CULTURA
Presentada la obra “Escultura del siglo XX en Zamora”, de Inés Gutiérrez- Carbajal
Inés Gutiérrez-Carbajal, doctora en Historia del Arte por la Universidad de Valladolid (2003), licenciada en Geografía e Historia (1992), licenciada en Historia de América (1997), maestra Industrial de Estética, ha presentado un libro “Escultura del siglo XX en Zamora”.
En esta colosal y definitiva obra, Gutiérrez-Carbajal habla de los siguientes escultores: Inés Gutiérrez-Carbajal (Zamora 1947)
Eduardo Barrón González (1858-1911), Domingo Liria Santos (1879- ¿?), Enrique Lorenzo Salazar (1883-1928), Baltasar Lobo Casquero (1910-1993), José Luis Núñez Solé (1927-1973), Ramón Abrantes Blanco (1930-2006), Higinio Vázquez García (1930), José Luis Alonso Coomonte (1932), Tomás Crespo Rivera (1932), Hipólito Pérez Calvo (1936-2009), Emérita Maroto Lázaro (1943), Julián Méndez Sadia (1943-
2017), Antonio Miranda Ramos (1951), Arturo Lucas Rodríguez (1953), Ricardo Flecha
Barrio (1958), Mariano Gallego Seisdedos (1960), Oiga Antón Escudero (1963-2013), Daniel Lorenzo Goñi ( 1975). Otros escultores y última generación (citados por orden alfabético).
La erudita zamorana afirma que este libro contempla un estudio sobre el proceso histórico de la escultura del siglo XX en Zamora, como continuación del titulado Pintura del siglo XX en Zamora, y por estar allí reflejado, he omitido lo relacionado con el panorama demográfico, sociocultural y económico de la provincia en torno a dicho siglo”. Adelanta que también aquí trata directamente “las causas determinantes que propiciaron el desarrollo del arte escultórico, motivo de esta investigación”
.El objetivo de este trabajo, en palabras de Inés, “no solo ha sido presentar un desarrollo cronológico de aquellos aconteceres en el campo de la escultura ocurridos en Zamora durante el siglo XX. He pretendido que este libro sirva como herramienta de consulta a historiadores, y especialistas en arte contemporáneo, que deseen aproximarse a la escultura de dicho siglo en esta provincia. Aquí se hace un repaso exhaustivo que incluye el estudio individualizado de los personajes que hicieron posible tales acontecimientos: los escultores”.
Enfatiza la doctora zamorana que “lo más importante y el grueso de esta investigación lo ocupa, sin duda alguna, los artistas-escultores y la elaboración de sus biografías: obra, influencias, su estética, estudio iconográfico, exposiciones individuales y colectivas, premios y becas, instituciones, museos y colecciones donde están representados. Bibliografía específica de cada autor, apartado bibliográfico donde se incluyen, en muchos casos, páginas que reflejan únicamente esta o aquella imagen escultórica realizada por ese artista sin que el artículo o crítica estén dedicados al mismo. Muchos de ellos empezaron su andadura en el mundo artístico más por gusto que como futurible oficio profesional, presentes en la mayoría de las exposiciones-concurso que se celebraban en la provincia, sobre todo a partir de los años cuarenta de la pasada centuria”
Considera que la creación de un Museo de Arte Contemporáneo, como se entiende el sostenimiento de un museo de arte, “hoy es inviable en un lugar de escasa población, pues haría falta que la ciudad tuviera más de cien mil habitantes. Pero si sería interesante, y siempre desde mi punto de vista, un Centro de Arte Contemporáneo para fomento del arte”.
No obstante, valora que naturalmente esta investigación “no puede considerarse absolutamente cerrada, no me cabe duda que, tarde o temprano, puede ser motivo de revisión. Tampoco se puede dudar que todo el trabajo realizado sobre los sucesos artísticos actuales, aun los más próximos en este momento, han pasado a ser historia”.
Inés Gutiérrez-Carbajal, doctora en Historia del Arte por la Universidad de Valladolid (2003), licenciada en Geografía e Historia (1992), licenciada en Historia de América (1997), maestra Industrial de Estética, ha presentado un libro “Escultura del siglo XX en Zamora”.
En esta colosal y definitiva obra, Gutiérrez-Carbajal habla de los siguientes escultores: Inés Gutiérrez-Carbajal (Zamora 1947)
Eduardo Barrón González (1858-1911), Domingo Liria Santos (1879- ¿?), Enrique Lorenzo Salazar (1883-1928), Baltasar Lobo Casquero (1910-1993), José Luis Núñez Solé (1927-1973), Ramón Abrantes Blanco (1930-2006), Higinio Vázquez García (1930), José Luis Alonso Coomonte (1932), Tomás Crespo Rivera (1932), Hipólito Pérez Calvo (1936-2009), Emérita Maroto Lázaro (1943), Julián Méndez Sadia (1943-
2017), Antonio Miranda Ramos (1951), Arturo Lucas Rodríguez (1953), Ricardo Flecha
Barrio (1958), Mariano Gallego Seisdedos (1960), Oiga Antón Escudero (1963-2013), Daniel Lorenzo Goñi ( 1975). Otros escultores y última generación (citados por orden alfabético).
La erudita zamorana afirma que este libro contempla un estudio sobre el proceso histórico de la escultura del siglo XX en Zamora, como continuación del titulado Pintura del siglo XX en Zamora, y por estar allí reflejado, he omitido lo relacionado con el panorama demográfico, sociocultural y económico de la provincia en torno a dicho siglo”. Adelanta que también aquí trata directamente “las causas determinantes que propiciaron el desarrollo del arte escultórico, motivo de esta investigación”
.El objetivo de este trabajo, en palabras de Inés, “no solo ha sido presentar un desarrollo cronológico de aquellos aconteceres en el campo de la escultura ocurridos en Zamora durante el siglo XX. He pretendido que este libro sirva como herramienta de consulta a historiadores, y especialistas en arte contemporáneo, que deseen aproximarse a la escultura de dicho siglo en esta provincia. Aquí se hace un repaso exhaustivo que incluye el estudio individualizado de los personajes que hicieron posible tales acontecimientos: los escultores”.
Enfatiza la doctora zamorana que “lo más importante y el grueso de esta investigación lo ocupa, sin duda alguna, los artistas-escultores y la elaboración de sus biografías: obra, influencias, su estética, estudio iconográfico, exposiciones individuales y colectivas, premios y becas, instituciones, museos y colecciones donde están representados. Bibliografía específica de cada autor, apartado bibliográfico donde se incluyen, en muchos casos, páginas que reflejan únicamente esta o aquella imagen escultórica realizada por ese artista sin que el artículo o crítica estén dedicados al mismo. Muchos de ellos empezaron su andadura en el mundo artístico más por gusto que como futurible oficio profesional, presentes en la mayoría de las exposiciones-concurso que se celebraban en la provincia, sobre todo a partir de los años cuarenta de la pasada centuria”
Considera que la creación de un Museo de Arte Contemporáneo, como se entiende el sostenimiento de un museo de arte, “hoy es inviable en un lugar de escasa población, pues haría falta que la ciudad tuviera más de cien mil habitantes. Pero si sería interesante, y siempre desde mi punto de vista, un Centro de Arte Contemporáneo para fomento del arte”.
No obstante, valora que naturalmente esta investigación “no puede considerarse absolutamente cerrada, no me cabe duda que, tarde o temprano, puede ser motivo de revisión. Tampoco se puede dudar que todo el trabajo realizado sobre los sucesos artísticos actuales, aun los más próximos en este momento, han pasado a ser historia”.























Trini Alonso Alonso | Domingo, 01 de Agosto de 2021 a las 21:10:04 horas
Enhorabuena por esta buena noticia. Yo tenía muy poquitos años, no podría situarlo de memoria , cuando fui de la mano de mi padre al taller de Hipólito Pérez Calvo y recuerdo la excitante sensación del orgullo que sentía Hipólito de la obra de su vida, el coloso de Castilla. Tengo grabada en mi memoria ese ascensor manual para poder subir y bajar de esa " maqueta" enorme que estaba ejecutando y lo muchísimo que influyó en la niña. Primero por la generosidad de ese encuentro. Hipólito ya tenía tapada, cubierta con plásticos enormes, la gran , colosal pieza, y no dudó un segundo en destapar el rostro para saciar la curiosidad infantil que era tan evidente. Nos hablaba de kilos de barro que estaba sosteniendo un gran armazón construido previamente. Yo estaba sobrecogida. Mi padre, pariente lejano de Hipólito, pretendía saludarle y no " molestarle " en sus quehaceres, pero la vida siempre tiene esa forma de generar casualidades , pues esa visita él desconocía la importancia que tuvo en mí. Una década, más o menos, después, final de primer curso de Bellas Artes ,fue la adolescente quien buscó a Hipólito ,sin ningún rumbo más que su determinación y certeza de que los hados asistirían a la magia, y lo halló en su taller. De nuevo, la generosidad del artista, hizo el resto, convirtiéndose ese segundo encuentro en el inicio de una amistad eterna con el artista y su maravillosa familia. Gracias, Hipólito, por ser el ángel de la guarda de mi creatividad. Espero que desde ese lugar donde te encuentras muevas los hilos para que tu Fundación llegue a buen término en Carbajosa , para disfrute de los visitantes.
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