DENUNCIAS
El oscuro parque de Las Viñas
No será momento de jugar, pero sí de arreglar
Un buen día el Ayuntamiento anunciaba el cierre de diversos parques infantiles de la ciudad. El motivo no era otro que, con la actual plantilla, no se podía garantizar la desinfección de todos, así que solo se mantendrían abiertos aquellos en los que sí que se pudiera actuar.
Con un criterio, siempre cuestionable, se tomó la determinación de informar de aquellos parques que dejarían de estar a disposición de los peques. Además de la información por los medios de comunicación, también se daba cuenta en las mismas zonas de ocio. Esta advertencia consistió en atar con cinta bicolor los columpios, unir de uno a otro lado el acceso a toboganes, así como pasar esta banda azul y blanca por otros juegos infantiles. Pasados más de tres meses, alguna de estas señalizaciones pervive.
Una de tantos parques afectados fue el de Las Viñas, el que está junto a la estación de autobuses. Los niños que deseen pasar la tarde jugando sanamente, deberán buscarse otro sitio. Cierto que hay otros parques y que algunos no están muy lejanos, aunque por las circunstancias de reducción, se encuentra muy concurridos últimamente. Este, precisamente, esta apartado de la carretera, al lado del colegio, en el hay una pequeña pista deportiva y una mesa de pingpong antivandalos. Genial, ¡lástima que no se pueda hacer uso por las restricciones!
Aunque, a decir verdad, solo los juegos infantiles parecen haber sido precintados. Del resto, de las instalaciones sí que se podría en teoría hacer uso. Pero hay otro inconveniente del que hay que dar cuenta, la falta de luz artificial, lo que obliga a no poder utilizarlo a partir de cierta hora, coincidiendo con el momento de anochecer.
No, la pista deportiva, carece de iluminación, con la escasa que llega de las farolas de la calle, no es que sea la más apropiada para echar un partidillo. Tampoco para darle a la raqueta en la mesa de al lado. Los juegos infantiles están descartados de momento. No, tampoco hay luz, en la parcela infantil más elevada solo hay un único punto de luz central, con su lámpara fundida, como no podía ser menos, y, en la zona colindante de abajo, solo hay una farola en un lateral, que apenas ilumina la zona. No será momento de jugar, pero sí de reparar, incluso de mejorar.
Manuel Herrero Alonso
Un buen día el Ayuntamiento anunciaba el cierre de diversos parques infantiles de la ciudad. El motivo no era otro que, con la actual plantilla, no se podía garantizar la desinfección de todos, así que solo se mantendrían abiertos aquellos en los que sí que se pudiera actuar.
Con un criterio, siempre cuestionable, se tomó la determinación de informar de aquellos parques que dejarían de estar a disposición de los peques. Además de la información por los medios de comunicación, también se daba cuenta en las mismas zonas de ocio. Esta advertencia consistió en atar con cinta bicolor los columpios, unir de uno a otro lado el acceso a toboganes, así como pasar esta banda azul y blanca por otros juegos infantiles. Pasados más de tres meses, alguna de estas señalizaciones pervive.
Una de tantos parques afectados fue el de Las Viñas, el que está junto a la estación de autobuses. Los niños que deseen pasar la tarde jugando sanamente, deberán buscarse otro sitio. Cierto que hay otros parques y que algunos no están muy lejanos, aunque por las circunstancias de reducción, se encuentra muy concurridos últimamente. Este, precisamente, esta apartado de la carretera, al lado del colegio, en el hay una pequeña pista deportiva y una mesa de pingpong antivandalos. Genial, ¡lástima que no se pueda hacer uso por las restricciones!
Aunque, a decir verdad, solo los juegos infantiles parecen haber sido precintados. Del resto, de las instalaciones sí que se podría en teoría hacer uso. Pero hay otro inconveniente del que hay que dar cuenta, la falta de luz artificial, lo que obliga a no poder utilizarlo a partir de cierta hora, coincidiendo con el momento de anochecer.
No, la pista deportiva, carece de iluminación, con la escasa que llega de las farolas de la calle, no es que sea la más apropiada para echar un partidillo. Tampoco para darle a la raqueta en la mesa de al lado. Los juegos infantiles están descartados de momento. No, tampoco hay luz, en la parcela infantil más elevada solo hay un único punto de luz central, con su lámpara fundida, como no podía ser menos, y, en la zona colindante de abajo, solo hay una farola en un lateral, que apenas ilumina la zona. No será momento de jugar, pero sí de reparar, incluso de mejorar.
Manuel Herrero Alonso


























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