PATRIMONIO NATURAL
Denuncian la destrucción de una de las colonias más grandes de avión común en Zamora
José Alfredo Hernández, a través de su blog "Zamora BioDiversa", anuncia acciones legales por este delito
La destrucción de nidos de especies protegidas supone un delito según el artículo 334 de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal que puede llegar a tener hasta una pena de prisión de seis meses a dos años.
Según denuncia el ornitólogo José Alfredo Hernández, los arreglos de una fachada en un céntrico edificio zamorano han provocado la destrucción de una importante colonia de aviones comunes (Delichon urbica), al ser la mayor de la ciudad de Zamora y una de las más importantes de la provincia.
Esta colonia "ya no existe: ha sido destruida por completo", lamenta. "Estaba establecida desde hace más 40 años en pleno centro de la ciudad, entre la plaza Fernández Duero y la calle Santa Clara".

Denuncia, José Alfredo, que este tipo de suceso se ha vuelto tan frecuente que, a este paso, el avión común no tardará en ser considerado una especie en peligro de extinción.
"El problema de la suciedad producida por los aviones comunes se puede paliar con la colocación de una simple balda o bandeja de protección debajo los nidos. Sin embargo, lejos de buscar una solución o alternativa, los autores se han preocupado a conciencia de impedir la reconstrucción de los nidos colocando unos dispositivos especiales en todos y cada uno de los huecos del alero que contenían nidos. Se han gastado una pasta que podían haber invertido con mejor intención pero al final han escogido el peor camino".

Según denuncia el ornitólogo José Alfredo Hernández, los arreglos de una fachada en un céntrico edificio zamorano han provocado la destrucción de una importante colonia de aviones comunes (Delichon urbica), al ser la mayor de la ciudad de Zamora y una de las más importantes de la provincia.
Esta colonia "ya no existe: ha sido destruida por completo", lamenta. "Estaba establecida desde hace más 40 años en pleno centro de la ciudad, entre la plaza Fernández Duero y la calle Santa Clara".
Denuncia, José Alfredo, que este tipo de suceso se ha vuelto tan frecuente que, a este paso, el avión común no tardará en ser considerado una especie en peligro de extinción.
"El problema de la suciedad producida por los aviones comunes se puede paliar con la colocación de una simple balda o bandeja de protección debajo los nidos. Sin embargo, lejos de buscar una solución o alternativa, los autores se han preocupado a conciencia de impedir la reconstrucción de los nidos colocando unos dispositivos especiales en todos y cada uno de los huecos del alero que contenían nidos. Se han gastado una pasta que podían haber invertido con mejor intención pero al final han escogido el peor camino".
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