CHISMORREOS
El Cotilla
JETAS. En nuestra ciudad también hay buscavidas, personas, hombres y mujeres, que dejan deudas por doquier: al amigo, al sastre, al de más allá y al de más acá. Yo recuerdo que, sobre el año 1993, dejé a un personaje, al que tenía como amigo, 3.000 pesetas, un capital para la época, hace casi 30 años y... hasta hoy. Y, como yo nunca me atreví a perdírselas, él sigue disfrutando de otros amigos, gente buena, para pedir y nunca devolver. Jeta.
SEDUCTORA. Nunca lo quiso como persona, pero adoraba su patrimonio. Dicho y hecho. Lo sedujo y pretendió vivir como una condesa a cuenta de su cuerpo y zalamerías, pero el bien, en esta ocasión, triunfó. Loado sea Dios.
MAYOR. Un señor mayor puede enamorarse, casi con seguridad, de una mujer joven; pero una señorita de buen ver y con poco más de 30 años nunca se enamorará de un casi jubilado. Pero hay veteranos que piensa que todavía poseen virtudes para seducir a damas hermosas, sensibles y con talento. Después acontece el drama. Cosas veredes.
PAREJAS. El hombre carece de cualquier atractivo físico; tampoco es elegante, pero su pareja, desde hace lustros, es una de las mujeres más bellas entre las nacidas en esta provincia. No obstante, ella, de vez en cuando, disfrutó con otro varón, bien parecido y con talento, al que enamoró y del que se enamoró... pero no lo suficiente.
INOLVIDABLE: Se enamoró de ella, pero apenas se ven y siempre por motivos de trabajo, una excusa para olerla, sentirla, observar sus gestos, su elegancia. Cuado supo que jamás sería amado por tan magnífica dama, decidió hacer que amaba a otra, pero sin olvidar nunca a la que pudo haber sido la mujer de su vida. Ucronía erótica.
JETAS. En nuestra ciudad también hay buscavidas, personas, hombres y mujeres, que dejan deudas por doquier: al amigo, al sastre, al de más allá y al de más acá. Yo recuerdo que, sobre el año 1993, dejé a un personaje, al que tenía como amigo, 3.000 pesetas, un capital para la época, hace casi 30 años y... hasta hoy. Y, como yo nunca me atreví a perdírselas, él sigue disfrutando de otros amigos, gente buena, para pedir y nunca devolver. Jeta.
SEDUCTORA. Nunca lo quiso como persona, pero adoraba su patrimonio. Dicho y hecho. Lo sedujo y pretendió vivir como una condesa a cuenta de su cuerpo y zalamerías, pero el bien, en esta ocasión, triunfó. Loado sea Dios.
MAYOR. Un señor mayor puede enamorarse, casi con seguridad, de una mujer joven; pero una señorita de buen ver y con poco más de 30 años nunca se enamorará de un casi jubilado. Pero hay veteranos que piensa que todavía poseen virtudes para seducir a damas hermosas, sensibles y con talento. Después acontece el drama. Cosas veredes.
PAREJAS. El hombre carece de cualquier atractivo físico; tampoco es elegante, pero su pareja, desde hace lustros, es una de las mujeres más bellas entre las nacidas en esta provincia. No obstante, ella, de vez en cuando, disfrutó con otro varón, bien parecido y con talento, al que enamoró y del que se enamoró... pero no lo suficiente.
INOLVIDABLE: Se enamoró de ella, pero apenas se ven y siempre por motivos de trabajo, una excusa para olerla, sentirla, observar sus gestos, su elegancia. Cuado supo que jamás sería amado por tan magnífica dama, decidió hacer que amaba a otra, pero sin olvidar nunca a la que pudo haber sido la mujer de su vida. Ucronía erótica.


























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