidos estén a la altura, que hayan aprendido también; espero que no cometamos el disparate de tropezar por segunda vez en las misma piedra.
Mª Soledad Martín Turiño
Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y, ciertamente, se comprueba en muchos comportamientos que vemos a diario en los demás y, también, en nosotros mismos.
Hace unos días salieron a la palestra las declaraciones de la ínclita ministra de Industria, Comercio y Turismo, la señora Maroto, que ha señalado que Pascua "puede ser la fecha de reinicio de los viajes nacionales si se dan las condiciones de seguridad", aduciendo además que “España es un país «muy atractivo» para los primeros viajes de la pandemia”. No voy a reproducir los comentarios que hice al escuchar estas inconcebibles palabras de una representante del gobierno porque, a pesar de que este periódico es liberal y concede la posibilidad de explayarnos sin censura alguna, yo misma por aquello de la educación recibida, tengo que hacer un esfuerzo para expresarme en términos comedidos, aunque me cueste trabajo.
¿Es que no hemos aprendido nada de los resultados anteriores al pretender salvar la Navidad que, a fecha de hoy, casi mes y medio más tarde, tenemos una curva de contagios que es más una línea ascendente, con los hospitales a rebosar de enfermos de coronavirus, las UCI llenas, hospitales de campaña, enfermos en los pasillos, otras patologías graves sin atender que derivarán en muchas muertes por no tratarlas a tiempo etc. etc.? ¿Y aún a alguien se le puede pasar por la cabeza repetir el mismo error de ”salvar” las siguientes fiestas o de “apelar a la responsabilidad personal” ?; ¿pero es que hemos perdido la memoria, la cordura o, más grave aún, los enfermos y los muertos no significan nada para este gobierno que ya piensa con paliar una hostelería en quiebra con unos pocos días de asueto, como si el virus también se tomara vacaciones? Afortunadamente, hay comunidades autónomas que se han manifestado con respecto esta esperpéntica idea de una manera contundente, diciendo NO así, con mayúsculas y sin paliativos.
Estamos hartos de la irresponsabilidad de este gobierno bicéfalo, de sus imprudencias, de su mirar para otro lado, de su manera de vivir en una realidad paralela, de su arrogancia, de la insensibilidad que manifiestan ante situaciones tan graves a las que no ponen remedio como: profesionales de la salud exhaustos; unos contagiados, otros que siguen trabajando bajo condiciones laborales que deberían ser fruto de meditación para ponerles remedio rápido: carecen de incentivación, tienen contratos precarios, no se valora su trabajo y son ellos los que están tratando a los enfermos graves, cogiendo de la mano a los moribundos que están solos, sin familia a su lado… y luego, cuando se van a casa, todo el horror que han vivido en el hospital se lo llevan en la mente, les afecta y acaban padeciendo secuelas que pagarán con su propia salud. Se echa de menos una ampliación urgente en la plantilla de estos profesionales; necesitan una ayuda y apoyo que desde hace un año nadie les ha prestado.
Por otra parte, están las personas afectadas por la hostelería y negocios asociados; cierto que han sufrido la pérdida de muchos puestos de trabajo y negocios que se cerrarán ya para siempre; y yo en mi proverbial ingenuidad, me pregunto: ¿Acaso el gobierno no tiene previsto dotar con ayudas económicas en una contingencia como ésta? Alemania, Francia e Italia tomaron medidas para sostener a bares y restaurantes hace semanas y tardaron menos de un mes en reaccionar desde que se impusieron las nuevas restricciones a la actividad por la segunda oleada del coronavirus. Luxemburgo, Rumanía o Países Bajos también han implementado ayudas, así como el Gobierno holandés que es el que más recursos ha destinado a mantener el sector de la hostelería. En España, sin embargo, seguimos esperando que se apruebe un Plan de ayudas, pero en la espera, la gente afectada hace cola para recibir comida que les permita seguir subsistiendo porque ya no tienen nada. ¡Intolerable!
Por otro lado, los representantes sindicales ni están ni se les escucha; ¿mudos, silentes, en connivencia con el gobierno? Me apena este país que, siendo tan único, haya caído en manos de personas que lo están destruyendo, desoyendo a la gente que clama, que suplica por algo tan digno para el ser humano como es el trabajo.
No dispongo de muchas más armas que no sean el denunciar esta artera gestión gubernamental de la pandemia y sus consecuencias que a través de mis escritos; lo siguiente será, por supuesto, en las urnas. Solo espero que todos tengamos memoria, que en el supuesto de que la vacunación sea pronta y exitosa, de que nos inmunicemos todos y el contagio sea tan solo en un mal recuerdo; cuando ya empecemos a salir a la calle sin restricciones, la economía se restablezca, baje el índice de parados, y recuperemos la ansiada vida anterior al coronavirus; entonces -repito- tengamos memoria para valorar muchas cosas y sepamos elegir con sentido a quienes nos gobiernen, que los elegidos estén a la altura, que hayan aprendido también; espero que no cometamos el disparate de tropezar por segunda vez en las misma piedra.
Mª Soledad Martín Turiño





























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.176