Bicis: fácil aparcar y difícil circular

La avenida del Mengue, la de Vigo, la del Nazareno; el Puente de Piedra,  los Tres Arboles, la playa de los Pelambres y todos los márgenes del rio han estado notablemente más concurridos durante este fin de semana. La crecida del Duero, merecía ser contemplada y fotografiada. Otra vez, la historia se repite, después de días de intensas lluvias, llegan las avenidas, que inundan los caminos de los paseos ribereños.

El nivel de las aguas bajará pasado un tiempo y los caminos afectados, quedaran prácticamente intransitables, la corriente habrá arrastrado su capa superficial y hará complicado su tránsito. Así permanecerán unos meses, y después algún grupo político pedirá su reparación. En otros tiempos era el partido del actual gobierno municipal, quien no perdía  la oportunidad  de reclamar su arreglo, pero las cosas han cambiado y ahora no parece importarles tanto, que se reparen o no. Así estarán muchos meses, quien sabe cuántos. Puede, que como en alguna otra ocasión, llegarán las crecidas de años venideros y los cubran  de nuevo  sin haber sido reparados. Aun consintiendo tan solo en esparcir arena y compactarla convenientemente, para  conseguir un firme transitable.

                Hay tramos del carril- bici que han sufrido daños por las riadas, pero hay otros a los que no ha alcanzado la crecida, que estaban mal, y mal seguirán. Porque  el ramal que lleva hasta Morales del Vino, no discurre cerca del rio, y esta de pena. Incluso como en aquellos tiempos pretéritos, quien se decida a usarlo se arriesga cuando menos, a que se le pinche una rueda en el trayecto de saltos entre baches y guijarros. En Valorio, tampoco se puede decir que sean las avenidas de agua las causantes del mal estado, y aun con trozos renovados, otros están agrietados y con bastantes  irregularidades, por lo que necesitan de una intervención.

Lo mismo ocurre con el carril de la Aldehuela, donde sí que se rehízo alguna parte con planchas de hormigón, acusando el mal estado en la que no se intervino y las uniones entre lo nuevo y lo viejo. Resultando que unos por una cosa disculpable  y otros sin tal motivo, necesitan de una atención que no reciben, porque no resulta tan visible, solo para los usuarios, como otras cosas. 

Manuel Herrero Alonso